Cuando Baliño le dio una mano a River

La polémica sigue. Pica y se extiende. No para. Acusaciones de todo tipo y calibre. Desde al propio árbitro hasta el mismo presidente argentino Mauricio Macri, el que fue insultado por parte de las hinchadas de River Plate y San Lorenzo.

Hay algo claro. River fue perjudicado de manera notoria por el árbitro Jorge Baliño en el partido del pasado domingo ante Godoy Cruz en el estadio Monumental.

¿Mala intención? Sería muy grave. Más preciso es calificarlo como poco competente. Los fallos fueron groseros, de concepto, algo que no debería permitirse tratándose de un árbitro de primera división.

Es comprensible el enojo y la crítica por parte de los perjudicados. Lo que no es aceptable es comenzar a elucubrar con que hay un complot.

Tampoco llegar al extremo de acusar sin pruebas como lo hizo el exjugador e ídolo Norberto Alonso, que involucró al propio Macri, en una declaración muy desafortunada tratándose de un hombre público.

Pero lo que nadie parece recordar es que el propio Baliño hace poco menos de un año “favoreció” con sus fallos a River en su visita a Tigre, anulándole dos goles lícitos al local.

No es cuestión de justificar. Es cuestión de buscar la manera de mejorar un arbitraje que viene cuesta abajo y necesita un golpe de timón urgente respecto a la etapa formativa.

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