Nicolás Otamendi renovó con Benfica y no jugará en River: cómo se convirtió en un símbolo de la selección (en apenas tres años)

Pep Guardiola fue fundamental en la carrera de Nicolás Otamendi, que dejó Manchester City en 2020
Pep Guardiola fue fundamental en la carrera de Nicolás Otamendi, que dejó Manchester City en 2020 - Créditos: @Matt McNulty - Manchester City

Octubre de 2020. Acorralado porque el mejor entrenador del mundo pretendía a otros zagueros, millonarios, veloces y mucho más jóvenes, Nicolás Otamendi le puso punto final a su triunfal etapa en Manchester City luego de cinco temporadas bajo la mirada de Pep Guardiola. El marcador central, uno de los históricos que resistían el transcurrir del tiempo en el seleccionado y sus desventuras, pasó a Benfica, un mundo nuevo. El catalán, brillante en la táctica y original en las palabras, lo cubrió de elogios, mientras le cerraba la última puerta.

“Si se rompía el tobillo, estaba listo para jugar. Es un tipo increíblemente agradable”, decía el catalán, luego de un triunfo del City sobre Burnley por 3-0, por la Copa de la Liga. Cuando recién empezaba a causar el asombro que ocurrió años después.

El entrenador recordó, de modo puntual, el título de la Premier League de 2018, en el que el elenco celeste acumuló 100 puntos en la cúspide y superó por 19 a Manchester United, su escolta. Todo aquello ocurrió meses antes de Rusia 2018, el Mundial en el que vivimos en peligro. “Fue parte del increíble éxito que tuvimos y la consistencia que hemos tenido. Sobre todo, en la temporada que ganamos la liga con 100 puntos, fue un jugador clave para nosotros. En los últimos cuatro partidos nos ayudó increíblemente”, aseguró.

Otamendi, el capitán de Benfica, frente a Lautaro Martínez, en esta Champions League
Otamendi, el capitán de Benfica, frente a Lautaro Martínez, en esta Champions League - Créditos: @Antonio Calanni

Para Pep, era un mariscal. Hasta lo llamó como un súper héroe tres temporadas antes. “Su regreso es una gran noticia para nosotros porque tenemos un Superman en el equipo. Nico Otamendi nos ayudó absolutamente; sin él hubiera sido imposible conseguir lo que logramos”, rubricaba.

Defendía, atacaba. Era un líder con el colmillo afilado. “Todo el mundo habla de varios jugadores, como Sterling, De Bruyne, Silva, Agüero y lo merecen, pero si pudiera destacar a uno, sería Nico”, dijo Pep. Y fue más allá: “Es un tipo que inclusive con dolor, con problemas en el tobillo, la rodilla, la espalda, siempre lucha. Es uno de los competidores más grandes que vi en mi vida. No me imagino cómo sería hoy nuestra situación sin él. Hubiera sido imposible”, sostenía Pep, que ya no le vio sustancia, materia a un juego cada vez más arriesgado, años después.

Otamendi, Ota para todos (sobre todo, para Leo Messi), se reinventó. Se convirtió en capitán en Benfica, uno de los dos grandes de Portugal. Se sostuvo en el seleccionado, con Messi y Angel Di María, parte indeleble de la vieja guardia que soportó de todo, no solo los tiempos de derrotas. Se consagró en el Maracaná, ante Brasil, por la Copa América. Se consagró en Qatar, frente a Francia, en la final más maravillosa de la historia de los Mundiales. Se consagró, también en Benfica.

Coqueteó más de una vez con acabar su faena en River, el club del que es fanático, a tal punto de tener tatuada la final de Madrid. Y de conversar con jugadores que pasaron por el Monumental, acerca del día a día. Lo que ocurre del otro lado del mostrador. Hasta Martín Demichelis, antiguo colega de las zonas bajas, lo sedujo más de una vez. “¿Qué puedo decir? Sabe que tiene las puertas abiertas. Que termine bien la temporada y cuando lo haga, él deberá analizar. Está en cuartos de final de la Champions, haciendo una grandísima temporada en su club, es el capitán del club. Hay que tener paciencia”, decía el DT millonario. Ahora, sin embargo, el suspenso se cortó abruptamente: seguirá en el gigante de Portugal hasta 2025. Tiene 35 años, así que seguirá yendo al Monumental solo como hincha. O, en realidad, como símbolo del seleccionado.

Es que Otamendi se hizo cada día más grande desde que Pep, que lo admiraba, comprendió que su tiempo se había acabado en la zona obrera de Manchester. El defensor obtuvo nueve títulos durante su estadía en Manchester, pasó a Benfica por módicos 15 millones de euros (al final, resultó una inversión, no un gasto), aunque la operación incluyó el arribo del defensor Ruben Dias a cambio de unos 68 millones. “Sentimos que teníamos que armar un equipo joven. Así que teníamos muchas personas mayores de 30 años en el pasado. Nico tiene más de 30 y los cuatro defensores son muy jóvenes”, explicaba Guardiola.

Nicolás Otamendi, en lucha con Kolo Muani, en la final de Qatar 2022
Nicolás Otamendi, en lucha con Kolo Muani, en la final de Qatar 2022 - Créditos: @NurPhoto

Insistía Pep, casi, casi, tres temporadas atrás: “Mi más absoluta gratitud por lo que ha hecho por nuestro club, especialmente por mí como entrenador, cómo me ayudó desde el primer día. Su compromiso con las sesiones de entrenamiento fue increíble. Siempre será parte de mis mejores recuerdos aquí en Manchester”. El zaguero fue una muralla en el Mundial, al lado de Cuti Romero, un sabueso que ahora no atraviesa su mejor versión en el cierre de temporada en Tottenham.

Benfica es el sexto club en la carrera de Otamendi. De General a Súperman, arrancó en Vélez, pasó por Porto, Atlético Mineiro y Valencia. De allí, pasó a la Premier League en 2015 por unos 45 millones de euros. Cuenta la crónica, sefún cita Télam. “Benfiquista, hasta el 2025 vamos a seguir soñando juntos ¡Vamos!”, aseguró Otamendi, con una remera alusiva a las tres estrellas mundiales obtenidas por la Argentina, en un video difundido por el club en las redes sociales.

“El General, se queda!!!”, celebró Benfica en Twitter con la imagen del defensor campeón con Argentina en Qatar 2022. De esta manera, Otamendi continuará en el fútbol portugués, más allá del interés de Juventus y, sobre todo, de River.

El zaguero debutó oficialmente el 4 de octubre de 2020, ante Farense, en el Estádio da Luz de Lisboa, en el triunfo 3-2 por la 3° jornada del Campeonato Nacional. Ese encuentro fue el primero de los 127 partidos oficiales disputados con Las Águilas, con tres goles. Otamendi jugó en Benfica 86 partidos por la liga portuguesa, 26 por Liga de Campeones de Europa (incluidas las clasificaciones), 6 en la Liga de Europa, 7 en la Copa de Portugal, uno en la Copa de la Liga y otro en la Supercopa de Portugal.

Más allá de los datos duros, Otamendi es un caudillo, un símbolo de la nueva era del seleccionado. Uno de los buenos, como un vino de excelencia. Mejora con los años.