Ataque en Boca: la delantera tiene a sus piezas principales y el 9 no es una obsesión

Miguel Russo, conforme por retener a los tres delanteros que ya tenía

La obsesión por contar con delanteros de calidad para asegurar goles importantes fue una constante del último tiempo en Boca. Quizás, por la necesidad de volver a ganar una Copa Libertadores que se niega a volver a la gloriosa vitrina hace ya trece años. La sensación ha cambiado con el feroz sprint final que tuvo el xeneize para obtener la Superliga: hay una gran satisfacción y confianza con los que ya están y, por eso, el ataque aporta seguridad y calma. Y en realidad, eso le permite a la entidad de la Ribera quitarse de encima esa obsesión por contratar centrodelanteros, poder sentir que hoy no es la prioridad.

El francés André-Pierre Gignac, el ecuatoriano Felipe Caicedo y los argentinos Mauro Icardi y Mauro Boselli fueron algunos de los tantos nombres que fueron postulados hace tiempo para ponerse la número '9', ya fuera por contactos reales o simples rumores. Sobre todo, cuando Darío Benedetto partió a Marsella. Boca parece ya no tener esa necesidad. Se respira tranquilidad.

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De hecho, la prioridad absoluta de este mercado de pases dejaba las sensaciones a la vista: mantener la mayor parte posible de ese equipo que estuvo a la altura de la presión de competir desde atrás a River y terminó imponiéndose. Para eso, había tres objetivos primordiales: las continuidades de Carlos Tevez, Mauro Zárate y Franco Soldano, una muestra de que sus figuras son importantes tanto para el Consejo de Fútbol como para Miguel Ángel Russo, el hombre que pidió por sus renovaciones.

Tevez sigue: aún no firmó, pero el ídolo del club aprobó la renovación de su contrato

Las dos primeras ya están acordadas. Tras varias idas y venidas, el miércoles firmó Zárate y este jueves podría firmar el Apache. Carlitos, tras ser la gran figura de 2020, aportando seis goles y una asistencia en los siete encuentros que se disputaron en el torneo local; el ex hombre de Vélez, aún sin el protagonismo esperado: el tempranero desgarro lo llevó a jugar sólo 64 minutos, pero tiene al lado a un entrenador que lo conoce de joven y sabe lo mucho que puede aportarle.

Si esos dos futbolistas no estrechaban las manos con los directivos xeneizes iban a dejar un hueco enormemente preocupante. Porque, por un lado, iba a significar la salida de dos jugadores que para Russo son fundamentales. Por otro, Boca tendría la obligación de salir a buscar reemplazos en un mercado especial debido a la pandemia, que generó problemas económicos que privan de manejarse con total soltura.

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En cuanto a Soldano, la puerta está abierta a medias. Quiere seguir vistiendo la camiseta azul y oro, pero Olympiacos, club griego dueño de su pase, exige por el nuevo préstamo un precio alto con relación a lo que Boca pretende pagar: siguen las charlas para achicar la diferencia económica. El delantero santafecino convirtió apenas un gol, probablemente, por el jugo que le exprimió el técnico en otra función: la de la colaboración defensiva para que Tevez, sin ser un '9' de área definido, no se desgastara físicamente y sea el atacante encargado del último toque a la red.

Soldano, todavía en negociaciones: el jugador quiere seguir, pero Olympiakos pretende una suma alta por su préstamo

Al no estar cerrada su continuidad, algo que confían que se terminará dando, empezaron a surgir rumores. "Se hacen llamados a muchos jugadores distintos para saber cómo están, cómo es la situación, pero la realidad es que no son negociaciones", avisan desde el Consejo. Es decir que, si bien tienen prácticamente resuelto el tema de los delanteros, no se desentienden de las opciones que puedan aparecer, incluso, a futuro. Por eso los nombres de Guido Carrillo y de Jonathan Calleri, son opciones que se manejaron, pero no pasaron de consultas de rutina. Incluso, la agitada versión de un posible desembarco Edinson Cavani, no fue más que un contacto informal.

Por eso, la búsqueda obsesiva de goleadores quedó atrás, dejó de ser un foco único de atención. Incluso, cuando la típica referencia de área es un clásico en la historia de la institución. En el plantel campeón no había demasiados N°9. Así y todo, Miguel se las arregló con lo que tenía: con la recuperación del nivel de Tevez y el compromiso de Soldano encontró el camino. Incluso, prefirió dejar en el banco a Ramón Ábila, el que posee características más acordes a ese puesto.

Sin embargo, Wanchope también generó satisfacción siendo uno de los suplentes. Sin las lesiones musculares con las que convivió en el pasado, un parámetro para entender que este cuerpo técnico hizo crecer a muchos de sus dirigidos, en este ciclo hizo tres goles en ocho encuentros (sólo dos de titular) y se mostró preparado para cuando lo necesitaran.

Mauro Zárate tendrá otra oportunidad para mostrar sus condiciones

Boca da la sensación de ser un equipo consolidado. No necesita más. Al menos en el aspecto ofensivo. De hecho, hasta los propios futbolistas exponen lo bien armado que ven al grupo: "Creo que este Boca está igual que el de 2018 (cuando llegaron a la final de la Copa Libertadores). Se han incorporado jugadores que se han acoplado a lo que es el mundo Boca y lo difícil que es jugar en la Bombonera. Creo que este equipo está a un nivel igual al de Guillermo (Barros Schelotto). Esperemos que esta Copa sea la vencida, es lo que todos queremos".

Con el ataque casi resuelto, el Consejo apunta la mirada más bien a jerarquizar otros puestos. Aunque el concepto es el mismo: una idea ofensiva que no depende sólo de lo que hagan los atacantes. Por eso, por ejemplo, se ocupa mayoritariamente en reforzar el hueco que quedó en los centrales del plantel tras la salida de Junior Alonso y apunta a lograr un acuerdo para incorporar a William Tesillo: similar al paraguayo, con buen pie y salida clara desde el fondo. Si bien la operación está complicada en los números que pide León, de México, y no en la voluntad del zaguero colombiano, por ahora no hay que dar por descartada la posibilidad.

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Asimismo, Román y sus laderos tienen cierta obsesión por volantes con profundidad. De hecho, la idea de sumar al chileno Mauricio Isla no sólo está ligado a fortalecer el lateral derecho (su posición natural) sino que se la piensa como una opción a utilizar como volante por afuera, a raíz de su conocimiento al puesto de carrilero que desempeñó tanto en la selección chilena como en Juventus, de Italia, donde fue compañero de Tevez. En el club son optimistas con su incorporación al plantel de Russo.

Los nombres rutilantes ya no existen. Boca está conforme con lo que tiene y con ellos va en busca de la séptima conquista continental de la historia.