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Castigo a Sterling enfrentará prueba en la corte

NUEVA YORK (AP) — La decisión de Adam Silver de desterrar de por vida a Donald Sterling y comenzar el proceso de removerlo como dueño de los Clippers de Los Ángeles ha sido universalmente alabada como un claro mensaje de que la NBA hará todo dentro de sus capacidades para proteger a sus jugadores, coaches, staff y socios corporativos contra el racismo.

Aunque el enfático veredicto del Comisionado de la NBA pudo haber ayudado a que la liga evitara un boicot de jugadores en los playoffs y si bien frenó un poco el éxodo de patrocinadores que le daban la espalda a los Clippers, también conlleva el riesgo de sentar un ambiguo precedente de arrebatarle un equipo a un dueño.

Abre, asimismo, la pregunta de si esta decisión sería ratificada en los juzgados.

"Estamos en territorio nuevo", dijo Gabe Feldman, profesor de leyes y director en el Programa de Leyes Deportivas de Tulane.

El dueño de los Mavericks de Dallas, Mark Cuban, quien más tarde emitió un comunicado de apoyo total a Silver, inicialmente expresó sus preocupaciones sobre una cuesta resbalosa que podría recorrerse al obligar a un dueño a vender su equipo debido a comentarios que supuestamente serían privados, sin importar lo ofensivos que hayan sido.

Silver enfrentaba una enorme presión para actuar de manera rápida y decisiva. En los días después de que se dio a conocer el audio grabado en el que Sterling hace varias declaraciones racistas a una mujer, Silver escuchó exigencias de solución por parte del presidente Barack Obama, Magic Johnson, Michael Jordan, LeBron James, Kobe Bryant y otras estrellas de la NBA. Vio a varios patrocinadores de primera línea cancelar o poner en receso sus acuerdos de marketing con los Clippers.

Además, los jugadores de los Clippers y el Heat entrenaron para sus juegos de playoffs con las camisetas de calentamiento al revés, como parte de una protesta silenciosa.

Roger Mason Jr., el primer vicepresidente del sindicato de jugadores de la NBA, dijo que los agremiados consideraron seriamente boicotear los juegos si la decisión de Silver no hubiera sido lo suficientemente severa.

Y luego Silver anunció su castigo para Sterling, una multa de 2,5 millones de dólares, una suspensión de por vida y una convocatoria de la Liga a la junta de dueños para votar y obligar a que Sterling venda los Clippers.

"El trabajo no ha terminado", dijo James el miércoles. "Ahora necesitamos que los dueños hagan su parte... fue un triunfo, pero no está finalizado".

Durante años, Sterling se ganó una reputación de testarudo litigante que busca la oportunidad de imponer su voluntad en la corte, así que muchos alrededor de la liga esperan un pleito legal. Feldman dice que Silver está en su derecho como Comisionado y bajo la constitución de la NBA de multar y suspender a Sterling.

"La pregunta del billón de dólares es si los aborrecibles, ofensivos y dolorosos comentarios hechos en una conversación privada alcanzan el nivel de circunstancias necesarias para provocar esta votación", dijo Feldman.

Los estatutos de la NBA, según Feldman, permiten a los dueños pedir una votación que requiere una supermayoría de 75% de aprobación para obligar la salida de un dueño, bajo circunstancias específicas, incluyendo la incapacidad de pagar las cuentas, apostar en juegos de la NBA o arreglo de partidos.

Pero no existe una mención específica al racismo o declaraciones igualmente ofensivas para provocar esa votación. Lo que hay es un lenguaje muy general que le permite a los dueños actuar si creen que uno de ellos no está actuando "en los mejores intereses del deporte".

Tal ambigüedad podría ayudar a Silver y la NBA en su defensa y al mismo tiempo podría abrirle la puerta a Sterling de luchar por el equipo del que ha sido dueño desde 1981.

"Existe una cierta posibilidad de que Donald Sterling demande señalando que el Comisionado y los dueños excedieron su autoridad bajo la constitución de la NBA y que los propietarios nunca contemplaron que se pudiera terminar una propiedad con base en conversaciones privadas, por más ofensivas que sean", dijo Feldman.

El dueño de los Timberwolves de Minnesota, Glen Taylor, presidente de la junta de gobierno de la NBA, ha estado en constante comunicación con Silver a lo largo del proceso y le dijo a la estación de radio de Minneapolis KFXN-FM el martes que entendía la preocupación inicial de Cuban.

"Vamos por un camino donde obligamos a la venta de un equipo y si lo hacemos una vez, ¿cuál sería el criterio en el futuro?" dijo Cuban.

"Es algo un poco riesgoso para otros dueños más adelante, y no es que estén preocupados de que su amante los grabe haciendo comentarios increíblemente ofensivos, pero ¿qué más podría obligarlos a vender sus equipos?" dijo Feldman. "¿Dónde se dibuja la línea entre lo que constituye causa suficiente para que los dueños puedan ser obligados a vender?

James no parece preocupado por las cuestas resbalosas o los retrasos en la corte. Para él, y para Silver, las acciones de Sterling ameritaban el castigo.

"En este caso en particular, por lo que peleamos, no creo que perjudique a nuestro deporte", dijo James. "Estamos peleando por sacar a un dueño de nuestra liga. No debería ser parte de ella. Sin importar cuánto tiempo tome, sin importar cuánto dinero cueste, necesitamos sacarlo de ahí.

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El periodista de AP Tim Reynolds, en Miami, contribuyó con este despacho.