Aquel Kobe Bryant que perdió la motivación en Pekín 2008 cuando ya no pudo marcar a Manu Ginóbili

Emanuel Ginóbili y Andrés Nocioni son dos de los tres mayores exponentes de la Generación Dorada, que consiguió aquellos triunfos ejemplares sobre Estados Unidos en Indianápolis 2002 y Atenas 2004; en la semifinal de Pekín 2008 no pudo ser: los norteamericanos ganaron por 101-81.
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Mike Krzyzewski es un respetadísimo entrenador de básquetbol que durante muchos años dirigió al seleccionado estadounidense, con éxitos en mundiales y Juegos Olímpicos. Estaba a cargo del mejor equipo del mundo cuando Kobe Bryant transitaba el mejor año en lo individual en su carrera y encaraba Pekín 2008, la competencia en que USA Basketball debía volver a lustrar su prestigio tras la sonora derrota en Atenas 2004.

Ese resultado en una semifinal había sido infligido por un espectacular conjunto argentino que lograría la medalla dorada, el mayor mérito de la historia del deporte de su país, con un segundo triunfo sobre un seleccionado de Estados Unidos por segunda gran competencia internacional consecutiva, tras aquella victoria en el Mundial Indianápolis 2002. En Pekín 2008, entonces, con pesos pesados en el plantel, como Bryant, Chauncey Billups, Jason Kidd y los promisorios jóvenes LeBron James y Carmelo Anthony, el favorito no podía fallar.

En una conversación para el podcast de J. J. Redick, actual jugador de New Orleans Pelicans, Krzyzewski recordó a Bryant, en el año de su muerte. Con una anécdota, "la mejor, o una de las mejores", creyó "Coach K". "Fue cuando empezamos a construir una cultura en USA Basketball. Nos preparábamos para Pekín, y cuando estaba con mi staff en Las Vegas un par de días antes de que llegara el plantel, de pronto hubo golpes la puerta", contó, con la imitación del ruido. "Era Kobe. Me dijo «coach, ¿puedo hablar con usted un minuto?». Le dije «seguro» y fuimos a un cuarto aparte. Le pregunté «¿qué necesitás?». «Necesito pedirle un favor». «¿Qué es?». «Quiero marcar al mejor jugador de perímetro de cada equipo contra el cual juguemos»", contó Krzyzewski, a quien reemplazó otro prestigioso entrenador, Gregg Popovich. El DT de San Antonio Spurs dirigió a Estados Unidos en el Mundial China 2019.

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Coach K se adentró en la anécdota. "Él [Bryant] era el mayor anotador de la NBA. Era el mejor jugador en ese momento. Tuvo siete partidos de 50 puntos anotados ese año. Sabía que tenía que cambiar un poco, tarde o temprano, pero me dijo eso: «Quiero marcar al mejor jugador de perímetro». Él y Jordan tenían la misma mirada: cuando la posaban en uno, lo mataban. Se inclinó y me dijo «coach, le prometo que voy a destruirlo». Me dije «¡esto es bueno!». Tuvimos una reunión de equipo y en la primera práctica no tomó ni un tiro. No tomó ni un solo tiro. Y me dijo «coach, se lo prometí: destruir al rival». Yo le contesté «mirá, quiero que los destruyas ofensivamente. ¿Podrías tomar un tiro?». Y tenía esa sonrisa... Y con esa sonrisa me dijo «es el único coach que alguna vez me ha pedido tirar»", rememoró el DT, con algo de risas junto a Redick, un todo especialista en triples.

Y entonces el respetado preparador se refirió a la Generación Dorada, oriunda del hasta hoy único país que ha logrado imponerse dos veces a Estados Unidos y sus jugadores de NBA. Emanuel Ginóbili, Andrés Nocioni, Luis Scola y compañía habían sido los primeros en vulnerar a USA Basketball desde que había irrumpido el magnífico y auténtico Dream Team, el de Barcelona 1992. Krzyzewski siguió hablando de Kobe Bryant: "Tenía una visión de los momentos... Sabía que para que nosotros ganáramos la medalla dorada debíamos vencer a la Argentina, fuera en una semifinal o en la final, y quiso marcar a Ginóbili. ¡Créanme! Tenía esa idea en la mente. Y se preparó para defender contra Ginóbili. Tenía esa visión. Loca. Y jugamos, nomás, con la Argentina, en una semifinal. Ganábamos por 20 puntos y Ginóbili se lastimó. Se podía pensar que íbamos a ganar por 40, entonces. Pero pasó a haber una diferencia de 6, porque él ya no estaba interesado. ¡Así es él! Así era; Dios lo bendiga. Me encantaba ese muchacho".

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Krzyzewski, Popovich y el recordado ex comisionado de la NBA David Stern (fallecido el 1 de enero, 25 días antes que Bryant) siempre fueron muy elogiosos para con el seleccionado argentino, que en aquellos Juegos terminó derrotando, ya sin Manu, a la poderosa Lituania y obteniendo otra medalla, la de bronce. De esa Argentina los estadounidenses, los mejores del planeta en el básquetbol, aprendieron lecciones sobre espíritu de equipo e identidad nacional. A partir de eso, cimentaron esa cultura de seleccionado al que todos quieren pertenecer en los Juegos Olímpicos -ciertamente, no en los mundiales-. Y Coach K siente gratitud por un par de aquellos monstruos de USA Basketball. "Él [Kobe] y LeBron desarrollaron una relación que se necesitaba para crear esa cultura. Estoy tan orgulloso de LeBron... Y obviamente estaba muy orgulloso de Kobe por haberlo hecho", destacó quien en su Olimpo de admiración tiene una importante parcela ocupada por la Generación Dorada.