La chilena Karen Gallardo recupera sensaciones para Tokio, sus terceros Juegos

León, 17 jul (EFE).- La lanzadora de disco chilena Karen Gallardo, única atleta de su país que estará presente -junto con otros dos lanzadores- en este deporte en los Juegos Olímpicos de Tokio, los terceros que disputa, ha recuperado sus "mejores sensaciones" después de haber pasado por un largo periodo marcado por las lesiones.

"Estoy recuperando el nivel que tenía antes de la lesión, que fue previa a los Juegos de Río de Janeiro y acercándome a mis mejores marcas", señaló a Efe la lanzadora que ha preparado, junto con su entrenador, Tulio Moya, la cita de la capital asiática en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de León.

Es la quinta ocasión en los últimos nueve años que Gallardo elige la capital leonesa para preparar una gran cita "porque las instalaciones son un lujo y permite además hacer el cambio horario para cuando se llegue a Tokio".

La atleta de 37 años, que reconoce que pueden ser sus últimos Juegos, ha tenido que superar una larga lesión en la que ha contado, para su recuperación, con un amplio equipo multidisciplinar "para poder conseguir que quedara en el olvido", asegura.

Lejos de haberla condicionado en el aspecto negativo el retraso de un año de los Juegos a causa de la pandemia, afirma que en su caso le benefició, tanto para lograr la mejor recuperación, como para sumar los puntos necesarios que garantizasen su presencia en la cita.

"Está claro que de haberse disputado los Juegos en 2020 no habríamos podido estar y este tiempo le va a permitir recuperarse de la lesión, bajando las cargas de trabajo y pudiendo acercarnos a los mejores picos de marcas", reconoce su entrenador y exatleta, que también destacaba las bondades del CAR León "ideal en todo y pudiendo colaborar con el técnico Carlos Burón".

El objetivo prioritario de la discóbola chilena es mejorar su actuación en los últimos Juegos -decimoctavo lugar-, ya que optar a la final parece, en principio, fuera de su alcance.

La singularidad de esta edición, que se disputará sin público a causa de la pandemia, ofrecerá una visión "diferente" para la veterana lanzadora "pero siempre agradeciendo que se hayan podido disputar porque hubo momentos que estuvieron en el aire".

En este sentido, Moya cree que esta circunstancia afecta de manera diferente "porque si a unos deportistas les puede suponer un incentivo, para otros puede ser un castigo por la presión y, sin público, se gana en concentración, porque en la calidad competitiva de la competición no tiene porqué haber demasiadas diferencias".

(c) Agencia EFE