Murió Antonio Carbajal, el mexicano que jugó cinco mundiales (y al que Lionel Messi puede superar en 2026)

Murió Antonio Carbajal, el primer jugador que protagonizó cinco mundiales; está en el Salón de la Fama del Fútbol Internacional, de FIFA.
Murió Antonio Carbajal, el primer jugador que protagonizó cinco mundiales; está en el Salón de la Fama del Fútbol Internacional, de FIFA.

Muchos años antes de que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo normalizaran algo excepcional, durante décadas existió un solo hombre que había jugado cinco mundiales de fútbol.

El ex arquero mexicano Antonio Carbajal, protagonista de Brasil 1950, Suiza 1954, Suecia 1958, Chile 1962 e Inglaterra 1966, falleció este miércoles a los 93 años en la ciudad mexicana de León.

“Se puso malito la semana pasada. Le hicieron un chequeo, estuvo en el hospital y pasó el fin de semana en su casa. Lamentablemente el martes por la mañana su cuerpo no aguantó más y así terminó la vida de «La Tota»”, confirmó a la agencia AFP Antonio Moreno Zermeño, director del Salón de la Fama del Fútbol Internacional, espacio avalado por FIFA en que el ex guardavalla ocupa un espacio privilegiado. “Antonio Carbajal es un icono del fútbol mexicano y mundial porque, efectivamente, fue el primer cinco copas y en las cinco estuvo en la cancha”, añadió Moreno Zermeño, que estuvo en constante contacto con el histórico futbolista y sus familiares.

Nacido el 7 de junio de 1929 en Ciudad de México, “La Tota” formó parte de la primera división de su país entre 1948 y 1966, período en el que defendió el arco de Real España y León. Hijo de una madre lavandera y un papá taxista y transportista de escolares, pasó una infancia muy dura. Por las carencias económicas y por la maldad de sus compañeros, que lo apodaron “El Hijo del Chofer”.

Carbajal no utilizaba guantes, como muchos colegas de su era.
Carbajal no utilizaba guantes, como muchos colegas de su era.

“Mi historia comenzó en el pavimento. Cuando eres niño, te encanta jugar con lo que sea. Íbamos al campo de golf de Chapultepec, nos robábamos una de las pelotitas con las que juegan y un amigo la enrollaba con papel de diario y mucho cuidado para que pudiese rodar. Así comenzó mi amor por el futbol”, recordó alguna vez.

Jamás olvidó sus raíces. “Yo viví en una vecindad en el Distrito Federal, que llegué a odiar”, contó a ESPN en una entrevista realizada en 2018. Y agregó: “Los insultos que me llevé me sirvieron. El «hijo del chofer» les demostró que era mejor que el hijo del millonario. Me siento orgulloso de eso”. La vida le dio revancha. Al punto de que aquel chico burlado se enfocó en el fútbol y terminó convirtiéndose en un referente del fútbol mexicano y en un ícono de la historia de los mundiales.

En total dio el presente en 47 partidos oficiales de la selección Tricolor entre 1950 y 1966, y además de aquellos cinco mundiales vivió los Juegos Olímpicos Londres 1948, aunque sin jugar ni un minuto. “Mi carrera en el seleccionado comenzó en Londres y finalizó en Wembley”, resumió. El flojo nivel del conjunto mexicano hizo que tuviera también una marca negativa: fue el arquero más goleado de la historia de los mundiales, con 25 tantos recibidos, en 11 partidos. De esos encuentros, ganó 1, empató 2 y perdió 8.

Vivencias de Carbajal en su carrera

Tuvo el orgullo de ser elogiado por el Rey Pelé. “Con Pelé, aparte de ser un excelente jugador, un ser humano extraordinario, tengo un muy buen recuerdo del Mundial de aquí, de México [1970]. Tuve la satisfacción de que me presentó a su hijo, que era arquero, y le dijo: «mira, éste es arquero. Es valiente. Tú tienes que ser atajador de pelotas y, aparte ser valiente y tirarte a los pies”. Por una acción de arrojo, una vez perdió los dientes. “Fue en una jugada en la que me patearon la boca. Quedó para la historia”, rememoró años más tarde, entre risas (y ya con los dientes repuestos).

Arquero “de los de antes”, jamás quiso usar guantes. Multifacético, fue un gran bailarín. Y en Inglaterra ’66 hasta cumplió la función de… ¡fotógrafo! “Nacho Calderón estaba pasando por un muy buen momento y él era el arquero titular. Yo tenía 37 años y él, 22. Entonces me pidió: «Antonio, ayúdame. Ponte atrás del arco y dirige la defensa». Entonces me colgué una cámara al cuello y me puse desde atrás a darles indicaciones a mis compañeros”, detalló ante el periodista Pablo Aro Geraldes. Y agregó, entre risas: “Nadie se dio cuenta, porque yo hablaba en español y en su mayoría los fotógrafos eran ingleses. No me entendían”.

Testimonios de La Tota

Una vez que decidió colgar los botines, Carbajal siguió vinculado con el fútbol del otro lado de la línea de cal. Fue director técnico de Unión de Curtidores, León y Morelia, todos equipos de la primera categoría. Además, su popularidad y su récord de participaciones mundialistas le abrieron las puertas para ser comentarista de televisión en varias disputas de la Copa del Mundo.

En sus últimos años se energizó con una obra noble, que expuso su gran corazón. Se enfocó en realizar una labor social para niños en condiciones de vulnerabilidad en un centro de rehabilitación, La Búsqueda. Con más de 80 en su espalda, se dedicó a ayudar y aconsejar a niños de bajos recursos, que padecían problemas familiares y de drogadicción; les daba charlas y les organizaba partidos de fútbol, y eso lo mantenía muy activo y lo emocionaba. Y no aceptó cobrar ni un centavo por esa tarea.

Carbajal fue un icono del fútbol mexicano pero excedió esa condición: en sus últimos años se abocó a la actividad solidaria.
Carbajal fue un icono del fútbol mexicano pero excedió esa condición: en sus últimos años se abocó a la actividad solidaria.

Carbajal ingresó al Salón de la Fama del Fútbol Internacional en 2011. “Se le va a extrañar mucho. Fue un hombre bueno, de gran carácter, y un histórico”, remató Moreno Zermeño, el director de ese recinto.

Después de que en Inglaterra 1966 La Tota anotara con letras de molde su apellido en los libros de la historia de los mundiales, pasaron 32 años hasta que alguien igualó su marca. Fue el alemán Lothar Matthaus, que lo hizo en Francia 1998. Más tarde lo alcanzaron el italiano Gianluigi Buffon (aunque en Francia ‘98 no actuó ni un minuto) y los mexicanos Rafael Márquez, Guillermo Ochoa (sin acción en 2006 y 2010) y Andrés Guardado. Y Messi y Cristiano Ronaldo en Qatar 2022, claro.

Lo de Buffon quizás sea lo más llamativo. El arquero estaba activo cuando tuvieron lugar dos mundiales más, y bien podía superar ese récord. Pero, insólitamente, Italia no se clasificó para Rusia 2018 ni para Qatar 2022.

El único que parece seguir en carrera como para quebrar esa plusmarca es Messi, que en suelo árabe afrontó su quinto mundial y tal vez en 2026 sea protagonista en suelo norteamericano y se convierta en el único futbolista en haber tomado parte en seis mundiales. Porque –se sabe– para Messi algunas cosas imposibles solamente tardan un poco más.