Aseguró sus piernas por ocho millones de euros para jugar un partido amistoso
Mo Farah (perdon, corregimos: Sir Mo Farah, que los británicos son muy suyos para estas cosas) no es futbolista profesional, pese a lo que pueda parecer en la imagen superior, en la que se le ve en un estadio abarrotado pateando una pelota, vestido con la indumentaria de la selección nacional inglesa y hasta luciendo el brazalete de capitán. Como cualquier aficionado al deporte sabe, o debería saber, su especialidad es otra. A lo que se dedica es a las carreras de larga distancia, de 3.000 metros para arriba, aunque su especialidad son las de 5.000 y 10.000 metros, en las que ha conseguido dos oros olímpicos en cada una.
A sus 36 años, este corredor, nacido en Somalia pero crecido en el Reino Unido tras una infancia muy ajetreada como refugiado, sigue siendo una de las grandes estrellas del atletismo y un motivo de orgullo para su país de acogida. Pese a que ya va teniendo cierta edad, la retirada no está en sus planes. De hecho, últimamente se está pasando a la maratón; en esta distancia tiene una mejor marca personal de 2h 5’ 11”, vigente récord de Europa, lo que le convierte en uno de los candidatos principales para el triunfo en Tokio 2020.
¿Por qué, entonces, se puso las botas de tacos y saltó al césped de Stamford Bridge ayer domingo? Porque, como a la mayoría de sus compatriotas, le apasiona el balompié. Y más si es por una causa solidaria. El estadio del Chelsea acogía la edición de este año del Soccer Aid, un partido amistoso a beneficio de Unicef en el que se enfrentan un equipo inglés y otro del resto del mundo, formados ambos por una mezcla de antiguos futbolistas profesionales ya retirados y de personajes famosos de otros ámbitos. Farah formaba parte del conjunto inglés, junto a artistas, periodistas y músicos famosos en su país y viejas glorias como David Seaman, Michael Owen o John Terry; en el combinado internacional había nombres como Usain Bolt, el actor escocés James McAvoy, Éric Cantona, Roberto Carlos o Didier Drogba, entre otros.
The captains collide early on @Mo_Farah @usainbolt
🏴 0-0 🌍 [12'] #SoccerAid pic.twitter.com/T7YGzs41jl— Soccer Aid ⚽️ (@socceraid) June 16, 2019
El problema es que Farah, como hemos visto, sigue estando en activo. Una lesión durante el partido habría sido catastrófica para su carrera. Y no sería la primera vez que ocurre algo así. El velocista sudafricano Wayde van Niekerk, vigente campeón olímpico y mundial y poseedor del récord del mundo de 400 metros, se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla durante un partido amistoso de rugby en octubre de 2017; desde entonces no ha podido volver a competir, aunque se espera que este mismo verano vuelva a las pistas. Habrá que ver si su nivel sigue siendo el mismo.
Por eso Farah quiso negociar un seguro para sus piernas, en previsión de que algún encontronazo con un rival le causara un disgusto. Y no era precisamente barato, dada la categoría del atleta. Informa la prensa británica de que la póliza ascendía a siete millones de libras, que al cambio son algo menos de ocho millones de euros.
And pass of the game so far goes to... Roberto Carlos! 👏👏👏 #SoccerAid @SoccerAid pic.twitter.com/qAPn8vSASx
— ITV (@ITV) June 16, 2019
Las negociaciones fueron llevadas por Endemol, la productora de televisión que quería contar a toda costa con Farah en el césped, dado el tirón popular del maratoniano y el más que previsible impacto que tendría su presencia de cara a la audiencia. Inicialmente las compañías no querían hacerse cargo de una cifra tan alta, pero el argumento para convencerlas fue que se trataba de una buena causa. Porque Mo no tenía intención de renunciar al partido: “como padre de cuatro hijos que soy, si puedo cambiar la vida de un niño para darle las cosas básicas que necesite, eso es todo lo que importa”.
El partido en cuestión terminó con empate a dos goles; por parte de Inglaterra ambos tantos fueron obra de Jeremy Lynch, un célebre futbolista freestyle, mientras que para el Soccer Aid World XI anotaron Usain Bolt y el turco-británico Kem Cetinay, participante habitual en concursos televisivos de Gran Bretaña. La tanda de penaltis posterior dio el triunfo al conjunto internacional. Las 40.000 localidades del estadio se llenaron, y se sabe que se recaudaron al menos seis millones de libras, pero aún no se puede hacer balance definitivo porque hasta el 23 de julio todavía se puede aportar a través de la web de la organización. Y lesiones, por suerte, no hubo ninguna, con lo que todos acabaron contentos.
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