Chárters desde Europa y burbuja sanitaria en Ezeiza: el millonario "operativo eliminatorias" de la AFA

La doble fecha de eliminatorias de octubre provocará en la AFA un desembolso inesperado. La asociación invertirá US$ 600.000 en dos vuelos chárters desde y hacia Europa para traer y devolver a 27 futbolistas, en la burbuja sanitaria en Ezeiza y en la expedición a Bolivia para jugar el 13 de octubre con el seleccionado del altiplano. Salvo el periplo a La Paz, que estaba previsto, los otros gastos son provocados por la pandemia. Y son a pérdida, porque los ingresos televisivos por partido son los mismos y habían sido firmados con anterioridad.

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"Toda la logística costará 600.000 dólares", le confirmó a LA NACIÓN una alta fuente de la AFA. El operativo se pule desde hace una semana, cuando la FIFA confirmó la doble fecha de octubre. La idea es que los dos contingentes de futbolistas lleguen desde una capital europea, y que el procedimiento se repita para el regreso. Además, habrá que coordinar el vuelo de Christian Pavón, quien vendrá desde los Estados Unidos (juega en Los Ángeles Galaxy). Walter Kannemann, de Gremio de Porto Alegre, dio positivo ayer de coronavirus y no podrá viajar para integrarse al seleccionado; en una situación similar podría estar Renzo Saravia, que se lesionó anoche la rodilla, en el partido que jugó para Inter de Porto Alegre.

Parte del dinero invertido se solventará gracias a los US$ 1,86 millones que la AFA percibe de la productora Torneos por cada partido como local (los de visitante no se cobran). Es decir que la tercera parte de los ingresos televisivos de la doble fecha FIFA de octubre se irán en el pago de toda la logística involucrada en el operativo. No hay antecedentes cercanos de un planeamiento tan costoso para dos partidos de fútbol del combinado nacional.

Además de la cuestión aérea, la AFA trabaja desde hace días en el predio de Ezeiza para terminar de poner en condiciones la concentración y adaptarla a los requerimientos de Conmebol. Lo mismo ocurre con la Bombonera, el estadio que será sede del partido entre la Argentina y Ecuador, el próximo 8 de octubre. Todas las adecuaciones implican una inversión monetaria que antes de la pandemia no estaba prevista. Además, las 60 personas que integrarán la delegación de la AFA en el viaje a Bolivia tendrán que ser testeadas con PCR y los responsables médicos del equipo argentino deberán mandar sus resultados a la Conmebol.

El resultado negativo en esa prueba, que debe hacerse a partir de las 72 horas anteriores al partido, es el último requisito burocrático para que los futbolistas puedan jugar. Un detalle: el protocolo de FIFA, que llegará hoy desde Zurich, contempla el regreso de los himnos antes del comienzo de los partidos, además de la ya clásica formación en línea de ambos equipos, con los árbitros en el medio.

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La AFA hará el esfuerzo económico porque tiene los recursos. Pero, además, porque la Selección es el juguete preferido de Claudio Tapia, su presidente. Autoproclamado "hincha número 1" del combinado nacional, el máximo dirigente del fútbol argentino ansía un gran éxito a nivel internacional como hito en su gestión. Y sabe que todos los partidos que pueda jugar el equipo que dirige Lionel Scaloni valdrán para lo que realmente importa: la Copa América 2021. Además, Tapia hará esta inversión millonaria con una sonrisa: hasta hace unos días, lo más probable era que Lionel Messi, suspendido, ni siquiera se tomara un avión desde España. Sin embargo, el castigo prescribió. Y el capitán argentino está habilitado para jugar contra Ecuador y Bolivia.

La radiografía argentina vale para cualquiera de las otras 9 asociaciones nacionales. Es cierto que todas necesitan los partidos de los seleccionados para emparejar las cuentas: sin fútbol no hay ni derechos de TV ni pago de sponsors, en muchos casos. Pero la ecuación distará de ser la ganancia que era hace unos años. La pandemia reconfiguró la economía del fútbol que, sin embargo, sigue jugándose en siete de los diez países del continente.

La Argentina es uno de ésos en los que la pelota está parada (Venezuela y Bolivia, los otros). Ayer habló el presidente de la Liga Profesional, Marcelo Tinelli. "Tenemos el torneo armado, votado y aprobado, para tratar de volver el 16 de octubre. Pero necesitamos la autorización del Ministerio de Salud", adelantó.

Depende, como tantas otras veces en los últimos meses, de que el Gobierno brinde su venia. Esa luz verde simboliza hasta qué punto AFA y Liga Profesional se encolumnan detrás del Poder Ejecutivo. Tanto, que en la última circular que la Conmebol remitió a los países sudamericanos de cara al reinicio de las eliminatorias figuran contactos para aceitar la burocracia de los permisos aéreos. Mientras la mayoría incluyó a empleados de las asociaciones nacionales, uno de los diez países puso a un funcionario del gobierno. Fue la Argentina.