Con o sin Nº 9, es necesario distribuir mejor los goles

Festeja la Argentina, que atrapa a los hinchas y toma vuelo; rumbo al Mundial Qatar 2022, conseguir que la carga de goles se distribuya entre más jugadores se presenta como un desafío
Mauro Alfieri

A veces la pirotecnia ofensiva de un equipo se encarga de descubrir los atajos hacia un título. Incluso, hasta un título mundial. Por ejemplo, en la Copa de los Estados Unidos 1994, Bebeto y Romário anotaron 8 de los 11 goles de Brasil campeón. Y para la consagración del Scratch en Corea-Japón 2002, el tridente Ronaldo/Rivaldo/Ronaldinho se encargó de 15 de los 18 festejos. Pero son excepciones.

Es que también hay opciones más equilibradas, que reparten la metralla e igualmente atrapan la conquista. Francia ‘98 construyó su primera estrella con tres goles de Thierry Henry, es cierto, otro de Trezeguet, uno más de Djorkaeff y dos de Zidane en la final, pero también anotaron los defensores Thuram (2), Blanc, Lizarazu y otros dos del volante central, Emmanuel Petit. ¿Cuántos marcó Stéphane Guivarc’h, el centrodelantero de aquel equipo de Aimé Jacquet en todo el torneo? Ninguno. En Rusia 2018, ‘les blues’ tuvieron afilados a Griezmann y a Mbappé, autores de cuatro tantos cada uno, pero también sumaron un volante como Pogba y defensores como Umtiti, Varane y Pavard. ¿Cuántos marcó Olivier Giroud, el centrodelantero de aquel equipo de Didier Deschamps en todo el torneo? Ninguno. Se puede ser campeón del mundo sin goles del 9, sí, Francia lo certificó por duplicado. Pero ni un extremo ni el otro: ni que pocos nombres resuelvan todo, ni que el 9 se estanque es una sequía eterna.

Messi y su futuro en la selección: "Replantear muchas cosas"

La Argentina acá tiene un desequilibrio. Buscar los aspectos a mejorar es el método para escaparse del confort, eso debe obsesionar a Scaloni en los próximos ocho meses. Lautaro Martínez, con 19, es el goleador del ciclo Scaloni. Lo sigue Messi, con 16. Ellos son el fuego de la selección, le ponen la firma a casi el 50% de la producción de la era. ¿Y detrás? Desde anoche, Ángel Di María con 4; luego, Leandro Paredes y Nicolás González, con 3. En la misma línea que el Kun Agüero, un jugador ya retirado. Un abismo. Esta concentración no ha condicionado en nada a la selección, pero es un riesgo latente. Ayer jugó casi todo el partido sin Nº 9 la selección, y Joaquín Correa se marchó frustrado por fallar tres veces. Los esquemas vuelven a ser secundarios, variantes letales son las que hacen falta. Un mayor abanico con pólvora.

El toque de Nico González, que anoche convirtió por tercera vez en la selección; entre Lautaro Martínez (19) y Lionel Messi (16) señalaron casi el 50% de los tantos de la era Scaloni.
Mauro Alfieri


El toque de Nico González, que anoche convirtió por tercera vez en la selección; entre Lautaro Martínez (19) y Lionel Messi (16) señalaron casi el 50% de los tantos de la era Scaloni. (Mauro Alfieri/)

Alemania en Brasil 2014 resultó un buen ejemplo en muchas direcciones. También bajo este análisis. Los goles los repartió en sus atacantes, como Müller (5), Klose (2), Goetze (2) y André Schürrle (3); volantes como Kroos (2), Sami Khedira y Özil, y defensores como Hummels (2). Italia 2006, con menos prensa amable, también cubrió todo el tablero: goles desde el fondo con Materazzi, Zambrotta y Fabio Grosso; goles desde la sala de máquinas con Andrea Pirlo, Alesandro Del Piero y Francesco Totti, y goles de los especialistas, como Vincenzo Iaquinta, Filippo Inzaghi, Alberto Gilardino y Luca Toni. Ideal. No hay fórmulas exactas, todas las recetas valen. Pero mejor no depender de los llaneros solitarios.