Argentina y Messi se van de la Copa América con otra frustración sobre la espalda

SANTIAGO (Reuters) - La selección argentina de fútbol sumó el sábado otra frustración al caer ante Chile por penales en la final de la Copa América, en un nuevo torneo al que llegó como favorito de la mano de Lionel Messi pero no pudo imponer en el campo la superioridad de las estadísticas. Chile se quedó con el trofeo en los penales tras 120 minutos de un partido dinámico pero con poco juego en el que ninguno de los dos pudo anotar. Y Argentina volvió a quedar en las puertas de la gloria, al igual que en el Mundial del año pasado en Brasil, cuando cayó 1-0 ante Alemania con un gol recibido a los 116 minutos. La "albiceleste" había llegado a la final con tres victorias y dos empates, momentos de fútbol de altísimo vuelo y pasajes de partidos en los que quedó en deuda. Pero el sábado se dedicó más a contrarrestar a Chile que a mostrar el juego que la ha encumbrado como uno de los mejores equipos del mundo, algo que ya le había pasado en Brasil. Así, una vez más, todas las miradas críticas van a apuntar a Lionel Messi. El astro del Barcelona se va de Chile con un gol marcado en seis partidos y el sábado tuvo una actuación poco más que aceptable y por largos pasajes llegó a pasar casi inadvertido. SIN CONTUNDENCIA El atacante mostró destellos de su magia en varios momentos del torneo, pero solamente brilló en la goleada 6-1 sobre Paraguay, en la que pese a no marcar fue la gran figura del partido con sus fintas y habilitaciones para que varios de compañeros inscribieran su nombre en el marcador. Messi llegó a la Copa América tras una notable temporada en el Barca, en la que ganó la liga española, la Copa del Rey y la Liga de Campeones, además de ser una vez más el máximo artillero del torneo continental. Pero una vez más, no pudo traspasar a la selección las coronas obtenidas con su club, en una clara señal del "eslabón perdido" que existe entre el Messi del Barcelona y el que juega por la selección argentina. Pese a que Argentina dominó el juego y mostró superioridad en la mayoría de sus partidos, le faltó contundencia, una letanía repetida una y otra vez a lo largo del torneo. Si se deja de lado el partido con Paraguay, Argentina solamente marcó solamente cuatro tantos en sus otros cinco partidos. Además, la selección perdió su quinta final seguida tras las caídas en la definición de la Copa América de 2004 y 2007, la Copa Confederaciones 2005 y el Mundial del año pasado. "Perder es una tortura, es una tristeza muy grande", dijo tras la derrota un desolado Javier Mascherano, uno de los símbolos de la "albiceleste". "Todos saben lo que yo siento al ponerme esta camiseta". (Reporte de Javier Leira. Editado por Antonio de la Jara)