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Carapaz, un tipo sencillo con el "Infinito" en las manos y los pies en la tierra

Quito, 11 jun (EFE).- El ecuatoriano Richard Carapaz, que el lunes regresó a su país en medio de un mar de homenajes por su hazaña de ganar el Giro de Italia, tiene "los pies en la tierra" y la mirada puesta en la Vuelta a España de agosto próximo.

Dueño del trofeo "senza fine" (Infinito) tras haber ganado el último Giro, y aún en medio del vértigo del triunfo, Carapaz acaba de regresar a su país tras una gesta que le ha convertido en un auténtico héroe nacional.

"Hay que dejarse llevar (por la fama) pero con los pies en la tierra", dijo este martes a Efe en una entrevista en Quito, poco antes de ser recibido por el presidente Lenín Moreno y ser objeto de un multitudinario homenaje en la Plaza Grande, donde se evocan a los héroes nacionales ecuatorianos.

Como aquellos hace casi 200 años, Carapaz, un "tipo muy sencillo", tiene mecanismos para evitar que el éxito se le suba a la cabeza y poder así centrarse en los siguientes peldaños de su carrera deportiva.

La semana pasada, un día después de convertirse en el segundo latinoamericano en ganar el Giro, después del colombiano Nairo Quintana en 2014, el ecuatoriano dejó claro que no irá al Tour de Francia este año.

"Cuando me inicié en el ciclismo el sueño era el rosa del Giro y este año me mentalicé para ello. No tengo el Tour en mis planes. En dos temporadas probaré, no sé si para ganarlo, pero lo intentaré", señaló sobre esa prueba, conocida por su dureza y capacidad de resistencia.

Para lo que sí dice estar preparado es para la Vuelta a España, el próximo agosto, que "tendrá lo suyo, con crono y mucha montaña".

Y es que Carapaz, de 26 años, tiene claro que, aunque ahora esté en la cumbre del ciclismo, "en cualquier momento" puede fallar y que no es más que nadie, según sus propias palabras.

Con una carrera labrada con esfuerzo propio y marcada ausencia de apoyo estatal, el ciclista no tiene aún conciencia de hasta dónde puede llegar su carrera deportiva.

En mente, la posibilidad de "darle continuidad al Infinito" de Italia, ese trofeo en forma de espiral que tiene grabado su apellido junto al de los mejores en una de las tres carreras por etapas más importantes del ciclismo mundial.

"Vamos a ir poco a poco, paso a paso, el sueño está latente. Si puedo escribirlo cinco veces, que sean cinco veces, pero pienso ir poco a poco, año a año, siempre con los pies en la tierra. Paso a paso, así como he ido estos últimos años, siendo consciente de lo que puedo hacer, de lo que puedo lograr", dijo a Efe.

Natural de la ciudad de Tulcán, donde este miércoles será objeto de otro homenaje por sus vecinos de siempre, Carapaz siente que, a nivel personal, lo tiene "todo": padre, madre, esposa y dos hijos de 5 y 2 años.

"De aquí a cinco años espero verme siendo la misma figura paterna para mis hijos y amándole siempre a mi esposa", señaló.

Con sus hijos aún pequeños, se considera un "privilegiado" por poder llevarse a su familia cada vez que debe alejarse largas temporadas de Ecuador, aunque es consciente que no podrá hacerlo cuando estén escolarizados.

"De momento estoy bien aquí en Ecuador, pienso quedarme aquí. Las barreras y los límites los vamos poniendo nosotros, así que eso no me supone ninguna dificultad", agregó el también conocido como la "locomotora del Carchi", por la provincia donde se halla Tulcán.

Satisfecho de sus logros hasta ahora, Carapaz no ahorra en críticas a su país por el poco apoyo que le da al ciclismo, y espera que "haga conciencia del diamante en bruto" que hay en esa disciplina a nivel local, sobre todo en el Carchi, donde él mismo ha fundado una escuela.

Porque no quiere que otros deportistas "sufran tanto" como él por la falta de apoyo: "No me gustaría que (lo) pasen otros deportistas porque la verdad es que yo la pasé muy mal y no se lo deseo a nadie".

Y cree que una de las piezas claves para ser "un gran campeón" es saber perder, porque hay muchas veces que uno cae y tiene "que salir de ese hueco", "estar preparado siempre para perder de la mejor manera" y "aceptar errores".

Susana Madera

(c) Agencia EFE