La nueva chica maravilla de Polonia: así es la rival de Nadia Podoroska en las semifinales de Roland Garros

Tiene 19 años. Iga Swiatek vive demasiado de prisa, como si manejara el ritmo del tiempo. Sin embargo, antes de actuar, piensa. Antes de correr, de destrozar adversarias con el desenfreno juvenil, analiza. No vuela: siempre tiene los pies sobre la tierra. "Cuando era más pequeña, mis padres me decían que lo primero era el colegio y luego, el tenis. Nos educaron así a mi hermana y a mí, por eso siempre quisimos estudiar. La universidad es algo que está en mi cabeza, pero de momento quiero intentar jugar al tenis al menos un par de años más", contaba, semanas atrás. Sus asignaturas favoritas son matemática, física, inglés y. español. Conjuga de maravillas el verbo ganar.Es la rival de Nadia Podoroska en las semifinales de Roland Garros, previstas para este jueves. Acaba de superar a la italiana MartinaTrevisan por 6-3 y 6-1, en 1h18m en la pista central.

Casi sin despeinarse. La rutina de pasar por las duchas es parte del inventario personal, pero en realidad, no le hace falta: no transpiró. Lo mismo ocurrió días atrás, cuando provocó un temblor en el circuito de damas, casi al mismo ritmo que Podoroska. La rumana Simona Halep, campeona en 2018 y principal candidata en París, se vio completamente superada por la nueva niña maravilla del deporte polaco. Número 54 del ranking WTA, venció con autoridad a la cabeza de serie del torneo en poco más de una hora por 6-1 y 6-2 para alcanzar los cuartos de final.

Lo mismo ocurre con la italiana: la convierte en diminuta, amateur. Podoroska debe tomar nota, más allá de su extraordinario envión: su adversaria no llega a los 20 años, pero juega con una mano caliente, indescifrable, como si fuese profesional desde hace 10, 15 años. El asombro: hace dos temporadas que lo es.

Es, lógicamente, una de los mejores de la nueva generación. Cuando era juniors, logró Wimbledon, y conquistó Roland Garros en dobles. Estuvo de paso triunfal en Buenos Aires, cuando se realizaron los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018: también se consagró en dobles.

Diestra, con el revés a dos manos, no sufre el frío de París: está acostumbrada a las tempestades. Es hija del remero olímpico Tomasz Swiatek, que compitió en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988. Reside en Raszyn, una ciudad pequeña cerca de Varsovia. Hoy, está 54° en el ranking, pero es un espejismo: juega como si ya estuviera (lo será próximamente) entre las mejores 30. Ganó dinero suficiente para toda una vida y es apenas una niña: 1.106.808 dólares. Y arrasaba en el circuito de la ITF: siete títulos. Evidentemente, le quedaba pequeño ese esquema. La niña creció de golpe, nada la detiene. Pero siempre, siempre, piensa, analiza. No se tira a la pileta con los ojos cerrados.

"La mentalidad es lo más importante en el tenis hoy en día, porque todas las jugadoras en el top 50 saben jugar muy bien. Por eso me estoy centrando más en ello. Creo que hice buenos torneos en el pasado, pero me di cuenta que podía hacerlo mejor de lo que pensaba y eso es cuestión de confianza y fe; eso es lo que he estado trabajando durante buena parte del año", describía, tiempo atrás, cuando abría bien grande los ojos frente a su ídola Agnieszka Radwanska, retirada en 2018 y la única polaca que consiguió ser número 2 del ranking.