Nathan Aké, el defensor que pasó de sufrir un caño de Messi a ser la figura de la defensa de Manchester City

Flamante campeón de la Champions League, Nathan Aké encarna la nueva fortaleza de una selección de Países Bajos con mayor potencial en defensa que en ataque, y que busca consagrarse en la Liga de las Naciones de la que es anfitriona, con una semifinal -a partido único- contra Croacia, prevista para este miércoles, a las 15.45, en Rotterdam.

El defensor fue protagonista involuntario en el Mundial de Qatar. Lionel Messi, primero, lo dejó entre amagos en el camino. Luego, casi inmediatamente, lo engañó con un caño memorable, antes del gol de Nahuel Molina, que significó el 1-0 sobre Países Bajos, a los 35 minutos del primer capítulo. La historia es conocida: envuelto en una efervescencia imposible, la Argentina empató 2-2 luego de estar 2-0 y, más tarde, se impuso por penales. Excesos en el festejo aparte, Aké no fue parte de las rencillas. Solo sufrió a Messi.

Tiempo después se convirtió en un imprescindible para Pep Guardiola. Tanto es así, que consiguió la Triple Corona, con el cierre a toda orquesta de la Champions League celebrada en Estambul. Ahora, el hombre nacido hace 28 años en la Haya, es un símbolo en el seleccionado, que está en el medio de una nueva era.

Hay un cambio diametral en la idiosincrasia tradicional de la Oranje. En el país que inventó el ‘fútbol total’, las estrellas de la selección son actualmente sus defensores centrales: Virgil van Dijk, segundo en el Balón de Oro en 2019 y mariscal en Liverpool, Matthijs De Ligt, pilar del Bayern Munich, pero que se perderá el torneo, y Nathan Aké, que viene de conquistarlo todo, según cita la agencia AFP.

En el rival en la final de Estambul, el Inter de Milán, estaba presente también el lateral derecho Denzel Dumfries, el cuarto miembro del cuarteto defensivo, donde Aké ejerce más como lateral izquierdo. El seleccionador Ronald Koeman es un alumno de la escuela del 4-3-3 naranja, que Louis van Gaal había dejado de lado para optar por un 3-5-2 en el Mundial, lo que suscitó acalorados debates en el país.

Para algunos, Aké está en disposición de ganar peso jerárquico, vistos los problemas esta temporada de Van Dijk y las actuaciones del jugador ‘Citizen’. Para su entrenador Pep Guardiola, Aké “fue fundamental esta temporada”. Ha sido titular indiscutible desde el regreso del Mundial, salvo en mayo cuando se perdió por lesión cinco partidos, entre ellos las semifinales contra Real Madrid.

En la final logró frenar a Edin Dzeko y a Romelu Lukaku. ”En la Champions League, a ese nivel, una acción puede ser suficiente para ganarnos”, recuerda Guardiola, “y Nathan nos dio ese plus que no había antes”. ”Para el club, como para mí, se puede hablar de un año perfecto. A pesar de algunos problemas físicos, realicé la mejor temporada de mi carrera”, subraya el jugador.

Aunque se hundió junto al resto de la selección contra Francia (4-0) en marzo, cuando un pollo al curry en mal estado indispuso a medio equipo, entre ellos De Ligt, Aké (36 partidos como internacional, 5 goles) se convirtió en un líder. En el partido siguiente, le marcó un gol a Gibraltar (3-0).

“Siempre supe que Nathan se convertiría en un gran jugador”, aseguró su entrenador en categorías inferiores en el ADO La Haya, Michael Krul. “Siempre vivió por y para el fútbol”, agregó. Aké “tiene una inteligencia que pega perfectamente con lo que quiere Guardiola”, añade el técnico, subrayando que el jugador “es un polifuncional y puede ocupar el eje o el costado izquierdo de la defensa”.

Aké hubiera podido vestir de naranja para otra selección, la de Costa de Marfil. Algo que habría complacido a su padre Moise, fallecido pocos minutos después del primer gol en la Champions que anotó su hijo en el City-Leipzig (6-3), en la temporada 2021-2022.

”Unos minutos después se fue en paz, con mi madre y mi hermano a su lado”, escribió el jugador en su cuenta de Instagram, dedicando ese gol a su progenitor. Pero el capitán de la Sub 17, campeón de Europa en 2011 y 2012, y de la Sub-19 de Países Bajos, no tardó mucho en declinar la oferta de la federación marfileña.

Llegado a Chelsea con 16 años, le llevó un tiempo consagrarse, cedido en Reading, Watford y Bournemouth, donde logró instalarse tres temporadas completas (2017-2020). Campeón de la Europa League de 2013 con los Blues, logró este año un triplete con el Manchester City, una gesta a la que la Liga de las Naciones le pondría la guinda.