Campeón en Cincinnati: el ruso Medvedev, un robot inagotable que no luce, pero hace mucho daño

Daniil Medvedev no luce. El tenis del moscovita de 23 años es poco vistoso. A algunos, inclusive, los aburre. Su patrón de juego no va de la mano con la creatividad ni la improvisación. En su abanico de recursos todo parece quirúrgicamente programado. Sin embargo, la explosión y la precisión de sus tiros y movimientos hacen demasiado daño en el rival. En su decimosexto partido en veinte días, Medvedev, un robot inagotable, venció al belga David Goffin por 7-6 (7-3) y 6-4, en Cincinnati, para conquistar por primera vez un torneo de categoría Masters 1000. De este modo, alcanzará su mejor posición histórica, 5º (el último ruso en el Top 5 había sido Nikolay Davydenko en 2010). Y a solo una semana del arranque del Abierto de los Estados Unidos -último Grand Slam del año- es imposible no encumbrarlo entre los favoritos.

"Medvedev es uno de los mejores jugadores del mundo. Ha mejorado mucho desde el Abierto de Australia hasta ahora. Su derecha es más sólida, su movilidad ha mejorado, su saque es impresionante. Tiene un segundo servicio que es casi como el primero". El elogio que no pasó inadvertido en la noche del sábado en Cincinnati, en el estado de Ohio, le pertenece a Novak Djokovic. El número 1 del mundo cayó por 3-6, 6-3 y 6-3 en las semifinales del torneo estadounidense frente a Medvedev y no ahorró en cumplidos.

Hace exactamente un año, Medvedev era el 56 del ranking ATP y perdía en la primera ronda de Cincinnati (frente a Borna Coric), pero hoy el panorama es muy distinto: con 44, es el jugador con más victorias en la temporada, superando a Rafael Nadal (41). Después de caer en la tercera ronda de Wimbledon, el ruso logró un furioso sprint, jugando tres finales consecutivas: antes de Cincinnati, perdió con el australiano Nick Kyrgios en el ATP 500 de Washington y frente a Nadal en Montreal, por el Masters 1000 canadiense.

Medvedev se transformó en el jugador más joven en ganar Cincinnati desde que lo hiciera el escocés Andy Murray, con 21 años, en 2008. Además, ese Masters 1000, el séptimo de los nueve del tour (restan Shanghai y París-Bercy), representó el quinto título de la carrera de Medvedev, el segundo de 2019 (ganó Sofía, en febrero). Fanático de las consolas de videojuegos y entrenado por el francés Gilles Cervara, cimenta su juego en un servicio hiriente y en golpes muy poderosos desde la línea de fondo (ostenta un revés fortísimo muy difícil de leer). Se marchó de Cincinnati con aproximadamente 50 aces y habiendo perdido solamente un set (contra Djokovic). Además, lució una excelente capacidad atlética para soportar tantos desafíos en poco tiempo, casi sin respiro.

La victoria de Medvedev frente a Goffin significa que, ahora, hay cinco rusos campeones de al menos un Masters 1000: igualó a Marat Safin (5), Davydenko (3), Andrei Chesnokov (2) y Karen Khachanov (1). Hace, además, que Rusia se convierta en el sexto país con al menos 12 títulos de esa categoría, después de España (54), EE.UU. (48), Serbia (33), Suiza (29) y Gran Bretaña (16). Con Medvedev, Khachanov (9º) y Andrey Rublev (70º; en Cincinnati eliminó a Roger Federer en los 8vos de final), el equipo ruso se convierte en uno de los favoritos para las Finales de la Copa Davis, en noviembre en Madrid. Pero para el estreno del nuevo formato en la búsqueda de la Ensaladera restan tres meses y Medvedev quiere hacer ruido en el US Open. Tiene con qué.

Se pondrá en marcha la clasificación para el US Open. Este lunes, Facundo Bagnis vs. Alex Rybakov (EE.UU.), Guido Andreozzi vs. Tobias Kamke (Alemania), Federico Coria vs. Pedro Martínez (España) y Pedro Cachin vs. Blaz Kavcic (Eslovenia).

El martes, Marco Trungelliti vs. James Duckworth (Australia), Carlos Berlocq vs. Kamil Majchrzak (Polonia) y Paula Ormaechea (jugó en Flushing Meadows por última vez en 2014) vs. Varvara Flink (Rusia).