Bayern Munich, campeón: en la cancha y en el vestuario, los festejos del título en Lisboa

En el campo de juego y en la intimidad del vestuario. Juntos, solos, acompañados de ex futbolistas y actuales hombres de la junta directiva. Bayern Munich desató el festejo en el estadio Da Luz, de Lisboa. Sin hinchas, con protocolos, esos que impuso la pandemia mundial de Covid-19, la misma que provocó una nueva modalidad de definición, con partidos únicos a partir de los cuartos de final. Desde el 9 de agosto pasado, los bávaros se instalaron en Lagos, la costa de Algarve, con un único objetivo: sellar el triplete, después de ganar la Bundesliga y la Copa de Alemania. Dos semanas después, se marchan de la Ciudad de la Luz y el fado iluminados por el éxito y al ritmo de su mejor música.

Siete años se demoró Bayern Munich en recuperar el trono del fútbol europeo, aunque lo hizo a su modo: avasallando a rivales o empequeñeciendo a equipos que privilegian el poder de la billetera a los proyectos. Una coronación perfecta, sin fisuras: 11 partidos jugados y la misma cantidad de victorias enseñan la contundencia de un plantel que en la etapa decisiva fue impiadoso con Barcelona, rompió con pasajes de sufrimiento el entramado que le propuso Lyon y en la final le quitó el sueño a PSG, que iba por su primera corona.

Solamente en la final y en el partido con Olympiacos, en Grecia, por la etapa de grupos, Bayern Munich se impuso apenas por un gol de diferencia. Toda una señal de cómo demolió a quien se interpuso en su camino, con algunos resultados que provocaron escozor: 7-2 a Tottenham; 6-0 a Estrella Roja; un global de 7-1 a Chelsea, en los 8avos de final y la arrolladora función contra Barcelona, a quien arrodilló con un 8-2.

Un equipo que tuvo en el polaco Robert Lewandoski al máximo artillero del certamen, con 15 goles. Al delantero, que estrelló un remate en el poste de Keylor Navas, arquero que más tarde a puro reflejo rechazó un cabezazo del goleador, le faltaron dos anotaciones para igualar la marca histórica que impuso Cristiano Ronaldo en la temporada 2013/14. Un plantel que a mitad de la campaña -en diciembre de 2019- inició un ciclo brillante con Hans Flick, el director técnico que reemplazó al croata Nico Kovac en el banquillo.

Un grupo que antes de festejar el título sabe que algunos miembros dejarán de pertenecer al club más ganador de Alemania, como el volante Thiago Alcántara, que dijo "sentirse el hombre más feliz del mundo", pero que continuaría su carrera en Liverpool, de Inglaterra. Tampoco la próxima campaña estará Philippe Coutinho, que debe retornar a Barcelona. "No he pensado mucho en el futuro, pero tengo que volver y tengo muchas ganas de trabajar duro para hacer un gran año la temporada que viene. No sé si en Barcelona, aunque tengo que volver ahí", señaló el crack brasilero a los medios españoles.

En un duelo entre campeones de sus ligas, algo que no se daba en la Champions desde hace 22 años, cuando se midieron Real Madrid y Juventus, Bayern Munich se encargó de escribir una nueva página de gloria a su rica historia de conquistas internacionales. El siguiente capítulo será el 24 de septiembre, cuando en Budapest defina la Supercopa de Europa frente a Sevilla.