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Así está su pierna 19 años después de sufrir la lesión que le retiró del fútbol

Así está su pierna 19 años después de sufrir la lesión que le retiró del fútbol

 David Busst jamás olvidará la fecha del 8 de abril de 1996. Ese día, fue su último partido como futbolista profesional. No se retiró entre abrazos y aplausos de la hinchada, sino que se fue del campo de la peor manera posible: en camilla, y dentro de una ambulancia.

Busst, defensa del Coventry City, por aquel entonces equipo de la Premier League inglesa, sufrió una rotura de tibia y peroné tras un brutal choque contra Denis Irwin y Brian McClair, jugadores del Manchester United. Aunque la lesión fue terrorífica, no fue tan fuerte como para que dejara de jugar al fútbol. Lo que le retiró fue una serie de circunstancias adversas que empezaron poco después de subirse a la camilla en aquel acieago día en Old Trafford. 

Los huesos de su pierna se habían fracturado formando un ángulo de 90 grados, y la herida fue tan fea, que el partido tuvo que estar detenido varios minutos para que pudieran limpiar la sangre del defensa. Incluso  Peter Schmeichel, portero del United en aquella época, vomitó al ver la escena. Al llegar al hospital, los médicos querían operar cuanto antes a Busst, pero no pudieron porque el jugador había comido justo antes del partido, y había riesgo de complicaciones con la anestesia por ese motivo. 

Los doctores incluso llegaron a aconsejarle una operación sin anestesia general, a lo que Busst se negó. Quizás por este retraso, la herida de su pierna se infectó, y ahí llegó el final de la carrera del jugador: contrajo una infección de estafilococos y esto causó un mayor daño a los tejidos y los músculos de su extremidad. Después de someterse hasta 26 operaciones, muchas de ellas para curar la infección, Busst dijo adiós al fútbol profesional. 

La brutal lesión de Busst (ATENCIÓN, VÍDEO MUY DURO)

Desde entonces poco o nada se ha sabido de él, hasta que esta semana ha compartido en Twitter   una brutal imagen de cómo tiene la pierna en estos momentos. A pesar de las cicatrices, David Busst sigue jugando con sus amigos al fútbol.