El bingo como alternativa a bares y discotecas para trasnochar

El anuncio del cierre del ocio nocturno y de la limitación de horarios para los negocios de restauración impuesto por las Comunidades Autónomas hace algo más de un mes llegó rodeado de polémica y con las quejas de un sector que ha sufrido especialmente la crisis derivada de la pandemia y que, en algunos territorios, asegura ser víctima de un agravio comparativo con respecto a otro tipo de locales como bingos y casas de apuestas. No entienden propietarios de discotecas y pubs, por ejemplo, que ellos deban cerrar y otros, no. O que un restaurante deba bajar el cierre a la una, pero que el bingo pueda seguir abierto hasta las cuatro. Unas protestas a las que ha dado voz Eva Solla Fernández, coordinadora Nacional de Izquierda Unida en Galicia.

Explica Solla Fernández a través de un vídeo compartido en su perfil de Twitter y en referencia a la situación en Galicia que resulta incomprensible que los locales de hostelería sean obligados a cerrar a la una de la madrugada y que a las doce no puedan admitir clientes alegando razones de salud pública, pero que se permita seguir abriendo a bingos y casinos hasta las cuatro y las casas de apuesta hasta las dos pudiendo despachar bebidas. La dirigente de IU califica de “agravio comparativo” la situación y pide a la Xunta que actúe en consecuencia porque “las normas tienen que ser para todos y todas”.

Esta situación de horarios diferentes para distintos tipos de negocios del ocio nocturno no es algo exclusivo de Galicia. A principios de mes, en Asturias, los profesionales del sector señalaban esa misma incongruencia a su juicio de que ellos tuviesen que cerrar a la dos y otros negocios como los bingos pudiesen permanecer abiertos hasta las cuatro. Argumentaban entonces que eso estaba produciendo “un trasvase de gente de nuestros bares y discotecas a los bingos, cuando además hay una campaña para evitar que los jóvenes hagan apuestas”.

En Navarra, bingos y salas de apuestas se encuentran en el mismo epígrafe de la regularización de horarios durante la pandemia que la hostelería, la restauración y las terrazas cerrando todos la una de la madrugada, mientras otros como discotecas y pubs no pueden abrir.

En Valencia, la Asociación de Locales de Restauración y Ocio de Alicante (ALROA) acudió a los tribunales, pero no les ha servido de nada ya que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha ratificado las decisiones impuestas por la Generalitat que les impiden abrir a estos propietarios y permiten que los casinos continúen con su actividad.

El ocio nocturno están en pie de guerra a lo largo de toda la geografía española y en Canarias la Federación de Ocio y Servicios (FECAO) ha llamado a la movilización en señal de protesta por unas medidas que consideran que pueden ser la puntilla para un sector muy castigado por la crisis del coronavirus.

Esta disparidad de horarios y criterios entre discotecas y bingos, por ejemplo, hace que, como señalaban los empresarios asturianos, una parte de los clientes habituales de un tipo de ocio nocturno se acaben yendo al otro, en el que, tradicionalmente, el cliente se encuentra en una horquilla mayor de edad. Aún así, y sin datos oficiales más allá de algunas declaraciones, la situación de los bingos no es especialmente boyante. En Huelva, por ejemplo, se calcula que la actividad de los locales de juego ha caído en entre un 50% y un 60%.

En este sentido, en Madrid, hace unos días El Mundo publicaba que su actividad se había reducido en un 60% desde que abrieron en junio con respecto al año anterior y se hacía hincapié en el hecho de que el tipo de público que suele acudir a este tipo de locales suele ser mayores de 60, más vulnerables al coronavirus.

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En algunas zonas de España los bingos tienen permiso para cerrar después que los negocios de restauración. (Foto: Getty Images)
En algunas zonas de España los bingos tienen permiso para cerrar después que los negocios de restauración. (Foto: Getty Images)