Champions League. Más defensa y contraataque: el plan de Pep Guardiola para llevar a Manchester City a su primera final en la historia

Josep Guardiola sigue el triunfo de Manchester City contra PSG sobre el nevado campo del Etihad Stadium.
PAUL ELLIS

Por tercera temporada consecutiva, la Champions League tendrá un finalista primerizo. Es el turno de Manchester City, que toma la posta de Tottenham y Paris Saint Germain, equipos que no pudieron agregar sus nombres a la lista de campeones.

La condición de novato en una definición no lo hará menos favorito al conjunto de Pep Guardiola, que ya supo conducir a Barcelona a la gloria europea en dos oportunidades y ahora consolida su trabajada idea futbolística en su quinta temporada en el club inglés.

Chelsea y Real Madrid definen este miércoles al otro finalista

Manchester City accedió a la final que se disputará en el estadio Olímpico de Estambul tras un nuevo triunfo, el undécimo en los 12 partidos de la campaña (solo cedió puntos en un empate contra Porto cuando ya estaba clasificado en la etapa de grupos). Con mucha autoridad, en un Etihad Stadium del que hubo que sacar la nieve acumulada en un frío comienzo de primavera, superó 2-0 a PSG con goles del argelino Riyad Mahrez, también autor de un tanto en el 2-1 de la ida. Ahora espera al ganador de la serie que este miércoles definirán en Londres Chelsea (1) y Real Madrid (1).

La amplitud con que resolvió la serie le dio margen a Guardiola para ordenar el ingreso en los últimos cinco minutos de Sergio Agüero, que consume sus últimos momentos de la década que lleva en el club. Se despedirá en junio, con la posibilidad de sumar el título que le falta a su carrera, tras haber llegado a las semifinales de 2016, cuando Real Madrid eliminó al equipo que dirigía Manuel Pellegrini.

El 2-0 a PSG con los goles de Mahrez

La satisfacción del Kun, cuya sonrisa no es del todo amplia porque le gustaría tener una participación menos marginal en esta temporada, contrastó con la decepción del grupo de argentinos de PSG. Mauricio Pochettino, finalista en 2019 cundo con Tottenham eliminó al City de Guardiola, se esforzó para evitar los desbordes de sus jugadores cuando la derrota era irreversible. El entrenador entró al campo para calmar a Ángel Di María, expulsado a los 23 minutos del segundo tiempo por darle un pisotón a Fernandinho mientras forcejeaban por la pelota para realizar un lateral.

La expulsión a Di María

Futbolísticamente, Fideo quedó inmerso en la confusión ofensiva de PSG, que dio un hándicap importante con la baja por lesión de Kylian Mbappé. Lo reemplazó Mauro Icardi, muy desconectado del partido. En 62 minutos de juego, hasta que fue sustituido por Moise Kean, apenas tocó 16 veces la pelota y dio 7 pases, menos que los arqueros Keylor Navas (25) y Ederson (18).

Ángel Di María ve la tarjeta roja tras darle un pisotón a Fernandinho
Dave Thompson


Ángel Di María ve la tarjeta roja tras darle un pisotón a Fernandinho (Dave Thompson/)

Leandro Paredes también se fue desquiciando a medida que el compacto sistema local no le dejaba huecos para filtrar pases. Se enredó en un manoseo con Zinchenko y, según su compañero Ander Herrera, el árbitro holandés Björn Kuipers agravió al ex Boca con la expresión “vete a la mierda”. Con más posesión (56 por ciento contra 44), PSG tampoco encontró en Neymar al líder que mostrara el camino. El brasileño se enredó en muchas maniobras individuales y fue el mayor exponente de la impotencia de un equipo que no acertó al arco en sus 14 remates. El sueño de Neymar de consagrarse en la Champions sin ser el príncipe de Lionel Messi suma la cuarta frustración consecutiva.

El arquero suplente Steffen y el alocado festejo en los vestuarios

Tras no superar tres semifinales con Bayern Munich y no pasar de los cuartos con el City, Guardiola, una década después, diseñará su primera final sin contar con Messi, decisivo en los títulos de 2009 y 2011, ambos contra Manchester United.

“La gente cree que es fácil llegar a la final de una Champions. Que porque lo hice en el pasado iba a pasar todos los años. Esto que conseguimos es el reconocimiento al trabajo de cinco años. PSG venía de eliminar a Barcelona y Bayern Munich. Esto significa muchísimo para nosotros”, expresó Guardiola.

John Stones y Ruben Dias, integrantes de la zaga central, festejan la clasificación de Manchester City para la final.
PAUL ELLIS


John Stones y Ruben Dias, integrantes de la zaga central, festejan la clasificación de Manchester City para la final. (PAUL ELLIS/)

El entrenador catalán, arquitecto de un Barcelona que para muchos entendidos es el mejor equipo de la historia por logros e influencia global, desarrolla en el City un nuevo paradigma, alejado de la irreal simplificación de que los petrodólares del Abu Dhabi Group le facilitan un plantel de estrellas o individualidades determinantes por sí solas. No las tiene el City, de la dimensión que se le adjudica a Messi, Cristiano Ronaldo, Lewandowski, Neymar, Mbappé, Salah o Benzema. En ese selecto grupo se podría incluir a Kevin De Bruyne, que igual no se desliga del sentido colectivo y solidario con que se mueve el City.

Puesto a conformar el mejor equipo, Guardiola les solicitó a los dueños árabes que las mayores inversiones fueran para reforzar la defensa. Así fueron llegando Stones, Zinchenko, Laporte, Walker, Mendy, Cancelo, Eric García, Ruben Dias, Aké, el arquero Ederson.

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Para maniatar a PSG, Guardiola hizo dos correcciones de carácter defensivo con respecto a la ida. El abnegado lateral ucraniano Zinchenko por Cancelo, que muchas veces se suma al medio junto al pivote central, y Fernandinho, un volante central más posicional y de quite que el español Rodri.

El argelino Riyad Mahrez, autor de tres goles en los dos partidos de la semifinales frente a Paris Saint-Germain.
PAUL ELLIS


El argelino Riyad Mahrez, autor de tres goles en los dos partidos de la semifinales frente a Paris Saint-Germain. (PAUL ELLIS/)

En contra de la teoría de que todos los equipos de Guardiola se desviven por la posesión, le cedió la iniciativa al PSG en varios pasajes y le convirtió dos goles de contraataque. El primero, tras un saque largo del arquero, y el segundo, con una combinación entre De Bruyne y Foden por la izquierda que remató Mahrez por el sector opuesto. Los jugadores festejaron los goles con el mismo énfasis que se abrazaron cuando Zinchenko o Dias hicieron un par de cierres salvadores dentro del área. Así fue el plan integral de Guardiola para llevar al City hasta donde nunca había llegado en su historia.