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Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Ahora resulta que si me muero es culpa mía. Con todos los respetos, vete a la porra, Spiriman.

Igual que fue culpa de mi tía Paulina.

Que murió porque quiso. Por vaga. Por perezosa. Por tibia. Por blanda.

Como 300 personas al día en España. Mas de 110.000 al año.

Que mueren porque quieren.

Porque no luchan lo suficiente. Porque no se enfrentan a la enfermedad. Porque son débiles. Porque flaquean. Porque no tienen la suficiente fuerza de voluntad. Porque no quieren pelear.

La culpa nunca es del enfermo. Nunca.
La culpa nunca es del enfermo. Nunca.

No es culpa del cáncer. Sino de ellos.

Menuda mierda acabas de expandir, doctor. Y qué vergüenza.

El famoso doctor Spiriman diciéndoles a los enfermos de cáncer que si no se curan es porque no luchan lo suficiente.
El famoso doctor Spiriman diciéndoles a los enfermos de cáncer que si no se curan es porque no luchan lo suficiente.

Que sé que tienes cáncer, Spiriman, uno de los malos, muy extendido, con metástasis en diferentes partes de tu cuerpo. Y te deseo lo mejor. De verdad. Ojalá te recuperes. Pero, tanto si lo haces como si no, tanto si sobrevives como sino lo haces, no será culpa tuya. Será de la enfermedad. Y de la ciencia, que no ha avanzado lo suficiente. O del desmantelamiento de la sanidad, que la ha dejado temblando de frío. O de tantas otras cosas. Pero lo que nunca será es culpa tuya. Como no lo es de ningún enfermo.

Ahora resulta que todas esas personas que tienen cáncer, o las que algún día la tendrán -uno de cada cuatro españoles-, se mueren, será culpa suya. Con todos los respetos, vete al a porra, Spiriman.

Y, por favor, ya de paso erradiquemos ya eso de “perdió la batalla contra el cáncer”, porque el cáncer no es una lucha en la que si te esfuerzas lo suficiente te curas. Los más de 300 muertos de cáncer al día en España no son unos cobardes, ni unos débiles, ni unos vagos, ni flojos, ni miedosos, ni cagados, ni gallinas.

Son víctimas. Nada menos, y nada más, que víctimas.

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