Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

De Alumni a Mandiyú, seis historias de clubes desaparecidos (y algunos revividos) del fútbol argentino

La historia grande, la gloriosa, del fútbol argentino fue escrita en gran parte por los éxitos de sus principales clubes a lo largo de más de más de un siglo, desde comienzos del XX. Pero empezó mucho antes, a mediados del XIX. Otras entidades abrieron el camino, y varias de ellas no continuaron, o cambiaron de nombre. Y otras, fundadas mucho después, dejaron una huella y desaparecieron.

Desde el conocido Alumni hasta el recordado Mandiyú, pasando por el hoy ignoto Buenos Aires Football Club, bien vale un vistazo a algunas instituciones que tuvieron su protagonismo y ahora, por una razón u otra, ya no están y se fueron para siempre.

Buenos Aires Football Club, pionero en la Argentina y Sudamérica

El 9 de mayo de 1867 un grupo de socios de Buenos Aires Cricket Club creó un club de fútbol en la Argentina, Buenos Aires Football Club (BAFC), para promover la práctica del balompié en la ciudad. Gracias al interés por traer la disciplina al país y al conocimiento futbolístico de los hermanos británicos Thomas y James Hogg y sus compatriotas William Heald, Thomas Jackson y Thomas Barlow Smith, BAFC se convirtió en el primer club enteramente dedicado al en Sudamérica. Ese día, además del nombre, eligieron el valor de la cuota social mensual y definieron las reglas de la Football Association.

Periodista, Thomas Hogg tenía noción de las normas delineadas en la Freemason's Tavern en 1863, que consistían en utilizar únicamente los pies, es decir, prohibir el uso las manos para tocar el balón. Hogg las había recibido de Michael y Eduard Thomas Mulhall, los directores del diario inglés The Standard, que luego, una vez fundado BAFC, publicó un artículo para convocar a una reunión que celebrara el nacimiento de la entidad pionera en el subcontinente. Poco después, la comisión directiva de BAFC compró los postes de los arcos y cuatro banderines para efectuar el primer partido de fútbol el 25 de mayo de 1867, cerca de la estación del ferrocarril en La Boca. Sin embargo, la lluvia de horas antes lo impidió. Finalmente, el 20 de junio se realizó el esperado encuentro en el campo de deportes de Buenos Aires Cricket Club, en Palermo, entre dos equipos formados por integrantes del club y diferenciados con gorras blancas y rojas.

Pero más allá de la felicidad por el anhelo cumplido, los directivos de Buenos Aires Cricket no se dieron cuenta de que, accidentalmente, habían dado lugar al comienzo del eclipse de su deporte en la Argentina, al prestar el terreno para ese partido: el fútbol se volvería popular y desplazaría al esa otra tradicional disciplina británica. Dicho cotejo fue el primero de muchos que se dieron hasta los dos últimos, unos amistosos con Zingari Cricket Club y Montevideo Cricket Club, en 1881. Ese año fue el de la desaparición definitiva de BAFC luego de sucesivos cierres y refundaciones. BACC, en cambio, continuó existiendo, y al día de hoy se lo apoda como "Biei": es el conocido Buenos Aires Cricket & Rugby Club.

Club Atlético del Rosario, de clave influencia para la creación de la AFA

Al igual que Buenos Aires Football Club, Rosario Cricket Club, fundado el 27 de marzo de 1867, tuvo una notoria injerencia en el origen de la actual Asociación del Fútbol Argentino (AFA): sus dirigentes, de origen inglés, fueron seleccionados para la primera comisión directiva de la entidad rectora del fútbol nacional.

Rosario contó con una cancha propia desde el inicio, ubicada en la manzana donde hoy se erige el colegio San José, y sus promotores fueron los inmigrantes británicos que trabajaban en la construcción del ferrocarril que unía la ciudad santafesina y la capital de Córdoba. La institución pasó a ser Club Atlético del Rosario en 1884, cuando el cricket daba paso al rugby y al fútbol, que el 12 de julio de 1887 vivió su primer enfrentamiento interclubes, frente al mencionado BAFC en Buenos Aires.

La reputación regional y nacional de Rosario creció exponencialmente gracias a ser, desde 1900, un invitado asiduo a disputar la Copa Competencia, que ganó dos años después contra Alumni luego de perder dos finales. La década inaugural del siglo XX es considerada la mejor de este club en fútbol debido a las conquistas de la copa, que incluyeron las logrados en 1904 y 1905 ante Peñarol, de Uruguay, el gran rival de la época. El hoy apodado "Plaza" (por Plaza Jewell) participó en la liga rosarina de fútbol hasta 1916; luego se centró en el rugby, el tenis, la natación y el hockey sobre césped, hasta la actualidad.

Mandiyú, dirigido por Maradona y casi en la Copa Libertadores

De jugar siete años consecutivos (1988-1995) en la primera A, incluyendo el debut absoluto de Diego Maradona como director técnico (1994), a desaparecer, ser reemplazado y que también su "sustituto" se extinguiera. Así de insólita fue la existencia de Club Deportivo Mandiyú, de Corrientes.

Fundado por el empresario Eduardo Seferian en 1952 como "Deportivo Tipoití", fue el club de los empleados de la fábrica textil homónima. Al año siguiente modificó su denominación a "Deportivo Mandiyú", y con el correr de las décadas se convertiría en el club del noreste argentino que más tiempo seguido participaría en la máxima categoría del fútbol. En ese corto pero exitoso período, su mejor campaña fue la del tercer puesto en el torneo Clausura 1991, aquél que ganó Boca bajo la dirección del uruguayo Oscar Tabárez pero que no entregó un título de campeón, porque la temporada coronó al ganador de la final (y del Apertura 1990), Newell's Old Boys.

Ese año, el equipo mesopotámico llegó a protagonizar una serie contra San Lorenzo en la liguilla pre Libertadores, para acceder al torneo subcontinental; no se clasificó, porque la ventaja deportiva para el Ciclón (segundo del Clausura) definió el mano a mano al cabo de sendos 1 a 1. Antes, Mandiyú había participado en el Campeonato Nacional 1974 y conseguido el título de campeón de la primera Nacional B en la temporada 1987/1988, con Juan Manuel Guerra como entrenador.

Pero tras la estabilidad, con cierto éxito, en la elite del fútbol nacional, Mandiyú inició su triste camino a la desaparición con el gerenciamiento, a cargo de Roberto Cruz, desde 1993. Volvió al Nacional B en 1995, pero ni siquiera pudo ocupar una plaza en el certamen, por problemas económicos. Su lugar quedó en manos de la Liga Correntina, que lo asignó a Huracán Corrientes, el archirrival de Mandiyú pero que facilitaba a éste su estadio para que actuara como local.

Tras aquel triste suceso en 1995, hubo una suerte de refundación por parte de un grupo de hinchas en 1998, con el nombre "Deportivo Textil", que en los primeros años del nuevo siglo pasó a ser "Textil Mandiyú". Entre diferencias dirigenciales y malas campañas deportivas, más tarde una parte de la comisión directiva, con el politólogo Bruno Carlino a la cabeza, decidió revivir al propio Deportivo Mandiyú en julio de 2010 y hacerlo volver a competir. Para el Torneo Argentino B de 2011 hizo pruebas a 500 jugadores, de los cuales quedaron 30, con Vicenzo Modica como entrenador. Por un tiempo coexistieron ambos clubes, Textil y Deportivo, pero luego se fusionaron por una decisión del gobierno provincial. Hoy en día subsiste solamente Deportivo Mandiyú, que interviene en la liga correntina y el Torneo Federal Regional.

Pero, por supuesto, quedó en la memoria del aficionado al fútbol por aquella primera etapa, esos años noventas en los que era el club correntino que más seguidores tenía y por el que entonces pasaron los campeones mundiales Julio Olarticoechea y Carlos Tapia (México 1986) y los subcampeones Sergio Goycochea y José Basualdo (Italia 1990).

Arsenal, de Llavallol, locatario de River y filial de Boca en los sesentas

Lo que Julio Humberto Grondona fue a la existencia de Arsenal, de Sarandí, se asemeja a lo que fue Aníbal Díaz con el club homónimo de Llavallol. Amante del fútbol, el ex cazatalentos Díaz fundó Arsenal el 12 de octubre de 1948 (antes de que Grondona diera vida a su criatura en Sarandí, en 1957) con la premisa de formar un equipo competitivo, compuesto por jugadores talentosos, que participara en los Juegos Evita.

Referente del partido de Almirante Brown, el Arsenal del "Gordo" Díaz se inició en el fútbol en 1950 y pronto fue campeón de la provincia de Buenos Aires y luego nacional en dichos certámenes. Recibió como premio un predio para construir un estadio con tribunas de cemento y dos vestuarios, concedido por el presidente de turno, Juan Domingo Perón, en Llavallol.

¿Fútbol o rugby? Fútbol gaélico, la combinación de dos deportes en la que la Argentina se destaca

Y ya afiliado a AFA, debutó en la amateur primera D el 27 de abril de 1952... con una contundente derrota: 7 a 0 ante Brown de Adrogué, a pesar de que contaba con Vladislao Cap (futuro entrenador de la selección argentina por dos décadas) y Natalio Sivo. Apenas más tarde, en 1953, se incorporaron otros ilustres: Antonio Valentín Angelillo (ex Boca, Racing, Internazionale, AS Roma y AC Milán) y Humberto Maschio (ídolo de Racing).

Tras el quinto puesto de entonces y un ascenso a la primera C automático obtenido dos años después gracias a AFA, por contar con muchos socios y comodidades en su cancha, el "Arse" se mantuvo en esa categoría hasta el descenso de 1957. Al año siguiente participó en la D, lo mismo que durante 14 fechas de 1959, antes de que fuera desafiliado, sin motivos claros. Ese traspié deportivo, sumado a la fugacidad acuerdo de ocho meses con River Plate para que sus jugadores se entrenaran en sus instalaciones en 1961, hizo pensar a Díaz en el fin de su institución. Sin embargo, Arsenal se repuso pronto porque estableció otro convenio al año siguiente, con Boca Juniors, en este caso más provechoso y duradero.

Cincuenta y seis futbolistas del club fueron incorporados por la entidad xeneize a cambio de otros cedidos en préstamos y sin opción de compra, hasta el 31 de diciembre de 1962, entre los cuales se destacó Rojitas. El título de campeón de la primera D en 1964 fue el único oficial de Arsenal, de Llavallol, y el resultado de mucho esfuerzo en la captación de futbolistas de alto nivel.

El punto de encuentro entre el rugby y la literatura

Esa alegría deportiva no se repitió, por la firme idea de Boca de trasladar a sus divisiones inferiores al predio de La Candela, adquirido en 1962, y por un reclamo del gobierno nacional por los terrenos donde estaba el estadio de Arsenal. Ambas situaciones decantaron un final sin retorno. El 12 de octubre de 1968 fue la función de despedida, una caída por 4 a 2 frente a Central Córdoba, de Rosario, en la primera C.

Sportivo Palermo, el penúltimo desafiliado de AFA

Fundado el 18 de agosto de 1908, Club Sportivo Palermo se afilió a la AFA siete años después. Por entonces comenzó a participar en torneos oficiales, y luego de un par de temporadas logró el ascenso a la intermedia (equivalente a la actual primera Nacional). Su estadía en la máxima categoría se extendió entre 1920 y 1933, y abarcó todo el período en que Palermo estuvo fusionado con Eureka, de Floresta (desde 1920) y en el que consiguió el título de subcampeón de la Asociación Argentina de Football en 1922. En 1932 Sportivo Palermo experimentó otra fusión, en este caso con Club Atlético Palermo, y por dos años pasó a ser Club Atlético y Sportivo Palermo. Luego y desde entonces pasó varias décadas consecutivas en categorías menores.

Tras su mejor época en el fútbol de elite, el conjunto albiazul de Villa Lynch deambuló durante medio siglo entre desafiliaciones y regresos -tres- al profesionalismo. En 1937 estuvo en la primera C, por sendas reestructuraciones de los campeonatos de AFA subió en 1956 y 1963, y tiempo después cayó definitivamente a la D, en la que militó hasta su despedida del fútbol, ocurrida el 10 de septiembre de 1983 frente a Yupanqui, con arbitraje de Luis Oliveto.

Ya sin estadio propio, en esa última temporada Sportivo Palermo hizo de local en la cancha de Brown, de Adrogué, y se entrenaba en la de Juventud Unida. La ausencia de un lugar de pertenencia y los problemas económicos (incluido un impagable préstamo concedido por el gobierno militar) hicieron que Palermo no tuviera más opción que dar por terminada su existencia, en febrero de 1984.

Alumni, el primer gran campeón del fútbol argentino que marcó una era

Los hermanos Brown fueron toda una referencia de Alumni. Jorge Gibson, Alfredo, Carlos, Eliseo, Tomás y Ernesto, y su primo Juan, fueron estudiantes del histórico Buenos Aires English High School a fines del siglo XIX y principios del XX y conformaron el dominador casi absoluto del fútbol de la época. Tanto, que aún hoy, extinguido, Alumni está en el sexto lugar entre los clubes más ganadores de la historia, con 22 títulos, entre ligas (diez, incluidos tres tricampeonatos), copas nacionales (ocho) y copas internacionales (cuatro).

Tan identificado estuvo el club con el colegio que, cuando fue establecido, el 3 de octubre de 1898, se lo llamó "Buenos Aires English Athletic Club", por decisión del director de la escuela, el escocés Alexander Watson Hutton, un personaje crucial en el origen del fútbol argentino institucionalizado. Luego de un par de torneos en la liga argentina (1898 y 1899), debió modificar su denominación porque en 1900 se creó la Tercera Liga para chicos menores de 17 años y se dispuso evitar toda confusión con una posible intención comercial. "Los clubes con nombres de instituciones educacionales debían actuar en la nueva categoría porque tales denominaciones podrían interpretarse como una propaganda incompatible con las desinteresadas finalidades del deporte amateur", evoca el libro Alumni, cuna de campeones y escuela de hidalguía, de Ernesto Escobar Bravo.

Después de la obtención de aquellos campeonatos, de ser proveedor de jugadores para los primeros partidos oficiales de la selección argentina y de cuidar su capital día tras día, Alumni decidió no anotarse en el certamen de 1912 a causa del rápido ingreso de dinero al ambiente futbolístico, que en la visión de sus miembros atentaba contra los principios del juego limpio que siempre habían pregonado los Brown.

Con la comunicación de que el activo era de 12.322 pesos en boca del primer caudillo y capitán, Jorge Brown, a la vez último tesorero del club, la existencia de Alumni se esfumó definitivamente el 24 de abril de 1912, en una reunión de comisión directiva en la que hubo apenas siete socios. Así, tan abrupta como exitoso había sido su fugaz paso por las canchas, fue la disolución del primer gran campeón de la Argentina, tierra de fútbol.