Dos años después, dan con el origen de la muerte de cuatro bebés en un hospital italiano: la bacteria estaba en el grifo

Cuatro fallecidos, nueve con daños cerebrales y un total de 96 niños afectados por la bacteria llamada Citrobacter koseri a lo largo de dos años en el hospital Niño de Borgo Trento en Verona (Italia). Tras meses de investigación y un cierre para la desinfección a comienzos de junio, una comisión externa ha concluido que la bacteria se encontraba alojada en un grifo y que la culpa estaría en una mala higiene.

Cuatro niños murieron y 9 sufrieron daños cerebrales afectados por esta bacteria. (Foto: Getty Images)
Cuatro niños murieron y 9 sufrieron daños cerebrales afectados por esta bacteria. (Foto: Getty Images)

Leonardo a finales de 2018. Nina en noviembre de 2019. Tommaso en marzo de 2020. Alice en agosto de 2020. Son los nombres y la fecha de fallecimiento de los cuatro pequeños a los que mató la Citrobacter. Los recuerda la prensa italiana tras darse a conocer los resultados, publicados por Il Corriere del Veneto, de la investigación llevada a cabo por una comisión compuesta por cinco médicos y encabezada por Vincenzo Baldo, de la Universidad de Padua.

Según han concluido, la bacteria estaba aojada en el grifo de un fregadero que usaban los sanitarios destinados en la zona de terapia intensiva. De ahí cogían el agua para los biberones directamente sin esterilizarla. El informe de casi 60 páginas señala una sucesión de errores relacionados con el incumplimiento de las normas de higiene establecidas para evitar infecciones.

Los primeros controles, señalan los medios, comenzaron en enero, pero el coronavirus hizo que todo se paralizase e interrumpiese. “La falta de higiene en las manos, productos en uso sin fecha de apertura y sin tapón, no cambiar los guantes con paciente nuevo” son algunos de los errores señalados por la comisión.

Desde La Repubblica remarcan el hecho de que ha sido el empeño puesto por la madre de una de las pequeñas fallecidas, Nina, lo que ha ayudado en parte a que su caso y el del resto de niños afectados por esta bacteria no caiga en el olvido.

“Es una masacre de inocentes que debería haberse evitado. Lo que ha sucedido es muy grave. El hospital de Verona tenía que haber sido cerrado de inmediato, para higienizar y encontrar el origen de la Citrobacter”, ha declarado Francesca Frezza.

El cierre no se produjo hasta junio de este año para desinfectar las zonas de maternidad, cuidados intensivos neonatales y pediátricos. Fue coincidiendo con las fechas del cierre y mientras el gobernador de la región de Veneto, Luca Zaia, respondía a preguntas sobre el tema durante una rueda de prensa cuando tuvo lugar la polémica escena de Matteo Salvini comiendo cerezas sin parar mientras se trataba un asunto tan serio y doloroso como la muerte de bebés.

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