Así fue la detención de Charles Oakley en pleno juego de los Knicks

Tan sólo habían pasado poco más de cinco minutos desde el inicio del encuentro entre los New York Knicks y Los Angeles Clippers en el Madison Square Garden cuando el juego se paró. Los aficionados miraban a un lado y los jugadores quedaron petrificados cuando en la segunda fila de asientos vieron a la leyenda de los neoyorquinos, Charles Oakley, forcejeando con miembros de seguridad del estadio. Las cámaras de la retransmisión enfocaron al exjugador, quien con toda su envergadura propinó dos fuertes empujones a un miembro de la seguridad.

A muchos, el nombre de Oakley le traslada directamente a la década de los noventa. Su juego físico y garra en los partidos le convirtió en el jugador más querido de aquellos Knicks que en 1994 llegaron sin suerte a las Finales de la NBA. En el recuerdo queda su pelea con Charles Barkley.

En aquella plantilla, Oakley fue compañero de jugadores que ahora destacan como coaches, como Doc Rivers o Monty Williams. También compartió venturas con Patrick Ewing o Anthony Mason. Precisamente, Rivers estaba presente en el momento del altercado mientras sus pupilos cimentaban la victoria ante los locales. Todos los jugadores de aquella era guardan una buena relación con la organización menos Oakley, quien tiene un proceso abierto con el propietario, James L. Dolan.

Según testigos, Oakley estaba tranquilo en su asiento e incluso se fotografió con alguno de ellos. Dolan se encontraba cerca de su posición, sin embargo, no se han registrado testimonios de que hubiera interacción alguna entre ellos. Otros reportes indican que sí le dijo algo al propietario. Donde sí hubo un intercambio de palabras confirmado fue con un miembro de seguridad. La tensión fue elevando y Oakley se mostró cada vez más agresivo ante la presencia de más efectivos. Esta es la versión de los hechos según el exjugador de los Knicks.

Segundos después se lo llevaron al túnel de vestuarios, le esposaron y le trasladaron a dependencias policiales. Ni siquiera la intervención en ese punto de Phil Jackson fue suficiente para interceder por unos y otros. Acabó siendo acusado por las autoridades de asalto.

“Yo estaba viendo el partido y con ganas de pasarlo bien cuando vino un seguridad y me dijo que tenía orden de que debía marcharme. Le pregunté ‘¿por qué?’. Estuve aquí durante cuatro minutos, soy un fan de los Knicks, jugué aquí 10 años, amo a los Knicks, amo a Nueva York con todo mi corazón, les deseo toda la suerte y no soy bienvenido en el Garden. Vinieron más tipos y me dijeron que debía marcharme porque tenían órdenes. Cuando vienen a por ti te tienes que proteger como sea. Estuve en esa situación antes y cuando 10 tipos vienen a por ti te tienes que crecer. Me sentí amenazado”, aseguró a ESPN cuando fue puesto en libertad.

Los fans corearon su nombre mientras se lo llevaban arrestado, y los vídeos comenzaron a inundar las redes sociales. Jackson presenció el altercado e intentó mediar sin éxito en el que es otro bizarro episodio en uno Knicks que siguen de capa caída y que también cuentan con otros frentes internos abiertos. El presidente de la entidad y Carmelo Anthony están más separados que nunca y el jugador podría acabar lejos de Nueva York este mes. El último episodio agravó los problemas después de que el ganador de 11 campeonatos de la NBA acusara al alero de no tener un espíritu ganador.

Los Knicks, que además perdieron el encuentro ante los Clippers, difundieron un comunicado tras la detención de Oakley.

“Charles Oakley vino al partido y se portó de manera altamente inapropiada y completamente abusiva. Ha sido expulsado y está siendo detenido por la policía. Fue un gran Knick y esperamos que reciba ayuda pronto”.

El episodio ha dado la vuelta al mundo y pone de relieve el momento que vive una franquicia que sigue siendo la mejor valorada económicamente de la liga, pero que se encuentra sumida en el despropósito.

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