Banksy podría estar trabajando para un equipo de fútbol inglés

Jugadores del Forest Green Rovers y del Bolton Wanderers luchando por el balón durante un partido
Jugadores del Forest Green Rovers, de verde y negro, en un partido contra el Bolton Wanderers. Foto: Andrew Kearns - CameraSport via Getty Images.

No es habitual que un club de la League Two, la cuarta categoría del fútbol inglés, que además procede de una aldea en un pueblo de poco más de cinco mil habitantes, acapare titulares en la prensa internacional. La cosa cambia cuando nos referimos al Forest Green Rovers. El equipo de Nailsworth, pequeñísima localidad cercana a Bristol, en el oeste del país, se ha hecho célebre no por sus éxitos deportivos (que, a su escala, también los tiene: es la población de menor tamaño que jamás haya conseguido colarse en las cuatro primeras divisiones nacionales) sino por la parafernalia que lo rodea.

Desde que Dale Vince, un antiguo hippie que se reconvirtió en empresario en el sector de las energías renovables, se hizo con el control de la entidad allá por 2010, el plantel antes blanquinegro se ha convertido en el más verde del país, y no solo por el nombre o el nuevo color de sus camisetas. Vince se empeñó en llevar sus convicciones ecologistas al extremo. Entre otras iniciativas, forzó a todos los jugadores a seguir una dieta vegana, replantó el césped del estadio para que fuera orgánico, instaló paneles solares por todas partes, ha reducido al mínimo su huella de carbono e incluso está planeando construir un campo nuevo enteramente de madera (firmado, ni más ni menos, por el estudio de arquitectura de Zaha Hadid).

Tanto afán por la sostenibilidad ha llamado la atención de figuras relevantes, como Héctor Bellerín, lateral derecho del Arsenal y de la selección española (y conocido activista en todo tipo de causas sociales) que decidió invertir hace algunas semanas. Porque la sociedad está en plena fase de crecimiento, como demuestra el hecho de que estén ampliando personal: acaban de contratar a Robert Del Naja como “director artístico”.

Para qué hace falta semejante cargo en un equipo de fútbol lo dejamos a la imaginación del lector; la excusa oficial es “concienciar sobre la agenda mediambiental y ética del club y trabajar en nuevas formas de contactar con la base de aficionados global” de los Rovers. Vince dice que “nos gusta trabajar al límite, traspasando los bordes y buscando nuevas formas de hacer las cosas. Tener un director artístico es algo completamente nuevo en el fútbol. Realmente no sabemos qué saldrá de aquí, y esa es la parte más emocionante”.

Si eres aficionado a la música posiblemente el nombre de Del Naja te resulte familiar. Hablamos del miembro fundador y vocalista de Massive Attack, la banda más representativa del género trip hop. Su pasión por el balompié es menos conocida pero igual de real: es fanático tanto del Bristol City, uno de los equipos de su ciudad natal, como del Nápoles, por herencia paterna. De manera que cuando le ofrecieron el puesto no se lo tuvo que pensar demasiado.

Por lo que también es muy célebre Robert es por los muy insistentes rumores que, desde hace años, identifican su identidad con la de Banksy, posiblemente el grafitero más famoso del mundo, cuyas pintadas han acabado incluso en museos y algunas ciudades han pasado a considerar no ya vandalismo, sino un atractivo turístico más. Quién es en realidad este artista, cuya única red social es Instagram, es uno de los secretos mejor guardados de la actualidad (y seguramente también la razón de su fama y de la alta cotización de sus trabajos), aunque no faltan especulaciones de todo tipo y color.

La de que Banksy es Robert Del Naja es una de las hipótesis más fuertes. Se sabe con certeza que ambos son de Bristol y que el músico se dedicaba durante buena parte de los ‘80 a pintar en las paredes de las calles de su ciudad. Por supuesto, ellos (¿o él?) no lo han reconocido, pero hay indicios bastante fuertes para sospecharlo.

Empleada de la casa de subastas Bonhams de Londres posa junto a dos obras de Banksy a la venta.
Las piezas de Banksy han pasado de las calles a las galerías de arte... y a las casas de subastas. Estas dos obras están a la venta en Bonhams en Londres por precios que empiezan en 250.000 libras la de la izquierda, 120.000 la de la derecha. Foto: WIktor Szymanowicz/NurPhoto via Getty Images.

Por ejemplo, el desliz que cometió otro músico británico, DJ Goldie, en una entrevista en la radio, al referirse a ambos en la misma frase como si fueran una sola persona. El periodista de investigación Craig Williams ha señalado, además, que hasta una decena de veces la aparición de una obra de Banksy en otras ciudades ha coincidido con giras de la banda. Se trata además de lugares como Boston, Melbourne, San Francisco o Toronto, demasiado alejados de Bristol como para que sea simple casualidad.

El perfil de Del Naja cuadra bastante bien con el de un posible Banksy. Sea o no sea, el hecho es que incorporarle a la directiva del Forest Green Rovers es un golpe promocional tremendo para un club pequeño pero que está teniendo un progreso enorme: hasta hace poco no pasaba de ser un equipito desconocido de nivel regional y hoy firma acuerdos de patrocinio con Innocent, un fabricante de zumos y smoothies muy naturales, muy limpios... y que nadie sospecharía que tienen detrás el dinero de Coca-Cola.

Enarbolar la bandera del ecologismo y de lo alternativo se está revelando como una estrategia muy eficaz que permite crecer muy por encima de su potencial a un club, que por pura demografía, carece de base social. Es, en última instancia, no tanto un proyecto deportivo, sino más bien empresarial. Fútbol moderno puro y duro. Moderno y muy verde.

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