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Bryson DeChambeau: el golfista que ajusta el swing mientras duerme

Bryson DeChambeau defiende el título del US Open
Bryson DeChambeau defiende el título del US Open

Se comportó como un chico travieso para atenuar el morbo reinante, aunque seguramente le imprimió una dosis de malicia a su reacción. Mientras Brooks Koepka daba una entrevista al finalizar la primera vuelta del US Open en Torrey Pines, Bryson DeChambeau pegó un salto desde atrás y saludó a la cámara, justo cuando iba camino al tee del 1 para comenzar su recorrido. Fue un capítulo más –en este caso en clave de broma- de la conflictiva relación entre dos de los mejores golfistas del mundo: el Científico, en su condición de defensor del título del US Open, y Koepka, que ostenta el fresco recuerdo de su doble consagración en este major (2017 y 2018). Ambos habían evidenciado su desprecio mutuo en el PGA Championship, en una situación similar fuera de la cancha.

A falta de Tiger Woods, que se recupera físicamente del accidente automovilístico que sufrió en febrero pasado, DeChambeau se convirtió en uno de los principales focos del PGA Tour. Un personaje necesario para un circuito al que le faltan más golfistas pintorescos y donde sobran jugadores de laboratorio. Es cierto que Phil Mickelson volvió a encender pasiones hace algunas semanas, cuando al borde de los 51 se consagró en el PGA Championship. Pero este implacable bombardero, que ya demostró su valía y no es solo marketing, simboliza el presente y futuro. Y también es un hombre decidido a innovar y a evolucionar en el golf, como si probara con tubos de ensayo.

Toda la potencia de Bryson DeChambeau con el driver; un bombardero
Toda la potencia de Bryson DeChambeau con el driver; un bombardero

Para bien de aquellos espectadores sin tapabocas que caminan entusiasmados el trazado de par 71, DeChambeau se garantizó la continuidad en la cita que se disputa en San Diego, California, con una valiosa segunda vuelta de 69 golpes (-2). Logró ponerse en contención con el par total de la cancha (142) y se predispone a apostar fuerte en el fin de semana. El jugador de la boina quedó a 5 golpes de un puntero que no estaba en los planes de nadie: el inglés Richard Bland, un veterano de 48 años que paga 500 a 1 en las apuestas y juega el cuarto major de su carrera. También se mantiene arriba el norteamericano Russell Henley, mientras que Fabián Gómez pasó el corte con lo justo tras una segunda vuelta de 76 (+5) y un total de 146 (+4).

Para bien o para mal, DeChambeau brinda espectáculo. Es probable que los movimientos de sus swings tengan muy poca plasticidad y no se vean estéticos, pero ese juego de palancas que ejecuta con su cuerpo provoca disparos que estremecen al público por la fuerza del impacto. Ayer arrancó por el hoyo 10 y tropezó con bogeys en ese hoyo y en el 12, aunque luego empezó su escalada con birdies en el 13, en el 16, y sobre todo con el águila en el hoyo 18: a un drive de 340 yardas al fairway le siguió un segundo tiro al green; le quedó un putt de 7 metros y medio que entró en el hoyo después de un cálculo exacto de la caída hacia la izquierda. En el trayecto de vuelta (1-9) alternó dos birdies y dos bogeys, pero se sintió mayormente estabilizado, en una cancha en la que cualquier tiro es un potencial desastre, debido al rough amenazante en todo el contorno.

Bryson DeChambeau se despertó en la madrugada del viernes y encontró una nueva forma de pegar
Bryson DeChambeau se despertó en la madrugada del viernes y encontró una nueva forma de pegar

DeChambeau no se había quedado nada conforme con su primera vuelta de 73 golpes (+1), entonces no dudó en dirigirse al driver range de Torrey Pines para tirar pelotas cuando caía la tarde del jueves. A las 21.20, con iluminación artificial, ya no lograba divisar hacia dónde volaban sus pelotas, así que volvió a su casa. Pero seguía tan disgustado que prefirió no hablar con nadie hasta encontrar el swing. Refunfuñaba por dentro, tenía bronca y estaba frustrado. Cenó y se fue a dormir. Pero de pronto, se iluminó: “En una de esas, estaba durmiendo y en el medio de la noche se me vino algo a la mente y me desperté. Pensé, ‘Hmm, voy a intentar esto’. Así que salí, probé y dio resultado, simplemente manteniendo la muñeca derecha doblada durante mucho más tiempo durante el golpe. La cuestión era estabilizar la cara del palo y funcionó en su mayor parte con el driver, pero no con los hierros”.

Como si fuera un maestro de escuela, DeChambeau –el mismo que aumentó 20 kilos y se convirtió en un coloso a partir de una dieta rebosante en calorías- se animó a ponerse calificaciones para cada parte de su juego: “Le doy una C- a mi juego con los hierros, una B al drive y una A al putting. Realmente estoy jugando muy bien alrededor del green”, mencionó el jugador de 27 años oriundo de Modesto, California, y que se graduó en Física en la Southern Methodist University.

Es un golfista cuya mente piensa las 24 horas en su propio deporte y que hurga en cualquier posibilidad para ser mejor. Es conocida la anécdota de que en su mesa de luz siempre tiene a mano una lapicera y un anotador para apuntar ideas y posibles correcciones. Con todo recalibrado, este fin de semana se lanza decidido hacia la defensa del título del US Open.

Fabián Gómez y una clasificación al límite

Sufrió hasta el hoyo final, pero Fabián Gómez se mantiene vivo en el US Open, el último major en el que le faltaba participar. Una segunda vuelta de 76 golpes (+5) y el total de 146 (+4) lo dejaron en el puesto 58º, justo en el límite para seguir en carrera.

A diferencia del buen rendimiento de la primera vuelta (71, -1), este viernes nunca pudo estar inspirado y el birdie fue una quimera. Por caso, solo pagó con un doble bogey (14) y bogeys en el 1, 11 y 14. Le tocó salir por la tarde, con greens más duros y una cancha más complicada para todo el field.

Fabián Gómez y el alivio por seguir en carrera
Fabián Gómez y el alivio por seguir en carrera (HARRY HOW/)

El chaqueño arrancó por el hoyo 10 y su pase al fin de semana corrió mucho peligro. En su hoyo final, el par 5 del 9, desvió su salida a la izquierda y pudo dropear sin penalidad. De esa forma, alcanzó el par y entró en un corte clasificatorio que a último momento se corrió a +4. “La cancha es más difícil por la tarde; de todas maneras, no tuve un buen día: pegué muy mal de salida y tampoco metí putts. Lo importante era pasar el corte y tener dos días para luchar el fin de semana. Espero tener dos buenas rondas; veremos cómo me siento con el drive y con el putter, dos palos a mejorar”.

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