Argentina confía en romper maleficio ante su eterno rival para levantar la Copa América en el Maracaná

Foto de archivo de los jugadores Lionel Messi y Neymar en un partido por la eliminatoria sudamericana al Mundial 2018 en Belo Horizonte

9 jul (Reuters) - La final de la Copa América enfrentará el sábado a dos eternos rivales que han brillado a lo largo del torneo en Brasil, con Argentina buscando romper el maleficio para levantar de una vez el trofeo ante el dueño de casa y último campeón.

Los equipos han estado muy por encima de sus rivales en la competencia más antigua de selecciones del planeta y tienen una constelación de estrellas lideradas por Lionel Messi y Neymar, que no han podido hasta ahora coronarse campeones.

Para Argentina será una verdadera hazaña levantar la copa en el mítico estadio Maracaná tras haber perdido las finales de 2004 y 2007 ante Brasil y de haber sido eliminada en las semifinales de la edición 2019 por el pentacampeón mundial, que también fue el anfitrión en esa edición del torneo.

La "albiceleste", que no conquista un título importante desde que levantó la Copa América en 1993 y lleva 16 años sin ganarle a Brasil en un partido oficial, cayó además en el mismo escenario en la final del Mundial 2014 frente a Alemania.

"Vamos a jugar una final contra nuestro eterno rival, el de toda la vida, las dos selecciones potentes de Sudamérica y esperemos que la gente lo disfrute, que sea un buen partido", dijo el director técnico argentino Lionel Scaloni a periodistas.

"Lógicamente queremos ganarla pero creo que es un partido para disfrutar", agregó.

Neymar había anticipado días atrás su deseo de tener a la "albiceleste" como contrincante en la instancia decisiva.

"Era la final que siempre soñé en jugar. La final que a todo el mundo al que le gusta el fútbol espera de una Copa América. Un Brasil-Argentina, un clásico de muchos años por las dos selecciones ser grandes", dijo en un video divulgado por la Confederación Brasileña de Fútbol.

"Sé que él (Messi) ha batallado mucho para lograr un título con Argentina".

Se suponía que la final debía disputarse en el estadio de Barranquilla, antes de que la Conmebol cambiara sorpresivamente la sede a Brasil por las revueltas sociales en Colombia y el aumento de casos de coronavirus en Argentina.

EL CAMINO HACIA LA FINAL

Argentina y Brasil lideraron sus grupos en la primera ronda del torneo que esta vez tuvo un formato distinto, y accedieron a cuartos de final como primeros con 10 unidades luego de haber ganado tres partidos y empatado uno.

En cuartos de final, argentina derrotó a Ecuador 3-0 y luego venció a Colombia en penales para ganar su boleto a la final, con una gran actuación de su portero Emiliano Martínez. El equipo de Tite, por su parte, superó a Chile en cuartos y accedió a la semifinal tras eliminar a Perú.

Si el partido termina en empate se jugará un alargue de 30 minutos y, si se mantiene la igualdad, se definirá por penales.

A diferencia de los demás choques del torneo, el municipio de Río de Janeiro autorizó un aforo de hasta 6.500 espectadores que estará formado únicamente por acreditados e invitados especiales de la Conmebol. Los asistentes deberán presentar una prueba PCR negativa de COVID-19.

El encuentro tendrá como árbitro principal al uruguayo Esteban Ostojich, con su compatriota Andrés Cunha a cargo del VAR.

(Escrito por Daniela Desantis en Asunción, reporte adicional de Andrew Downie. Editado por Javier Leira)