Van Aert, el belga que vale para todo

Privas (Francia), 2 sep (EFE).- El belga Wout van Aert vale para todo, desde contrarrelojista reputado a gregario de lujo pasando por sprinter de renombre que en Privas sumó su segunda victoria en el Tour de Francia por delante de los mejores de las llegadas masivas.

"No me gusta que me pongan ninguna etiqueta. Quiero hacerlo bien en todos los terrenos. Me gusta ser versátil, intentarlo en muchas ocasiones", aseguró el ciclista del Jumbo nada más levantar los brazos en la meta.

A sus 25 años, con su cara de yerno perfecto, Van Aert desgrana en inglés o francés respuestas que se ve que tiene pensadas, calibradas, un discurso seductor y amable que contrasta con la violencia de sus pedaladas.

Triple campeón del mundo de ciclocrós, reconvertido a la carretera con éxito, el belga ha firmado victorias importantes en su joven carrera. Y no cuenta con quedarse ahí.

"Sé a lo que he venido. Estoy en un equipo que tiene la ambición de ganar la general (con el esloveno Primoz Roglic), pero les agradezco que me permitan disputar este tipo de finales", aseguró el ciclista.

"SPRINT" TRAS MONTAÑA

En el Jumbo no pueden estar de queja. Su victoria al "sprint" llegó un día después de la de su jefe de filas en Orcières-Merlette, primer final en alto de la edición, un triunfo en el que Van Aert también tuvo mucho que ver, pues condujo a su patrón hasta el último tramo de la carrera.

Esa es la fuerza de este belga peculiar, su capacidad de brillar en el terreno personal en múltiples terrenos, pero también de saber sacrificarse como un gregario de galones.

"No creo que venir aquí a trabajar para otro me reste calidad. Yo estoy extremadamente motivado por luchar por la general y, honestamente, ya me fatiga tener que seguir respondiendo a estas cuestiones. Ayudar a un líder es lo más hermoso del ciclismo", señaló.

Van Aert sabe que todavía les queda mucho trabajo para llevar a Roglic hasta el podium final. A poder ser, al escalón más alto, objetivo que se ha marcado el equipo más en forma del pelotón, gracias, entre otras cosas, a ciclistas como el belga.

"Nosotros tenemos buenas piernas, estamos en un buen momento, pero sabemos que otros también. El Ineos (del colombiano Egan Bernal) seguro que también está fuerte y ya saben lo que es ganar aquí. Pero no pensamos en los demás, nos centramos en nuestra táctica", señaló Van Aert.

"MI VICTORIA MÁS FÁCIL"

Su triunfo se produjo al término de una etapa tranquila, sin escapadas, que se resolvió en un "sprint" masivo en el que fue el más fuerte, con una punta de velocidad de 67,7 kilómetros por hora que le permitió desbancar al holandés Ces Bol, el mejor lanzado por el equipo Sunweb.

"Ha sido la victoria más fácil desde que soy ciclista profesional", dijo el belga, sorprendido de que no hubiera fugas.

"No sé por qué. Nosotros venimos aquí para luchar por la general, pero otros sí podían intentarlo. Creo que el único motivo es que venimos de cuatro días muy duros y quedan otros también difíciles por delante", aseguró el belga.

Al campeón de Bélgica contrarreloj de las dos últimas ediciones, no le asusta el trabajo por delante. Su palmarés habla por sí mismo, con triunfos esta temporada en las prestigiosas clásicas de la Strade Bianche y la Milán-San Remo.

Su modestia no oculta su ambición. Van Aert sabe que si la carretera se le pone propicia, puede todavía optar a muchas más cosas. El Tour más montañoso reserva oportunidades para los "sprinters" y si sus labores de gregario se lo permiten no cuenta con dejarlas pasar.

Empezando por la prestigiosa etapa de los Campos Elíseos. "Ese día no tendré grandes cosas que hacer, no hay etapa al día siguiente, así que me encantaría ganar allí", asegura.

Luis Miguel Pascual

(c) Agencia EFE