Anuncios

Boca-River: Armani y Andrada, los guardianes del arco, un duelo que atraviesa la historia del superclásico

Armani y Andrada, los guardianes de los arcos en el superclásico del martes

El duelo atraviesa la historia del superclásico. Los arcos de River y de Boca tuvieron guardianes que dividieron opiniones, nombres con estilo propio, que sellaron ciclos y alimentaron uno de los ejercicios preferidos de los argentinos: las antinomias. Franco Armani y Esteban Andrada son los ejes que en el presente fraccionan las preferencias. Ellos ensayan una pulseada cuyos movimientos se reflejan en la campaña de sus equipos, aunque el resultado también repercute en la selección. Una puja que no es nueva, aunque los protagonistas que esta noche en la Bombonera se mirarán de reojo de un área a otra, son nombres que se repiten en las convocatorias de la Argentina y que asoman para empezar el recorrido de las eliminatorias para la Copa del Mundo de Qatar 2022.

En el pasado, Amadeo Carrizo y Antonio Roma marcaron una época; también Ubaldo Fillol y Hugo Gatti. Los arqueros de jerarquía, en su mayoría, rindieron examen en River o en Boca para ser considerados de elite. Armani puede dar crédito: campeón con Nacional de Medellín de la Copa Libertadores 2016, club del que se despidió con honores, sus actuaciones con la camiseta de los millonarios fueron las que le posibilitaron sacar pasaje para el Mundial de Rusia 2018 y también adueñarse del puesto en la reciente Copa América de Brasil. El casildense es un arquero que no convierte goles, pero que gana partidos. Y esa es una de las virtudes que provocó que el técnico Marcelo Gallardo lo eligiera para blindar un arco que se quedó sin referente después de la partida de Marcelo Barovero, que aceptó en 2018 una irresistible oferta del fútbol mexicano.

Si Armani resultó uno de los pilares para la histórica conquista en Madrid, después de vencer a Boca en el Santiago Bernabéu, también se presenta como figura en el actual recorrido, esa aventura con la que River desea levantar por primera vez de manera consecutiva el trofeo más preciado del continente. Las estadísticas demuestran las razones por las que el arquero que hace seis días cumplió 33 años es una pieza sin recambio para la estructura: en siete de los 11 juegos del certamen, el equipo no concedió goles; además, detuvo dos penales en la definición frente a Cruzeiro, en Belo Horizonte, por los 8avos de final.

En suelo brasilero, Armani se agiganta: en 2018, su respuesta no fue la más satisfactoria en la derrota 1-0 con Gremio, en la semifinal que se jugó en el Monumental. Pero en el desquite, con el marcador 0-1, le ahogó el festejo a Everton y esa acción empujó la reacción para diseñar un agónico 2-1 y el boleto para la definición con Boca. Y ante el rival de siempre también hizo gala de su destreza: en la Bombonera y con el score 2-2 le ganó un mano a mano a Darío Benedetto que pudo modificar el curso de la serie. Al final de la aventura, se erigió como el arquero de mayor cantidad de salvadas de la Copa; en River, en 40 de sus 78 partidos no le anotaron.

Para Andrada, los cruces con River en la Copa Libertadores son recurrentes en los últimos tres años. Fue el guardavalla de Lanús en la polémica llave de semifinales de 2017, cuando los granates revirtieron la serie y se clasificaron por primera vez para definir el título; en la temporada pasada, la lesión frente a Cruzeiro -fractura de mandíbula, tras chocar con el zaguero Dedé, en el encuentro de ida de los 4tos de final- provocó un debate y la contratación del guardavalla boliviano Carlos Lampe para ser suplente de Agustín Rossi, quien atajó en el desquite en Belo Horizonte, en las semifinales con Palmeiras y en el empate 2-2 con River en la Bombonera. El cuerpo técnico que comandaba Guillermo Barros Schelotto le devolvió el puesto a Andrada en Madrid.

Sobrio, de atajadas en las que se expresan los extraordinarios reflejos, el juego con los pies también es una de sus virtudes. Pero todas esas características sucumbieron ante la desesperación en España. Andrada trepó al área rival y nunca en el desarrollo de un partido quedó -ni tampoco seguramente quedará- tan cerca de Armani, que rechazó con los puños en tiro de esquina que lanzó Cristian Pavón y articuló el primer eslabón de la corrida que terminó con el tanto de Pity Martínez.

Andrada, un arquero récord que es observado por PSG

River, en dos oportunidades, y Athletico Paranaense, los únicos rivales que lograron encajarle dos o más goles desde que se calza el buzo de arquero xeneize. Sus estadísticas de imbatibilidad lo posicionan como arquero récord: 1129 minutos sin recibir goles. El mendocino esta noche será observado por emisarios de PSG; el radar del gigante francés lo detectó y su futuro podría estar en uno de los clubes económicamente más poderosos del planeta.

De 28 años, el viernes fue una de las piezas que se marchó ovacionada en la derrota con Racing, por la Superliga. Enfocado en el juego de esta noche, Andrada analizó: "No tenemos que ir como locos, hay que tener paciencia, porque si River nos convierte se va a complicar. No podemos quedar mal parados atrás".

Rivales en el superclásico, compañeros que comparten la pieza en la selección, el que se retire victorioso viajará a Santiago, de Chile, para disputar el 23 de noviembre la final de la Copa Libertadores. El derrotado, con seguridad, tendrá un premio consuelo con la convocatoria para atajar en los clásicos que la Argentina jugará con Brasil y Uruguay en la ventana FIFA del próximo mes.