Anuncios

Barcelona - Athletic de Bilbao: la piña de Lionel Messi contra un rival que terminó en su primera expulsión en 753 partidos

Lionel Messi terminó de la peor manera en la Supercopa de España: se fue expulsado en la final tras una agresión a Asier Villalibre en el minuto 120 del partido frente a Athletic de Bilbao, antes de que se concretara el 3-2 en el marcador. El árbitro Gil Manzano no había visto la acción, pero Hernández Hernández le avisó desde la sala del VAR y, tras revisar las imágenes, mostró la roja directa al rosarino, que se fue sin protestar ante la claridad de su manotazo por detrás en la cara del jugador del Athletic.

Barcelona - Athletic de Bilbao: el equipo de Koeman perdió la Supercopa de España en el alargue y Messi se fue expulsado

Messi cumplirá su sanción en el siguiente partido oficial, en este caso el de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey el próximo jueves, en Cornellà. En caso de que el Comité de Competición le impusiera dos encuentros de castigo, el capitán del equipo de Koeman tampoco jugaría el domingo ante Elche, en La Liga de España.

La expulsión de Messi

Dentro de la gran cantidad de registros positivos de Messi en su brillante trayectoria en Barcelona, el 17 de enero de 2021 quedará marcado por un número más sombrío: se trata de la primera expulsión del rosarino vistiendo la camiseta de la entidad culé, tras 753 partidos, y la tercera de su carrera. La primera que había recibido fue con la selección argentina, el día de su estreno contra Hungría en el estadio Feren Puskas de Budapest.

Según consigna el diario catalán Sport, con el conjunto de Barcelona B, Messi había sido expulsado en un partido de Segunda B ante la Peña Sport, en 2006, hace 15 años.

Finalmente, la otra tarjeta roja que recibió Messi fue en la Copa América 2019. En el Arena Corinthians de San Pablo, Argentina y Chile jugaban por el tercer puesto del torneo. En un partido caliente, friccionado, tuvo un encontronazo con Gary Medel que derivó en la expulsión de ambos.

El resumen del partido

En general, en la final disputada hoy en Sevilla, la imagen del N° 10 de Barcelona y del seleccionado argentino resultó la de la desesperanza y la impotencia. A punto tal que el delantero se acercó muy poco al arco rival defendido por Unai Simón.

Barcelona, cuyo última Supercopa data de la campaña 2018-2019 (2-1 a Sevilla en la definición jugada en Marruecos), estuvo dos veces en ventaja y no supo sostener la diferencia ante un adversario que ejecutó una marcación correcta y se animó a atacar en contadas oportunidades.

Ronald Koeman, el entrenador de Barcelona, evitó pronunciarse sobre la expulsión de Messi, que finalmente jugó pese a ser duda por unas molestias físicas. "Leo, después de tantos años en el fútbol sabe perfectamente cuando está en condiciones de jugar. Hemos hablado y ha dicho que estaba en condiciones de empezar. Ha aguantado el partido, ha hecho el máximo y nada más".