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Alisson Airlines, el arquero brasileño que asombra en la Roma

El arquero Alisson Becker (i) y su compañero de equipo Federico Fazio del AS Roma celebran su victoria ante el Shakhtar Donetsk hoy, martes 13 de marzo de 2018, durante su partido de la Liga de Campeones de la UEFA en el estadio Olímpico en Roma (Italia). (Foto: EFE/ETTORE FERRARI)
El arquero Alisson Becker (i) y su compañero de equipo Federico Fazio del AS Roma celebran su victoria ante el Shakhtar Donetsk hoy, martes 13 de marzo de 2018, durante su partido de la Liga de Campeones de la UEFA en el estadio Olímpico en Roma (Italia). (Foto: EFE/ETTORE FERRARI)

El mejor halago que he leído sobre Alisson Becker (Novo Hamburgo, Brasil, 1992), el arquero brasileño de la Roma, se lo regaló Thomas Strakosha, su homólogo en la portería de la Lazio. Hace tiempo el albanés comentó una volada de su colega brasileño con un inequívoco “Alisson Airlines” Flores en la ciudad eterna de su eterno rival. Elogio de su vara de medir, de su negativo. Esa vale doble. En su primera temporada como titular en la Serie A, el brasileño está sosteniendo a la Roma con sus actuaciones.

Como en el 93% de los nacidos en Novo Hamburgo, el árbol genealógico de Alisson retuerce alguna rama en alemán. Las comparaciones con Bodo Illgner cobran más sentido si las cruzamos con los datos demográficos. Es Alto (193 cm) pero muy potente bajo palos y dotado con la pelota en los pies, la completa estampa de Alisson nos remite directamente a la de Julio César, el último arquero brasileño que conquistó el calcio.

Vivir a la sombra de Wojciech Szczęsny la pasada temporada no le ha enfriado en absoluto. Importante ahí la confianza que le transmitió Monchi desde su llegada al cargo y el trabajo incansable con Marco Savorani, uno de los preparadores de porteros más prestigiosos del fútbol italiano. Esta temporada lo ha jugado todo y asombra por su sobriedad en un marco tan caliente como el romanista con tan solo 25 años.

Llegados al tramo final de la temporada, Alisson acumula 12 partidos con la puerta imbatida y un puñado de actuaciones sobresalientes. Su exhibición contra el Atlético de Madrid en Champions League fue de las que agita el mercado, pero después le han seguido un rosario de milagros en la liga doméstica. La rompió contra el Napoli, el mejor ataque del campeonato, y su último gran desempeño llegó este mismo fin de semana contra el Crotone. No tardará en dar el salto a un equipo con ambiciones mayores.

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