Carreras de las Estrellas: expectativa récord para una serie repleta de interrogantes en Palermo

Emotion Orpen casi no ve del lado derecho, pero ya ganó cinco carreras
Fuente: Archivo - Crédito: C. Lares

La oportunidad de ver en acción a los mejores caballos de cada categoría a mitad de la temporada llega esta vez fuera de tiempo, por la prohibición de hacer carreras durante casi seis meses que sufrió el hipódromo de Palermo en medio de la pandemia. Creció la angustia, por la inactividad, y la ansiedad, reflejada en estas semanas con el elevado caudal de anotados. Las Carreras de las Estrellas cumplen 30 años y se disputarán este viernes desde las 12.30 con las tribunas vacías y sin siquiera los propietarios, como nunca. No obstante, la expectativa es superior a la de siempre.

Bielsa. Confirmó que sigue en Leeds y le dejó un mensaje a Liverpool

Por primera vez desde su creación, hay más de un centenar de ratificados. Suman 104, repartidos entre sus seis grandes premios y el clásico para productos velocistas, con bolsas de premios que suman 17 millones de pesos. Una particularidad: la serie de la Fundación Equina Argentina, que tiene una preinscripción cuando los equinos todavía están junto a su madre en el haras, brinda la posibilidad de un "enganche" a quienes no hayan sido anotados prematuramente. Lo intentaron en este caso los dueños de La Javiera, para incluirla en el Distaff, pero no fueron suficientes los 450.000 pesos para tener una gatera en la prueba para yeguas. No había lugar disponible. Inédito.

La recompensa mayor, con dos millones al vencedor, está en el Classic - Copa Escribano Hernán Ceriani Cernadas (2000 metros), programado para las 16.30. Entre sus protagonistas aparece Emotion Orpen, el caballo que no casi no ve del lado derecho pero ya ganó cinco carreras. Es uno de los tres únicos machos que ganaron grandes premios con la chaquetilla de Firmamento, pues la cabaña líder del turf argentino los vende a casi todos y se reserva potrancas. Entre las excepciones que le dieron alegrías impensadas a ese stud están también el tordillo Giacom, un petiso con nacimiento tardío (porque llegó en el vientre de su madre desde Estados Unidos), y The Great Day, que se despidió de las pistas argentinas al imponerse en el Classic de 2018. Antes, había sido recomprado por Juan Carlos Bagó cuando quien fue su segundo dueño iba a venderlo al exterior a poco de iniciar su campaña.

Como en 2019, Emotion Orpen volverá a correr el Classic; aquella tarde perdió por media cabeza
Fuente: Archivo - Crédito: C. Lares

"Un día descubrimos en el potrero que Emotion Orpen tenía el ojo muy inflamado, y no sabemos si fue porque se pegó contra algo u otro caballo lo pateó sin querer. Parecía que se le iba a romper la córnea, pero por suerte no sucedió. Igual, quedó con poca visión y el ojo hundido", recuerda el veterinario César Valle, director general del haras. Por pedigree y físico a Bagó le encantaba ese zainito nacido el 5 de septiembre de 2015 y entonces decidió "no malvender a un potro con un defecto" y quedárselo.

"En el crecimiento, ese defecto no incidió, estuvo integrado normalmente al resto de la manada. Cuando llegó el momento de ser entrenado y correr mostró una garra tremenda, definiendo incluso cabeza a cabeza varias carreras. Por ahí, si la visión fuera normal hubiese ganado alguna de las que perdió, pero eso nadie lo sabe. Los jockeys que lo montaron nunca identificaron que eso sea un problema", explica Coco, y agrega que fue el último caso de ese estilo en la cabaña, donde nacen alrededor de 200 caballos cada año. "Es un hecho poco frecuente en el turf", asegura Valle.

El caballo tiene cinco primeros puestos, tres de ellos en Palermo y los otros dos en La Plata, ambos por varios cuerpos. Las dos veces que corrió en el verano, antes de que se prohibieran las carreras por la cuarentena, las ganó, en la misma distancia donde competirá este viernes. El año pasado, este Classic se le escapó por media cabeza, en un final con tres caballos separados por centímetros. Su jockey es el brasileño Francisco Gonçalves, el último ganador de la estadística nacional.

Emotion Orpen ganando el Clásico Otoño

En la lista de rivales, tiene un abanico variopinto. Desde Puerto Real, que correrá por tercera vez una prueba de las Estrellas, hasta Pinball Wizzard, de flojo rendimiento en el Latinoamericano de marzo, en el césped pesado. Aquél ya ni luce los colores que llevaba cuando ganó la división Juvenile de 2017 y al quedar muy lejos en la Mile de 2018, sino que tiene patrones cordobeses. El otro, vuelve a la cancha en la que atropelló a su última conquista, en noviembre.

En el contexto atípico actual, no se animaron yeguas, pero sí simples ganadores, como American Dad, Maroon Five y King Slew, que en la vieja normalidad no habrían llegado a tener puntos suficientes para correr. Y las ilusiones llegan hasta Río Cuarto, desde donde viaja In Your Honor, cuya última conquista (no computable) la logró en ese hipódromo montado por Pablo Falero. Pasaron 10 meses.

Joy Canela, mejor hembra de 3 años de 2019, estuvo anotada en el Classic, pero finalmente quedó confirmada en el Distaff, igual de numeroso, con el máximo de 15 gateras llenas. Es la candidata por pergaminos.

Joy Canela ganando la Polla, en 2019

Con poco rodaje desde que pudieron iniciar sus campañas, los clásicos para potrancas y potrillos, los más jóvenes en competencia, tienen varios debutantes en cada una de las tres pruebas de su categoría. Correr contra ganadores, en condiciones normales suele ser una desventaja, pero en este momento tiene mucha incidencia la preparación, más allá de los pergaminos. Es como llegar al Mundial con un plantel en el pico de su rendimiento, aunque el seleccionado no haya tenido unas eliminatorias brillantes. Eso sí: en toda la historia de la serie, apenas dos ejemplares salieron de perdedores en alguno de sus clásicos: el potrillo Tamarjín, en el césped de San Isidro, y la potranca Chloris, bajo la lluvia en Palermo.

Desde el regreso de las carreras en Palermo, los caballos que van desde otro hipódromo no pueden ingresar a la villa hípica antes de las 6 del día que compiten. Para los que lo harán en estos clásicos hay una excepción, con la posibilidad del acceso al sector de tránsito el día previo, aunque el peón no podrá quedarse. Tener que pasar la noche viajando por horas y llegar con el caballo cansado, como reza el dicho, era un motivo de preocupación para muchos candidatos.

Respiraron, entonces, varios. Zamindar Quit, un potrillo de un stud neuquino que se inició en La Pampa, es un representante patagónico de primera línea en el Sprint Junior (G3-1000m). Marquesa Key, que lleva tres éxitos en fila y estará en el Juvenile Fillies (G1-1600m), es preparada en Mar del Plata, en un hipódromo cerrado hace 12 años y cuyo mantenimiento de la pista lo costean los propios entrenadores y dueños que mantienen sus studs en los alrededores.

Ambos, por ejemplo, no corren desde marzo, a diferencia de Wonderful Key o Nixon Joy, dos de los cuatro potrillos invictos que estarán en el Juvenile. Ellos debutaron ganando hace apenas dos semanas, la tarde del regreso de las carreras a Palermo en medio de la pandemia. "Aunque no es lo ideal, prefiero que venga de correr a fines de agosto y no que reaparezca de seis meses", le dijo Juan Carlos Maldotti, preparador del primero de ellos, a la red social Gamblers Argentina.

Vettel firmó con Aston Martin: los detalles y el mensaje optimista

La división Mile (G1-1600m) y el Sprint (G1-1000m), con 16 ratificados en cada caso, completarán la propuesta al caer la tarde, en dos grandes premios sin una figura sólida y con muchas incertidumbres por la inactividad de la mayoría de los anotados.