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La fórmula ganadora de Liverpool que se ha olvidado en el fútbol

(Photo by Clive Brunskill/Getty Images)
(Photo by Clive Brunskill/Getty Images)

La fórmula y la disciplina pudieron más que el peso de una camiseta y un pesado marcador del juego de ida. Liverpool así lo demostró ante el Barcelona, en un histórico juego de vuelta de una de las semifinales de la Champions League.

La fórmula, tras esa loza de 3 a 0, la disfrutamos el martes 7 de mayo.

Abrir el marcador lo más pronto posible + anotar al menos dos goles seguidos + mantener en todo momento la calma y la concentración + no conformarse con el empate + al anotar el gol de la ventaja global, no perder el balón + impedir que el rival anote

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Los medios se volcaron a buscar un culpable tras esta derrota deportiva que alcanzó niveles dignos de una tragedia griega. Los encabezados, las críticas, los señalamientos, los improperios, caían sobre el técnico Valverde y sobre Messi. Otros medios llamaron a esta muestra de coraje y honor deportivo, un milagro, el “milagro de Anfield”.

Y no, el resultado no fue sólo porque Valverde no inyectó pasión a sus jugadores, o porque Messi no puede ocupar 11 plazas en un equipo plagado de estrellas (dos de ellas que brillaron con Liverpool hace años), o porque se fallaron varios goles en el partido de ida, o porque la defensa catalana jugó somnolienta estos últimos 90 minutos. No fue un milagro.

El aplastante resultado fue porque así lo decidió Liverpool, porque no había otro camino para llegara la final, porque simple y sencillamente así se sale de marcadores abultados en contra y porque Liverpool sabe lo que es remontar marcadores.

Los que señalan con indignación al Barcelona, se olvidan que Liverpool jugó la pasada final de la Champions League prácticamente con los mismo jugadores que estuvieron en el Camp Nou y en Anfield Road. Que ha peleado por el título de la Premier League desde que Jurgen Klopp llegó al banquillo en octubre de 2015. Que en sus filas está también una de las máximas figuras del fútbol mundial, Mohamed Salah. Que cuenta con una de las bancas más importantes para suplir ausencias. Que está cerca de ser campeón de Inglaterra, como se proclamó recientemente el Barcelona.

Si hubiesen sabido todo eso, sabían que el 3 a 0 obtenido en tierras catalanas, no era garantía para el boleto al a final de Champions.

El nivel épico que alcanzó este partido es una muestra que remontadas así no son comunes. ¿Quién puede levantarse de un resultado “tan” adverso? Sólo el que tiene las armas para hacerlo, pero sobre todo la mentalidad.

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Vino a la mente la vez que Liverpool jugó aquella final de Champions League de 2005. El 3 a 0 adverso se dio en los primeros 45 minutos, sólo tenían otros 45 para enderezar el rumbo y así lo hicieron. Lograron el empate a 3 y a la postre el triunfo tras tiros penales.

Steven Gerrard, Champions League en 2005. / Foto: Goal
Steven Gerrard, Champions League en 2005. / Foto: Goal

El cambio que ha sufrido Liverpool desde que llegó Kloop se aprecia con dos finales seguidas de Champions, mantenerse entre los primeros cinco lugares de la Liga Premier y tener entre sus filas a auténticos cracks del fútbol mundial. Si bien Klopp “no ha ganado nada” como insiste José Ramón Fernández en ESPN, ha logrado que el canto “You’ll never walk alone” opaque a cualquier color, sea totalmente blanco o azulgrana.

Y además, la Champions League se jugará en España, pero se quedará en manos británicas.

Twitter: @Chanclot