Bolivia-Argentina. Receta española: quién es el DT de confianza que aconsejó a Scaloni cómo jugar en La Paz

El llamado telefónico de Lionel Scaloni lo encontró al director técnico español Miguel Ángel Portugal confinado en su domicilio de Madrid, donde permanece desde que en mayo se desvinculó del equipo de Royal Pari, a causa de que el fútbol boliviano sigue paralizado por el doble efecto de la pandemia y los conflictos políticos de la Federación de Fútbol.

El entrenador del seleccionado argentino lo conoce a Portugal desde que éste lo dirigió en 2007 en Racing de Santander.Y fue en busca de sus consejos, sugerencias y asesoramiento, ya que su colega español -un trotamundos de 64 años, que en los últimos 25 pasó por 16 clubes de cuatro continentes- condujo a Bolívar, de La Paz, entre 2012 y 2013. Su experiencia en el fútbol boliviano atraviesa los tres niveles de altitud: los 3642 metros de La Paz; los 2574 de Cochabamba (dirigió a Jorge Wilstermann), y los 416 de Santa Cruz de la Sierra (Royal Pari).

Scaloni fue un poco contra los manuales de cómo afrontar los efectos de la altura al pasar en La Paz las dos noches previas al partido Bolivia-Argentina de esta tarde, a las 17 de nuestro país. Eligió una tercera vía, distinta a la que recomienda llegar al lugar sobre la hora del encuentro y a la de hacer una adaptación de tres semanas, inviable porque no dispone de los futbolistas durante un período tan largo.

En la conferencia de prensa, Scaloni dio la razón de esta elección: "Queremos hacer un entrenamiento acá. Ver el bendito viaje de la pelota, cómo pica, cómo viene, queremos que los jugadores tengan una referencia. Cuáles son las reacciones físicas, porque necesitamos jugadores al cien por cien". Esas evidencias las tuvo por la tarde, en la práctica realizada en The Strongest, donde no dispuso una formación titular porque sobre el espacio sobrevolaron unos drones que despertaron sospechas.

La variante de aterrizar dos días antes de un cotejo en la capital boliviana le dio buenos resultados recientemente a Palmeiras, que por la Copa Libertadores le ganó 2-1 a Bolívar, aunque tuvo una cuota de suerte como aliada porque el equipo de Claudio Vivas desperdició varias oportunidades de gol cuando las reservas físicas de los brasileños empezaron a escasear.

Scaloni escuchó atentamente los comentarios que le acercó Portugal, que hizo más hincapié en los aspectos futbolísticos que en los condicionantes de la altitud. "Lionel es muy listo y no necesita consejos. Solo cambiamos impresiones en diálogos muy divertidos y amenos. Fue una charla por la buena relación que mantenemos desde hace tiempo", expresó Portugal a la FM Club 947.

El entrenador, que en sus comienzos dirigió al Real Madrid B, C y al filial Castilla, expuso su diagnóstico y receta: "Si un jugador está bien físicamente, se aminora la consecuencia que pueda tener la altura. No es un problema la falta de oxígeno si tienes a los jugadores bien posicionados, se colocan bien, hacen las pausas y tienen la pelota. La mayor dificultad es el efecto que toma la pelota en los centros, la velocidad del balón en los pases y en los tiros de media distancia. La adaptación inicial es fundamental. No es tanto lo que van a notar a nivel físico como a nivel técnico".

Esta familiarización de los futbolistas con el desplazamiento que toma la pelota en un ambiente con menor presión atmosférica es lo que intentó Scaloni. "Siempre digo que los primeros 20 minutos de un partido en la altura son muy importantes porque hay que calibrar bien el control, la llegada y el toque del balón. Porque uno puede ir a cabecear y en vez de darle con la frente le entra con la coronilla. O pone el pie para recibir un pase y la pelota le da en la canillera. Esa adaptación es la que más cuesta. Hay que evitar recibir centros y remates al arco. Los laterales lo van a buscar a Moreno Martins. La Argentina tiene muy buenos jugadores, de calidad, como para que haga correr al rival más de lo que corran ellos. Si se sale a jugar un partido de ida y vuelta, es probable que lleve las de perder. De eso estuvimos hablando con Leo", agregó Portugal.

Scaloni respondió que no recurrió a ninguna ayuda psicológica para el plantel. Históricamente, el fútbol argentino fue de hacerse mucho la cabeza con la altitud, más allá de que es real que las condiciones en que se disputan los partidos difieren mucho con las del llano. Portugal se refirió al tema: "También es una cuestión de mentalidad. Por decirlo de alguna manera, muchas veces el jugador se come el coco con que se va a ahogar, a asfixiar, que le van a poner bombas de oxígeno en el vestuario. No es para tanto. El jugador que está bien físicamente no sufre en exceso la altitud. Yo vi en el Hernando Siles el 1-1 de 2013 y Di María, un jugador fibroso, rápido y ágil, fue el mejor del partido. Ahora lo tiene a Ocampos, que es potente y poderoso. La incidencia es muchas veces mayor en la cabeza que en el físico".

En la conferencia, Scaloni repitió varias veces que es "un partido de máxima dificultad". Y ubicó a Bolivia como "uno de los mejores equipos del mundo cuando juega en La Paz". Su plan es "hacer un partido inteligente. Si venís a defender y tirar la pelota para arriba, no se consigue nada". Para conseguir más posesión, Exequiel Palacios o Nicolás Domínguez son los candidatos a reemplazar al lesionado Marcos Acuña. El desafío es que jugadores que conviven con una pelota desde que dieron los primeros pasos en sus vidas no la sientan esta tarde como un instrumento extraño.