Andy Murray, el distinto que le hizo honor a su segundo nombre

Andy Murray siempre fue distinto, desde sus inicios en el tenis. "El más inteligente de los cuatro fantásticos", aseveró Del Potro.
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Andy Murray fue un bebé prematuro y nació con la rótula bipartita (los huesos de la zona en dos fragmentos y puede causar dolor). Se come las uñas y la piel de alrededor; es un hábito que le desagrada pero que no puede evitarlo. Le gusta el olor de la pintura y del combustible. En 2009, cinco meses después de obtener la licencia de conducir, se gastó cien mil libras en una Ferrari roja, pero la vendió al poco tiempo tras comprobar que era demasiado llamativa (y veloz) para su estilo mesurado. Dicen que durante la celebración del título en el US Open 2012 su equipo se gastó miles de dólares en bebidas y, él, apenas US$ 3,50 en una limonada. Murray siempre fue distinto.

Modesto “Tito” Vázquez, ex capitán argentino de Copa Davis, trabajó siete años en la asociación británica (Lawn Tennis Association) y tiene muy presente al Murray de 13-14 años de las pretemporadas en La Manga del Mar, un complejo deportivo en la región española de Murcia donde hacían trabajos especiales con juniors ingleses. “Recuerdo un día haberle comentado algo del saque y me preguntó por qué le decía eso, porque quería saber más; después entendió y empezó a hacer un poquito de caso. Pero siempre estuvo en la suya, incluso como profesional. Se destacó por una personalidad singular. Le llevaba años luz al resto por su juego y carácter” , narra Vázquez y deja una rica anécdota sobre el español Manolo Santana.

El escocés Andy Murray, durante la atención a la prensa en Wimbledon, "major" que ganó dos veces y al que vuelve después de cuatro años; a su lado, Roger Federer.
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El escocés Andy Murray, durante la atención a la prensa en Wimbledon, "major" que ganó dos veces y al que vuelve después de cuatro años; a su lado, Roger Federer. (AELTC/Jon Super/)

“Una vez le pregunté a Manolo cómo había hecho para ganar Wimbledon y me dijo que después de ganar dos veces Roland Garros se hizo amigo de los australianos, que eran un grupo selecto y jugaban bien en pasto, y ese año (1966) decidió no jugar en París porque era demasiado desgaste y se enfocó en preparar el torneo de Londres. Y lo ganó. A los años, en un entrenamiento de Murray, me acerco porque estaba el pelado Jeremy Green, que era su preparador físico y a quien yo conocía bien de cuando trabajábamos con los juniors: le hice un chiste a Andy, me lo devolvió, le dije que para ganar Wimbledon no tenía que ir a París y le conté lo de Santana. Lo que es la vida o la casualidad: en 2013, cuando Andy ganó Wimbledon, no jugó Roland Garros, no por aceptar mi consejo, claro, sino porque aparentemente tenía una lesión…”.

Es común ver a Murray [récord de 678 victorias y 203 derrotas, 46 títulos y US$ 61.870.363 en premios oficiales] encabezar acciones para recaudar fondos para los enfermos de cáncer. El año pasado donó el dinero que ganó en un torneo de videojuegos para el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido y al Programa de Ayuda al Jugador de la ATP. Siempre fue distinto, Andy. También en la cancha.

Andy Murray lideró el título de Gran Bretaña en la Copa Davis 2015, el primer festejo de ese país por la Ensaladera después de 79 años.
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Andy Murray lideró el título de Gran Bretaña en la Copa Davis 2015, el primer festejo de ese país por la Ensaladera después de 79 años. (Archivo/)

“El más inteligente para jugar de los cuatro fantásticos”, no dudó Juan Martín del Potro ante LA NACION, en 2016. “En el póker de ases del tenis en los últimos diez, quince años, cada uno que surgía era la Némesis del otro, el antídoto para detener al anterior -describe Tito Vázquez-. Federer ganó fácil hasta que apareció Nadal, que siendo zurdo, con un drive cruzado le complica la vida al revés del suizo. Aparece Djokovic y le empieza a complicar la vida a Rafa porque es flexible, contragolpeador, con más variedad, lo saca de la cancha, en fin... Y después aparece Murray y lo complica a Nole porque le cambia los ritmos, le da velocidad, uno con slice, otro con top, y a un tipo como Djokovic, que es una especie de maquinita, cambiarle el tiempo es una buena estrategia. Lamentablemente para Rafa y para Roger se lesiona Murray: estoy convencido de que s i Andy hubiera estado bien, Djokovic hubiera ganado muchos menos Grand Slam de los que tiene ahora”.

Las lesiones lo azotaron a Murray, pero no lograron vencerlo. Le hizo honor al significado que Barron, su segundo nombre, tiene en la antigua lengua gaélica escocesa: “Pequeño guerrero”.