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¿'Billy' Alvarez fuera del club? Lo que necesita Cruz Azul para ser campeón

Cruz Azul fue eliminado por el América en los cuartos de final del Clausura 2019. / Foto: Getty Images
Cruz Azul fue eliminado por el América en los cuartos de final del Clausura 2019. / Foto: Getty Images

Cruz Azul jugó como nunca ante el América… y no fue campeón de Liga MX como siempre, o como hace 21 años para ser exactos.

Esa es la frase cada vez más recurrente de los aficionados de La Máquina, el tercer club más grande de México, pero que no gana un título en la liga local desde 1997.

Torneos pasan, jugadores, entrenadores, directores deportivos y hasta estadios han cambiado, pero el club sigue sin ser campeón en el torneo local.

¿Qué necesita hacer Cruz Azul -que no ha hecho- para ser campeón?

Parece una respuesta sencilla: cambiar a su presidente Guillermo Álvarez Cuevas, quien lleva 31 años en el cargo con un solo título de Liga MX ganado.

Cuando “Billy” llegó a la presidencia de Cruz Azul en 1988, La Maquina era de los clubes más poderosos, con una creciente afición en México, pero todo cambió… para mal.

Una vida, pocos éxitos

La era de “Billy Álvarez” frente a La Máquina ha sido una etapa triste para el club, sin éxitos deportivos.

Guillermo Álvarez (centro) es presidente de Cruz Azul desde 1988. /Foto: Getty Images
Guillermo Álvarez (centro) es presidente de Cruz Azul desde 1988. /Foto: Getty Images

“Billy” Álvarez -quien tiene 74 años y ha estado toda su vida en Cruz Azul, un club que le pertenece a la cementera Cruz Azul- es hijo de Guillermo Álvarez Macías, quien fue el fundador del equipo y lo convirtió de un club pequeño que jugaba en un pueblo llamado Jasso en el estado de Hidalgo, en un club poderoso, una máquina para jugar al futbol -de ahí el apodo del club- y en uno de los más grandes del futbol mexicano.

Cuando “Billy” Álvarez asumió la presidencia de Cruz Azul en 1988, La Máquina tenía siete títulos de Liga en el futbol mexicano, los mismos que el América, por nueve de Chivas, tres del Toluca y dos de Pumas.

Ahora, 31 años después, Cruz Azul tiene ocho campeonatos, el América 13, las Chivas 12, el Toluca nueve y los Pumas siete.

Y la sequía seguirá por lo menos seis meses más después de que Cruz Azul fue eliminado por el América en los cuartos de final del Clausura 2019.

Esta eliminación incluso provocó que Carlos Hermosillo, leyenda del club y quien anotó el gol que les dio el último título ante León en 1997, criticara la presidencia de Álvarez Cuevas.

Bajan los aficionados

La sequía de títulos de Cruz Azul ha provocado que la afición que sigue al equipo disminuya en una proporción alarmante.

Según la encuesta “La afición al futbol soccer en México en 2018” de Consulta Mitofsky, en 2018 solo el 8.8% de los aficionados mexicanos le iban a Cruz Azul.

Esa cantidad es casi la mitad de las personas que seguían a Cruz Azul en 2008, que era del 14%.

Aunque se considera a Cruz Azul como uno de los clubes grandes del futbol mexicano, su afición ahora está muy por debajo de la de Chivas (21.7%), América (20.9%) e incluso hasta de los Pumas (9.7%).

“Cruzazulear”

La falta de títulos y las seis finales de Liga perdidas de forma seguida han provocado que en la redes sociales los aficionados inventaran el verbo “cruzazulear” para burlarse del club celeste.

Inclusive, la empresa editorial Larousse Latinoamérica definió la palabra “cruzazulear”.

¿Por qué no deja el puesto “Billy” Álvarez?

Cruz Azul, a diferencia de otros clubes, es una empresa que le pertenece a la Cooperativa La Cruz Azul, que a su vez le pertenece a los socios de la cooperativa.

Para que Guillermo Álvarez deje el puesto de presidente del club, los más de mil accionistas deben votar en una asamblea su salida. Pero la familia Álvarez Macías es la más poderosa de los socios y controla la Cooperativa.

Y “Billy” Álvarez ha decidido que él merece seguir como presidente. Y además de que no tiene deseos de dejar el puesto, ya prepara a su hijo Robin como su relevo para cuando él fallezca para el perjuicio de Cruz Azul y de sus aficionados, y el beneplácito de sus rivales.