Argentina campeón. Lionel Messi: “Necesitaba sacarme la espina de poder ganar algo con la selección. Soy un agradecido a Dios”

Messi no puede contener la emoción: lágrimas... esta vez, de felicidad; el capitán se dio el gusto de obtener su primer título con la selección mayor argentina
NELSON ALMEIDA

Sus compañeros lo consideran un líder adulto y le dan el cariño y el afecto que se reservan para un niño. Lionel Messi despierta un abanico de sentimientos en el plantel del seleccionado. Ninguno más enternecedor que el que brotó apenas terminó la final, con Messi que se deja caer de rodillas y el llanto de felicidad que le estalla en el rostro. Marcos Acuña y Rodrigo De Paul fueron los primeros que llegaron para cobijarlo en un abrazo. Enseguida se sumó el resto de los jugadores para armar una montaña. Y la continuidad de un carrusel que pasará a formar parte estelar de la película Messi-futbolista: sus compañeros que lo arrojan al aire, el abrazo con todos, el consuelo a Neymar, la medalla colgando en el pecho, la copa alzada, la video-llamada por celular con su familia en medio del campo del Maracaná.

Tiene 35 títulos con Barcelona, se desvela por conquistar la quinta Champions League, pero nada lo obsesionaba tanto como ser campeón con la Argentina. De mayor, porque ya tenía el Mundial Sub 20 de 2005 y la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Después de 16 años, desde aquel debut en un amistoso ante Hungría, de récords de presencias y goles, de cuatro finales perdidas, Messi cumplió uno de los pocos sueños que le quedan pendientes.

El beso a la copa, el instante con el que soñó tanto tiempo
Heuler Andrey/DiaEsportivo/FotoBaires - Argentina


El beso a la copa, el instante con el que soñó tanto tiempo (Heuler Andrey/DiaEsportivo/FotoBaires - Argentina/)

Pasadas las dos de la mañana del domingo, cuando sus compañeros, todavía le entonaban “que de la mano, de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar”, el capitán apareció por los pasillos para atender a la prensa. “Confiaba mucho en este grupo, que se hizo fuerte desde la Copa América pasada”, fueron sus primeras palabras a los micrófonos como campeón de América,. Y amplió los elogios para el plantel: “Es un grupo de personas muy buenas, que siempre tiró para adelante, nunca se quejó de nada. Estuvimos un montón de días encerrados, sin poder ver a la familia, a nadie”.

En un momento le acercaron la copa, la tomó en brazos y siguió: “Soné muchísimas veces con este momento. Necesitaba sacarme la espina de poder ganar algo con la selección después de haber estado tan cerca durante años. Sabía que en algún momento se iba a dar y creo que no hubo uno mejor que éste. Soy un agradecido a Dios por regalarme este momento, en Brasil, ganándole a Brasil. Pensé mucho en mi familia, en mis viejos, mis hermanos, a quienes muchas veces les tocó sufrir, igual que yo o peor. Muchas veces nos tocó irnos de vacaciones después de una derrota y los primeros días eran tristes, sin ganas de nada. Esta vez será diferente”.

Cuando le mencionaron que una multitud se había congregado en el Obelisco a festejar, Messi agradeció la iniciativa del sábado, de vestir lumínicamente el Monumento a la Bandera de Rosario con los colores de su camiseta. “Fue algo muy emocionante, increíble cuando lo vi. Estoy feliz de que la Argentina disfrute y podamos llevar esta copa para allá, después de desearla y quererla tanto”.

Sobre la dimensión de lo obtenido, expresó: “Todavía no somos conscientes, es muy reciente. Estamos felices, festejando por un partido que va a quedar para la historia. No solo por ser campeones, sino por haberle ganado la final a Brasil en el Maracaná”.

Sobre el futuro, expresó: “Siempre que se gana hay que aprovechar el envión. Es más fácil cuando acompañan los resultados, hay que aprovecharlo. Sobre todo a esta camada de jugadores. Cuando terminó la Copa América pasada, yo les dije que ellos eran el futuro de la selección. Y no me equivoqué, me lo demostraron ganando esta copa”.

Messi maniobra entre Thiago Silva y Casemiro en la entrada al área de Brasil
Bruna Prado


Messi maniobra entre Thiago Silva y Casemiro en la entrada al área de Brasil (Bruna Prado/)

Como sobrevivientes de la vieja guardia, Messi le vaticinó a Ángel Di María antes del partido: “Le dije a Fideo que iba a tener su revancha, de poder de hacer un gol. Esto me gustaría compartirlo con todos los compañeros que tuve y varias veces estuvimos cerca de ganar una copa. No se nos pudo dar, pero ellos merecían vivir algo como esto. Sé que están muy felices por nosotros, por la Argentina. Ellos también hicieron mucho, llegaron a finales de copas América y un Mundial”.

Sus últimos palabras fueron de un encendido reconocimiento a Lionel Scaloni: “Esto es mérito de él, todo lo que hizo y construyó. Su proceso de tres años siempre fue en crecimiento. Supo armar un grupo espectacular, ganador. Hace tiempo que la Argentina no era campeona de América. Y hoy lo consiguió de la mano de él”.