Acusan que en Oregon agentes federales “depredan” y “secuestran” a manifestantes en camionetas sin identificación oficial

Autoridades y activistas en Portland, Oregon, han denunciado que agentes federales, vestidos en trajes camuflados de tipo militar, detienen, interrogan y arrestan a personas en las calles y se las llevan en camionetas sin identificación. Todo ello en el contexto de protestas que se han realizado en semanas recientes en esa ciudad de la costa oeste de Estados Unidos contra la brutalidad policiaca, el racismo y la injusticia sistémica.

Oficiales encaran a manifestantes en Portland, Oregon, donde por muchos días se han registrado  protestas frente al edificio de la Corte Federal. (Photo by John Rudoff/Anadolu Agency via Getty Images)
Oficiales encaran a manifestantes en Portland, Oregon, donde por muchos días se han registrado protestas frente al edificio de la Corte Federal. (Photo by John Rudoff/Anadolu Agency via Getty Images)

Un caso que cobró notoriedad, de acuerdo a la difusora Oregon Public Broadcasting, es el de Mark Pettibone, quien la madrugada del pasado 15 de julio caminaba por las calles de Portland rumbo a su casa tras participar en una manifestación frente a la Corte Federal en esa ciudad.

De repente una camioneta sin marcas, es decir con apariencia civil, apareció y de ella bajaron personas vestidas con uniformes camuflados de estilo militar. Otras personas le habían ya comentado a Pettibone sobre la actividad de esas camionetas, a lo que comentó que “oír eso fue aterrador”.

Varios individuos salieron de esa camioneta y se acercaron a Pettibone, que estaba acompañado de su amigo Conner O’Shea, y les pusieron el alto.

Al no estar claro quiénes eran esos uniformados –si milicianos de ultraderecha que en ocasiones visten así o alguna unidad de la fuerza pública no identificada– la situación fue de grave tensión para ambos hombres.

Según informó The Washington Post, Pettibone se arrodilló y levantó las manos, mientras los agentes lo interrogaron, le preguntaron si llevaba armas, que no portaba, y luego lo arrestaron, lo metieron en la camioneta y lo llevaron a una celda en la corte federal.

“Fue como ser depredado”, comentó Pettibone, a quien nunca le comunicaron por qué se le arrestaba ni quiénes eran los que lo detuvieron. Tampoco se le acusó de ningún delito y aunque al final fue liberado, el impacto de todo ello ha sido severo. Muchas otras personas han sido arrestadas de ese modo por esos agentes, y aunque en 13 casos los detenidos han sido acusados de delitos vinculados a las protestas, muchas otras personas no fueron imputadas y fueron liberadas poco después, con frecuencia sin explicaciones al respecto.

Los agentes que detuvieron a Pettibone serían integrantes del Grupo de Operaciones Especiales de los US Marshals y también oficiales de la Unidad Táctica de la Patrulla Fronteriza (BORTAC) y su notoria actividad, señalan los medios, sería un escalamiento de la actividad para abatir las protestas en propiedades federales en Portland, luego de los llamados del presidente Donald Trump a poner fin a lo que él ha considerado como prácticas de vandalismo y desestabilización contrarias a la ley.

Para el gobierno federal, la Corte Federal en Portland se ha encontrado “bajo sitio” por semanas a causa de la actividad de una “muchedumbre violenta” sin que las autoridades locales hagan lo debido para contenerla. El secretario en funciones de Seguridad Interior, Chad Wolf, defendió en Twitter la actividad de sus agentes.

Pero, según denuncias de activistas y autoridades locales, esos agentes federales han detenido a personas que no estaban ya participando en protestas, con tácticas que resultan intimidatorias e incluso ilegales. Oregon Public Broadcating recabó testimonios que señalan que esos oficiales han arrestado a personas que no estaban en propiedad federal, ni cerca de ella, sin que sea claro o haya evidencia de que esos detenidos estuviesen haciendo nada ilegal.

Por ello, abogados y activistas han señalado que más que arrestos con causa válida esas detenciones son “secuestros” y actos de intimidación por parte de esos agentes federales.

Y también se ha denunciado que esos oficiales han usado gases lacrimógenos contra manifestantes pacíficos –lo que está prohibido por la normatividad en Oregon salvo para contener disturbios violentos- y que su uso de munición “no letal” le provocó a una persona fracturas de cráneo luego de recibir un disparo en la cara.

Cuando Pettibone fue detenido, O’Shea corrió y se ocultó, pero logró tomar un video de la actividad de las camionetas de los agentes.

“Federales están dando vueltas, deteniendo gente en las calles… Estoy grabando esto, tengo que hacer que se sepa que esto está pasando”, dijo O’Shea.

Pettibone y O’Shea afirman que han participado en protestas pero de modo pacífico, sin vandalizar.

Los US Marshals respondieron a Oregon Public Broadcasting que no detuvieron a Pettibone y declinaron comentar sobre su uso de camionetas no identificadas.

Desde la oficina del alcalde de Portland, Ted Wheeler, se indicó que los agentes federales deben limitarse a custodiar los edificios federales y el propio alcalde dijo que “no necesitamos ni queremos su ayuda”. Indicó que deberían quedarse dentro de las propiedades federales o irse de Portland.

El senador Jeff Merkley señaló que esas “fuerzas sombrías están escalando, no previniendo, la violencia” y la gobernadora de Oregon, Kate Brown, también pidió que esos oficiales federales dejen la ciudad y criticó que su actividad es un “teatro político del presidente Trump que nada tiene que ver con la seguridad pública”.

En contraste, en redes sociales algunos han defendido la actividad de esos agentes, al afirmar que detienen a “terroristas” y que los uniformes de los US Marshals son claramente identificables como tales. El propio Trump ha exaltado la actividad de los agentes federales en Portland.

Pero críticos del presidente han señalado que la operación de esos agentes federales pretende dar una impresión de fuerza y orden pero en realidad sería “un patente abuso de poder por parte del gobierno federal”. Y reproches por la lesión craneal que sufrió el manifestante pacífico al que esos oficiales le dispararon en la cara ha causado también indignación.

“Los arrestos requieren causa probable de que un crimen federal ha sido cometido, lo que es información específica indicando que la persona probablemente cometió una ofensa federal… Si los agentes están deteniendo personas porque podrían haber participado en protestas, eso carece de causa probable”, dijo al Post el profesor Orin Kerr, de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Berkeley. La Unión Americana de Derechos Civiles calificó a esos arrestos de inconstitucionales, de acuerdo al citado periódico.

Por ello, como se ha indicado, muchos consideran que esa actividad de agentes federales es un acto patente de intimidación e incluso especulan que todo sería una suerte de prueba en Portland de esa ominosa táctica para usarla luego en otras ciudades.

Lo cierto es que en Portland las protestas no han cedido y aunque sí se han registrado actos vandálicos en contra del edificio de la corte federal por parte de algunos grupos, muchas otras manifestaciones son pacíficas. El desplante de los agentes federales, se afirma, solo ha agravado las cosas.