Un mito realmente disparatado: Bill Gates no te inyectará microchips... no podría ni aunque quisiera

Bill y Melinda Gates en un acto de apoyo a la vacuna de la polio en África | imagen Timothy A. Clark/AFP/Getty Images
Bill y Melinda Gates en un acto de apoyo a la vacuna de la polio en África | imagen Timothy A. Clark/AFP/Getty Images

Aquellos que nos dedicamos a comunicar nos encontramos con frecuencia con un peliagudo dilema cuando nos enfrentamos a un bulo. Desmentirlo siempre supone concederle algo de difusión y regalarle una publicidad que no merece, por otro lado mantener silencio sin desmontarlo también ayuda a su propagación. En esta difícil tesitura entre dejarlo pasar o explicar su falsedad nos encontramos a diario. ¿Cuál es la estrategia adecuada? Ante la avalancha de fake news que nos rodea casi constantemente, muchos nos ponemos en el lugar de alguien con dudas que entra en internet, utiliza cualquier buscador y, entre los miles de resultados y noticias, no encuentra ninguna que desmienta o aclare un mito. A veces estos mitos son tan inverosímiles y disparatados que da pereza escribir un artículo para desmentirlos, y entonces sucede lo peor… todas las búsquedas que aparecen son de aquellos que apoyan esa mentira.

Vivimos tiempos complicados para la información veraz y contrastada. Incluso las paparruchas más increíbles cuentan con un enorme apoyo y difusión, incluso las más descabelladas. Entre estas últimas se encuentra el mito o rumor que Bill Gates va introducir microchips en las futuras vacunas del Covid con algún oscuro motivo de control mundial. Evidentemente, cualquier persona con un mínimo de conocimientos tecnológicos comprendería, en solo unos segundos, que sería una tarea imposible. Aun así, y según una encuesta de yougob, un 28% de estadounidenses cree en esta conspiración del microchip… este sorprendente porcentaje, aún crece hasta situarse en el 40% si el encuestado se declara republicano.

Encuesta en Yahoo News/You Gob: la mitad de los espectadores de Fox News creen que Bill Gates inyectará microchips en las vacunas
Encuesta en Yahoo News/You Gob: la mitad de los espectadores de Fox News creen que Bill Gates inyectará microchips en las vacunas

Alguien en twitter bromeaba “El mismo Bill Gates que te cobra 100 dólares por actualizar Windows 10, ¿te va a implantar microchips gratis?”, pero más allá del chiste o del enorme coste económico que supondría para el magnate, existen limitaciones directas que convierten este megaproyecto mundial de inyectar microchips en algo imposible. Las barreras físicas y tecnológicas en la actualidad hacen que aunque el plan malvado de Gates fuese cierto, nunca podría llevarse a cabo… en definitiva, el multimillonario no podría inyectarte un microchip, incluso si realmente quisiera. Las razones son muchas, pero podemos ceñirnos a dos: el tamaño y la distancia que alcanzaría.

Toda conspiración debe tener elementos ciertos que le otorguen algo de credibilidad. Una teoría demasiado absurda e increíble pasa desapercibida, es necesario añadir determinados datos o hechos reales para conferir fortaleza a un mito. En este caso, lo cierto es que sí se pueden implantar microchips en el cuerpo humano, la tecnología actual lo permite y ya existen algunos casos de personas que se han inyectado un diminuto chip que pueden conectar con diferentes terminales móviles. Los chips RFDI (Radio Frequency Identification) existen desde hace más de una década y hemos conseguido reducirlos a tamaños realmente pequeños, pero todavía no pasan por una aguja… simplemente no caben.

Existen diferentes métodos para administrar vacunas, desde la típica inyección, hasta métodos orales, de vaporización, inhalación. Aunque existen algunos proyectos de inhalación, todo apunta a que la futura vacuna para Covid19 se administre mediante inyección con aguja hipodérmica por lo que ni el microchip más avanzado y diminuto que existe podría atravesarla.

En Cochrane se recogen los tamaños más convenientes para las agujas utilizadas en vacunación e, incluso el mayor de ellos, hace que inyectar microchips sea físicamente imposible. Para poder inyectar un microchip RFDI necesitaríamos como mínimo una aguja de calibre 12… indaguen ustedes mismos cómo es una aguja de calibre 12, unos 2,8 milímetros, y juzguen si no se darían cuenta.

Lo que nos lleva, no obstante, al siguiente problema de tamaño. Si las dimensiones de la aguja y del microchip aún no le han convencido de la imposibilidad material del malvado plan de Gates, los redactores de Science10 incluyen dos nuevos problema: la energía y el tamaño de la antena. A mí el móvil se me queda sin batería en menos de un día, por lo que ese microchip deberá incluir un sistema de captación y almacenamiento de energía, y evidentemente, necesitará de otro sistema para emitir (de nada sirve un chip que no emite información). Robert Walker explica que “deben ser lo suficientemente grandes para captar energía de las microondas y luego deben ser capaces de enviar una señal de regreso que sea lo suficientemente fuerte como para ser captada por un receptor”.

El chip RFID más pequeño que la tecnología actual permite es de 400 micrones y solo se puede leer a unos pocos milímetros de distancia… y aún así es demasiado grande para encajar en una aguja de cualquier vacuna. Se trata del microchip desarrollado por la compañía japonesa Hitachi y para poder acceder a la información necesitas acercar el lector a escasos milímetros de distancia. Es el chip más avanzado que tenemos, y aún sería imposible inyectarlo con la mayor de las agujas utilizadas para vacunar. Tampoco servía de nada puesto que, tanto sus prestaciones y capacidades, como la distancia que alcanza al emitir son ridículas.

En resumen sería una conspiración imposible de realizar, sin contar con que resultaría ser la conspiración más fácil de desmontar si fuese real… tras la inyección cualquier escéptico podría hacerse un escáner, descubriendo todo este malvado plan de Bill Gates. Miles de millones de dólares al garete por una simple radiografía…

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