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El Atlético ahonda su bache con un empate a cero ante el Leganés

MADRID, 26 ene (Reuters) - El Atlético de Madrid prolongó el domingo su mala racha de resultados con un empate sin goles en casa ante el Leganés, anteúltimo en la clasificación de La Liga, que terminó de forma surrealista tras la expulsión del guardameta del equipo visitante, Iván Cuéllar, por pérdida de tiempo.

El Atlético se encuentra ahora a siete puntos de los líderes de la tabla, Barcelona y Real Madrid. El Barça cayó el sábado por 2 a 0 ante el Valencia, mientras que el Madrid jugará el domingo a domicilio contra el Real Valladolid.

El Atlético de Madrid llegó al partido después de haber sido derrotado en liga por el Eibar y en la Copa del Rey por la Cultural Leonesa, un equipo de tercera división, pese a lo cual la afición siguió mostrando su apoyo al entrenador Diego Simeone al principio del encuentro del domingo.

Sin embargo, a medida que el partido avanzaba los motivos para la celebración iban siendo cada vez más escasos, con un equipo con dificultades para crear verdaderas ocasiones de gol al que dos impresionantes paradas del guardameta Jan Oblak evitaron la derrota ante el Leganés.

El Leganés también fue el equipo con más opciones de abrir el marcador en la segunda parte, con un disparo desviado del centrocampista Recio marchándose por encima del larguero, mientras que el Atleti, que acusó la ausencia del centrocampista Koke, continuó falto de inspiración.

"Estamos decepcionados, no hemos conseguido los tres puntos. Las cosas no salieron bien, y cuando no salen hay que ser humilde y dar lo máximo para mejorar individualmente y en grupo. Hay que trabajar duro y darlo todo para obtener mejores resultados", dijo el Oblak a los periodistas.

El Leganés tuvo que jugar los últimos minutos del partido con 10 hombres, ya que Cuéllar fue expulsado en el tiempo de descuento tras una tarjeta amarilla por pérdida de tiempo, tras fingir haber sido agredido por un recogepelotas.

El portero irritó aún más a la frustrada afición local al abandonar el campo con lentitud, enfrentándose a varios jugadores del Atlético antes de que su homólogo Oblak interviniera para poner paz.

Pero así y con todo el Atlético nunca pareció dominar la situación, aumentando con este resultado la presión sobre Simeone, quien está haciendo frente a la mayor crisis en los ocho años que lleva en el club.

"Para los jugadores es un momento difícil. Queremos resolver partidos, ganar, y se hace complicado. Somos conscientes de que podemos hacer más y de que podemos ganar partidos", añadió Oblak.

"Lo que sucedió al final fue el resultado de esa tensión, pero tenemos que seguir luchando. La gente habla mucho de Simeone, pero nosotros sólo hablamos de mejorar. Simeone quiere ganar como el que más, pero últimamente no ha podido ser".

(Información de Richard Martin; Editado por Helen Popper y Clare Fallon; Traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)