El aniversario de la ruleta rusa del Mundial

San Petersburgo, 1 jul (EFE).- Fue una ruleta rusa. Después de un partido nefasto, España cayó ante el anfitrión en los octavos de final del pasado Mundial. El defensa Serguéi Ignashévich estuvo allí. Hace tres años marcó en propia puerta, pero después convirtió uno de los penaltis en una tanda fatídica para España.

“Como futbolista no hay nada de qué sentirse orgulloso por esa victoria. En ningún momento superamos España. Tuvimos suerte. Pero le dimos una alegría a nuestros aficionados. Todo el país estaba feliz. Esa alegría fue más importante que jugar mejor que España”, comenta a Efe Ignashévich.

El legendario central del CSKA guarda un recuerdo imborrable de aquella tarde, ya que se había retirado de la selección tras la Eurocopa 2016, pero debido a las lesiones de varios defensas, tuvo que volver a defender la camiseta nacional una última vez.

UN AUTOBÚS CON ARGUMENTOS

“Si no fuera por el error de (Gerard) Piqué, que le dio al balón con la mano en un gesto antinatural, difícilmente hubiéramos empatado el partido”, reconoce.

Ignashévich, que entrenó las últimas temporadas al histórico Torpedo Moscú, defiende la decisión de jugar con cinco defensas ante España el 1 de julio de 2018 en el estadio Luzhnikí.

“Jugar con cinco defensas fue una decisión justificada. Ellos siempre buscaban la superioridad en banda. Jugar con el mismo esquema que España, un 4-3-3, como hizo Croacia el otro día era muy arriesgado”, explica.

En su opinión, la “única opción” de derrotar a un grande como España es con una disciplina férrea y un bloque defensivo bajo muy fiable

“Los croatas fueron fuertes físicamente, pero eso no fue suficiente. Nosotros éramos peores individualmente que los españoles, pero opusimos organización y una defensa muy segura. Y el carácter y la tradicional hospitalidad rusa. Luchamos como si fuera la última vez en ese partido”, rememora.

Rusia también tenía “un plan de contraataque”, pero los españoles no les dejaron cruzar el centro del campo.

“Nos obligaron a defendernos los 120 minutos” , resalta.

ESPAÑA, SIN DELANTEROS

Al mismo tiempo, cree que fue “La Roja” la que se equivocó al poblar el centro del campo y las bandas, y dejar completamente solo en el área a Diego Costa.

“Costa estaba muy solo. No recibía ayudas. Los tres centrales rusos lo controlamos con facilidad. Yo pensaba que saldría algún delantero. Miraba al banquillo y pensaba que saldría Rodrigo”, señala

Ignashévich cree que “los españoles jugaron muy bien hasta el área”, pero no recuerda apenas ocasiones de gol en la portería de Akinféev.

“No había un segundo delantero. No había riesgo ni presión. Pasaban los minutos y no veía que los delanteros españoles se ejercitaran para salir”, dice.

Los rusos no tenían esperanzas de marcar, ni siquiera en la prórroga.

“Todos nuestros pensamientos estaban en llegar a la tanda de penaltis y allí intentar marcar y que nos sonriera la suerte. No se trataba de jugar bien. Si jugamos como los croatas y perdemos 4-3, los aficionados no se hubieran alegrado, no nos hubieran entendido”, argumenta.

LA REVANCHA DE LA EUROCOPA DE 2008

Ignashévich también estuvo en el campo en las semifinales de la Eurocopa 2008 ante España. (3-0)

“Lo del Mundial fue una revancha. Estamos en diferentes categorías. No somos rivales para ellos”, señala.

De hecho, cree que fue “más doloroso” perder el primer partido de aquella Eurocopa (4-1), ya que el equipo de Guus Hiddink también tenía sus aspiraciones.

“Esa derrota dolió. Después ganamos y derrotamos a Holanda. Llegar a las semifinales ya fue un logro. Perder ante el mejor equipo del torneo, España era el mejor y lo demostró después en el Mundial, ya no nos dio tanta rabia”, apunta.

Además de una “muy buena generación” liderada por Andréi Arshavin, destaca que físicamente superaron al resto de rivales, incluido los holandeses en cuartos.

“Pero eso no fue suficiente para derrotar a España. Esa generación del 2008 al 2012, por supuesto, es una de las más fuertes en la historia del fútbol”, asegura.

LA ESPAÑA DE LUIS ENRIQUE

Ignashévich cree que la selección españols “va cogiendo la forma según avanza el torneo”, pero le pide a Luis Enrique algo de flexibilidad.

“A Luis Enrique le encanta el 4-3-3. Ya lo aplicó en el Barcelona. Pero no hay nada vergonzoso ni malo en que el equipo sea más flexible. Si todo va bien, se puede jugar un fútbol de ataque, pero si se pierde el balón...”, señala.

Pone como ejemplo a Didier Deschamps en el Mundial de Rusia. “Deschamps sí puede. Para ganar un gran torneo hay que ser un equipo genial como la España de 2008-12 o hay que ser flexible en lo táctico. Francia no dominó cada partido”, recuerda.

“España ahora es previsible para todos. Los suecos y polacos demostraron cómo hay que jugarles”, insiste.

Aunque cree que “la organización supera a la calidad”, admite que Suiza es como la Rusia de 2008.

“Entonces, nosotros no teníamos tampoco muchas opciones contra España. Ellos también han tocado techo, pero será difícil si España les minusvalora. Será interesante ver el encuentro. Qué podrá demostrar España ante esa disciplina de cinco defensas. En todo caso, Suiza no es Bélgica, no tiene jugadores para derrotar a Francia y España en el plazo de cuatro días”, afirma.

Precisamente, de Bélgica destaca la calidad de sus jugadores y la flexibilidad táctica. “Es un equipo maduro. Le ha llegado la hora de ganar un gran torneo, a diferencia de España e Italia. Es el momento de los belgas”, asevera.

Ignacio Ortega

(c) Agencia EFE