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Bayern Múnich: el secreto del éxito desde adentro, los detalles de "Mia San Mia" y "la máquina familiar"

"Mia San Mia", en dialecto bávaro, significa "Nosotros somos Nosotros". Esa es la mentalidad de Bayern Múnich. Así se definen ellos mismos. Así se ven: conscientes y creyentes de su potencial, siempre deseosos de victorias, constantemente luchadores y confiados ante los obstáculos. Ese es su lema. Es la forma de vivir de la máquina alemana.

Ocho títulos en la Bundesliga, uno detrás de otro. Una hegemonía avasallante en Alemania a la que le faltaba volver a volcarse en el ámbito internacional.Bayern Múnich volvió a darse un gusto en la Champions League,la sexta que celebró a lo largo de su rica historia. Ahora bien, ¿cuáles son los secretos de su dominio? ¿Cómo trabajan en sus estructuras? ¿Cómo se mueve su organización? El gigante de Baviera se sustenta con un cóctel basado en el dinero, los fichajes y un espíritu de familia que se hizo reconocido alrededor del mundo. Tres sudamericanos que dejaron su huella en el club como Martín Demichelis, Claudio Pizarro y Paulo Sergio brindaron detalles en una entrevista a través de la Bundesliga.

Demichelis, ex defensor de River y la selección argentina, es el actual entrenador del Sub 19 de Bayern. Es quien abre el juego del detrás de escena. "Todos los técnicos que figuramos desde esta categoría hacia abajo entendemos que estamos en una etapa de formación de los chicos. Nadie busca su éxito personal como DT. Los juveniles están por encima de todo y desde la dirigencia nos piden disciplina y respeto. Y, por supuesto, que los jugadores se vayan desarrollando", explica a LA NACION.

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El ex marcador central encontró su lugar en Múnich. De Argentina saltó al club bávaro y en casi 300 partidos conquistó once títulos. "Tenemos una comunicación extraordinaria en toda la Ciudad Deportiva. No paramos de crecer y jerarquizarnos en cuanto al trabajo. Compartimos todo, cada entrenador puede entrar en una plataforma que creó el club y puede ver todos los partidos a diario, los análisis, el sistema de scouting, lo que sea", detalla. Demichelis aprovecha para remarcar una diferencia con la Argentina: "Acá no nos exigen resultados. En tanto que nuestro país a un DT de inferiores, si no gana, lo despiden a los cuatro o cinco partidos. Entonces el análisis, el desarrollo y el tiempo que tenemos para trabajar es muy diferente".

Cuando Demichelis habla de la Ciudad Deportiva hace referencia a Säbener Straße, un megacentro de entrenamiento (cerca de 80.000 metros cuadrados) con cinco canchas de fútbol, dos de las cuales poseen césped artificial, y un pabellón multiusos que incluye biblioteca y cine. Un detalle: hay cinco intérpretes que traducen en simultáneo los comentarios. Esto para aquellos futbolistas extranjeros a quienes se les dificulta el aprendizaje del alemán. Por allí puede verse también a Miroslav Klose, el máximo goleador en la historia de los mundiales, hoy DT del equipo Sub 17 de los bávaros.

El aprendizaje del idioma es importante para entender la filosofía de la casa. Esa fuerte identidad bávara y muniquesa. Es donde se reivindica una personalidad y forma de entenderse a uno mismo. "Yo llegué a Alemania en 1993, cuando apenas se permitían tres extranjeros por equipo. Y lo primero que absorbí de ellos fue que debía aprender su lengua y su cultura. Eso es muy importante. Bayern Munich tiene una mentalidad de hierro. Sus dirigentes son ex jugadores, son parte de esta familia. Y conocen al detalle lo que se precisa. Se preocupan constantemente tanto por los futbolistas que se están iniciando como por los profesionales. Por eso es uno de los equipos más importantes del mundo: porque piensan en una totalidad", explica a LA NACIÓN Paulo Sergio, campeón de la Champions y el Mundial de Clubes en 2001 y actual integrante del equipo senior del Bayern.

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Desde el gigante teutón aseguran que suelen elegir a sus futbolistas en función de su capacidad para integrar la "familia" del club. Hoy, Manuel Neuer, Thomas Müller, Robert Lewandowski y Jerome Boateng son los pilares que se identifican con la entidad, como antes lo hicieron Arjen Robben y Franck Ribéry. "La tradición es muy importante, pero no sólo debemos hablar de ella, debemos vivirla", aclara Uli Hoeness, leyenda y directivo del club.

De los 34 futbolistas del plantel actual, 18 no nacieron en Alemania. Un equipo abierto y multicultural. Dos de los líderes, Müller y David Alaba, están formados en la cantera. "Nada es casualidad en el Bayern Munich. No sólo en el presente de su primer equipo y sus logros, sino que en esta temporada cuatro chicos del fútbol juvenil pudieron debutar en la primera. Y seguro que se acercarán más porque Hansi Flick confía en todo lo que hacemos en las inferiores", asegura Demichelis. El argentino habla de Joshua Zirkzee, Leon Dajaku, Oliver Batista-Meier y Sarpreet Singh, quienes ya sumaron minutos en la Bundesliga.

¿Es infalible el método? Por supuesto que no. Ante una racha adversa o la falta de objetivos alcanzados siempre hubo volantazos, a tal punto que en los últimos 10 años circularon ocho técnicos. El más notorio y reciente fue el de Hans-Dieter Flick, el entrenador que llegó para reemplazar a Nico Kovac a fines de 2019. Lo que no se modifica es la filosofía de esta dinastía: sólo el triunfo es aceptable en Munich y cualquier otro resultado se cataloga como el inicio posible de una crisis. Hansi resultó, en definitiva, el gestor del nuevo triplete: Bundesliga, Copa de Alemania y Champions League.

Pero es en la cumbre donde, tal vez, se encuentre la mayor estabilidad. Uno de grandes los secretos del éxito. Dentro de la estructura, también, aparecen algunos accionistas. Bayern Munich funciona como una empresa familiar y posee el 75% de las acciones, en tanto que el resto se reparte en porciones iguales (8,33%) entre Adidas, Audi y Allianz SE. Las riendas, siempre, las llevan personas ligadas a la institución, dado que cuentan con una junta ejecutiva integrada por ex futbolistas de la entidad. Tienen un Consejo de Supervisión que está presidido por Herbert Hainer, un hombre vinculado a los negocios y que fue presidente de Adidas hasta el 2016. Apenas un año atrás ese sillón era ocupado por el ex delantero Hoeness, quien ahora figura como presidente honorario junto con Franz Beckenbauer.

En la asamblea anual del club, en la que se rinden todas las cuentas, Hainer fue elegido por los socios. Otro emblema como Karl-Heinz Rummenigge aparece en la estructura directiva desde 1991. Desde el 1 de enero de este año, Oliver Kahn, el legendario ex arquero, es parte del órgano de decisión. Sin olvidar al actual director deportivo, Hasan Salihamidzic, también ex jugador. En tanto que Kathleen Krüger es una de las mujeres que aporta al éxito: lleva casi 10 años como Team Manager o Jefa de Equipo del conjunto alemán.

Según detalla el sitio web del club, Bayern Munich trata de responder a ciertos métodos y valores: tradición, responsabilidad, respeto, familiaridad, confianza, innovación, responsabilidad financiera, colaboración y alegría. Dentro de esto, hacen hincapié en un aspecto especial: el Bayern es una compañía, pero en primera instancia es un club cuyo núcleo son sus socios (suma más de 290.000, récord en Alemania) y a ellos se deben. "Me gusta mucho el modo con el que trabajan. Y te soy sincero: yo valoro mucho el respeto que tienen por nosotros, los ex jugadores", añade Paulo Sergio, que fue titular en el triunfo 1-0 sobre Boca en la Intercontinental 2001.

"Tenemos análisis de jefes que nos cuestionan, exigen y hostigan con fundamentos de formación, ya sean físicos, técnicos y tácticos. Así, semana tras semana. Contamos con reuniones de entre 35 y 45 personas todos los lunes y no paramos de enriquecernos. El único beneficio de esto es crecer y crecer. Para la Argentina es difícil de entender, estando lejos, cómo es el día a día de Bayern Múnich. Las personas que lo dirigen son muy terrenales y del mundo del fútbol. Ellos hacen que el empleado tenga un sentido de pertenencia muy grande. Nos respetan y me siento muy a gusto estando acá", remarca Demichelis.

Tras su sexta Champions League, Bayern Múnich volvió a colocarse en lo más alto de Europa.

Ese poderío económico con el que cuentan los alemanes les permitió en los últimos años el armado de planteles con grandes estrellas y jugadores consagrados (Lewandowski, Neuer, Müller, Thiago Alcántara, Boateng, Alaba, Javi Martínez e Ivan Perisic) y jóvenes con presente y futuro (Serge Gnabry, Kingsley Coman, Alphonso Davies, Joshua Kimmich, Leon Goretzka, Benjamin Pavard, Corentin Tolisso y Lucas Hernández). "Nuestro gasto se basa en nuestros ingresos: sólo gastamos lo que ya hemos ingresado", subrayan. Ahora, el nuevo título en la Champions le aportará a los alemanes 115 millones de euros. Al cabo, es el resultado de un torneo impecable en el que ganaron los 11 partidos disputados. "Es una institución que está muy bien organizada en todos sus aspectos. Y que además te enseña la mentalidad ganadora", puntualiza el peruano Pizarro, que durante nueve años lució esta camiseta y dejó una huella indeleble.

Pizarro coincide en un punto que Lothar Matthäus, una de las grandes leyendas de este club, había sostenido en una entrevista con LA NACION en junio de este año. "A los jugadores no les gusta darse por vencidos. No se conforman ni con el cuarto, el quinto, ni el octavo título seguido en Alemania. Creo que está en el ADN de nuestro club eso de ganar todo y en todos los años. Esa es la idea de Bayern Munich".

Se habla de una organización moderna y equilibrada en la que todo se planifica. Actualmente, Bayern Munich es el cuarto club con mayor cantidad de ingresos en Europa (660 millones de euros en la última temporada), por detrás de Barcelona, Real Madrid y Manchester United. El ideal, se insiste, es crecer con los recursos propios que provienen de los derechos televisivos, merchandising, el estadio y los patrocinadores. Siempre cumpliendo con otra premisa a rajatabla: evitar las deudas y no permitir el ingreso de inversores mayoritarios. Por eso el 75% es propiedad de sus socios. Secretos de la máquina alemana que trata de pensar como una familia: "Mia San Mia".