Mundial Sub 20. Uzbekistán, el primer rival de la Argentina: la ilusión, el antecedente y la camiseta que une los dos países

La selección Sub 20 de Uzbekistán durante su entrenamiento en el estadio de Mitre, antes del debut contra la Argentina
La selección Sub 20 de Uzbekistán durante su entrenamiento en el estadio de Mitre, antes del debut contra la Argentina - Créditos: @Championat.asia

SANTIAGO DEL ESTERO (Enviado especial).- La ilusión no es solo argentina. En parte gracias a los criterios de clasificación notablemente distintos a los de la Copa del Mundo de mayores, y también al surgimiento de múltiples jugadores jóvenes prometedores al mismo tiempo, el Mundial Sub 20 les ha dado la posibilidad de gritar campeón a países cuyas posibilidades en la categoría superior son mucho menores. Sin ir más lejos, Ucrania es el ganador más reciente, aunque no podrá defender el título en la Argentina, mientras que otros campeones recientes incluyen a Serbia y Ghana, y equipos como Corea del Sur, Venezuela y República Checa han alcanzado finales en este siglo.

A eso se aferra Uzbekistán, el primer rival de la selección argentina en el grupo A, para hacer un buen papel en el torneo, pero también hay argumentos más que sólidos para soñar con un buen desempeño. Comenzó a competir como nación independiente para la edición de 1993, tras el fin de la Unión Soviética, y con el paso de los años ha hecho grandes avances, que culminaron en sus mejores rendimientos históricos cuando alcanzó los cuartos de final; en 2013 fue Francia la que frenó su sueño, y en 2015 cayó en un cerrado duelo ante Senegal. Justamente en esa última campaña se destacó uno de los mejores jugadores de su historia, Eldor Shomurodov, que fue compañero de Paulo Dybala en Roma y es el máximo goleador de la historia del seleccionado mayor.

Uzbekistán, rival de la selección argentina en su debut en el Mundial Sub 20, entró en la Copa del Mundo como campeón de la Copa Asiática de la categoría
Uzbekistán, rival de la selección argentina en su debut en el Mundial Sub 20, entró en la Copa del Mundo como campeón de la Copa Asiática de la categoría

Pero el listón está aún más arriba para 2023. Sobre todo, por la forma en que entró a esta Copa del Mundo, luego de ausentarse en las dos anteriores. En la Copa Asiática de la categoría, en la que fueron organizadores, los uzbekos superaron sin problemas su grupo y luego vencieron a Australia en cuartos de final, a Corea del Sur en la semifinal y a Irak en la definición para coronarse campeones continentales Sub 20 por primera vez, repitiendo el título que ya habían obtenido en la categoría Sub 23 en 2018. “Siempre tenemos buenos equipos en este grupo etario, pero este en particular tiene un gran talento y esperamos que pueda mostrar su potencial”, se ilusiona Gairat Khasbullin, periodista uzbeko del medio Championat.asia. “Los hinchas creen en él, sienten que pueden hacer un muy buen Mundial”, agrega.

Uno de los grandes valores del equipo, que se entrenó en el estadio del club Mitre en Santiago del Estero, es la combinación del talento individual con fuertes dotes de liderazgo a una muy temprana edad. Khasbullin destaca en particular a Abdukodir Khusanov, un aguerrido defensor ambidiestro que milita en Energetik-BGU Minsk de Bielorrusia (junto al volante Umarali Rakhmonaliev, los únicos que no militan en la liga local) y que con 19 años es el líder tanto su club como de la selección Sub 20 y Sub 23, además de Abbosbek Fayzullaev, un volante con llegada al área rival que fue nombrado como el mejor jugador de aquella Copa Asiática que ganó con su país. Behruz Askarov, de Pakhtakor Tashkent, también está generando interés entre equipos de Europa, por lo que se espera que el Mundial funcione como una vidriera clave para estos talentos. Otro gran fuerte del equipo es su inmensa altura: Khusanov mide 1,86m, y lo superan el volante Sherzod Esanov (1,90m) y los defensores Diyorbek Otiboek (1,90m), Jakhongir Urozov (1,90m) y el gigante Abubakir Ashurov, a quien el periodista catalogó como el “Virgil van Dijk” del futuro en Uzbekistán.

El imponente Abubakir Ashurov, de 1,96m de alto, representará un peligro para la selección argentina, que no dispone de jugadores de semejante altura
El imponente Abubakir Ashurov, de 1,96m de alto, representará un peligro para la selección argentina, que no dispone de jugadores de semejante altura - Créditos: @Championat.asia

A estos jugadores los guía un hombre que se ha convertido en una de las principales figuras del fútbol uzbeko. Se trata de Ravshan Khaydarov, de 61 años, que hizo toda su carrera como entrenador en su país, pero que con el tiempo se ha ganado un rol fundamental en su crecimiento futbolístico. Se hizo cargo de todas las categorías de su selección, desde el Sub 19 hasta la mayor, y fue protagonista de sus mayores logros, tanto las campañas mundialistas de 2013 y 2015 como los títulos asiáticos de 2018 y 2023. Una trayectoria que lo ubica en una esfera similar a José Pekerman en la Argentina pero con la diferencia fundamental en su estilo de juego: tiende a ser más bien directo, basado en esperar al rival cerca de su área y aprovechar la velocidad en el contraataque y el poderío en la pelota parada. Ciertamente el equipo de Javier Mascherano no deberá obviar estas instancias del juego.

Khasbullin es consciente del difícil examen que representa debutar contra la selección organizadora y una de las candidatas para ganar el título, pero su confianza en Khaydarov y en el equipo es plena: “Argentina es un gran valor del fútbol. Por supuesto que jugar contra un rival así, en su casa, va a requerir mucha concentración. Pero no van a venir con una actitud de solo querer participar, quieren demostrar que son el mejor equipo de Asia”, afirma desafiante.

Ravshan Khaydarov, el entrenador de la selección uzbeka Sub 20, dirigió a todos los grupos etarios de su país y encadenó varios ciclos exitosos
Ravshan Khaydarov, el entrenador de la selección uzbeka Sub 20, dirigió a todos los grupos etarios de su país y encadenó varios ciclos exitosos - Créditos: @Championat.asia

Uzbekistán es, además, el único equipo del grupo al que la selección argentina enfrentó en el pasado. Fue en el Mundial 2003, en Emiratos Árabes Unidos, y resultó ser un duelo nada fácil para la albiceleste que dirigía Hugo Tocalli. Alexander Geynrikh le dio al conjunto asiático una sorprendente ventaja con apenas 4 minutos jugados, y el empate argentino no llegó hasta el minuto 25 del segundo tiempo, de la mano de Leandro Fernández. Pero sobre el final, un penal en tiempo de descuento de Fernando Cavenaghi firmaría la remontada por 2-1 para el seleccionado, que terminaría ese torneo en la cuarta posición. Como curiosidad, el hoy entrenador del Sub 20 argentino jugó los 90 minutos de aquel encuentro.

El duelo del sábado evocará tanto este partido como otro debut de un país asiático que hizo historia reciente contra la Argentina: el golpazo de Arabia Saudita en Qatar, que se quedó con una remontada increíble por 2-1. Pero Khasbullin es consciente de lo que ocurrió después con el conjunto de Medio Oriente, que no pudo superar la etapa de grupos, por lo que su ambición es aún mayor: “No es un resultado que nosotros queramos repetir, nos queremos parecer más a lo que hizo Marruecos en Qatar. Nuestro objetivo es llegar lo más lejos posible en este torneo”.

El antecedente mundialista en 2003, con triunfo por 2-1

Una improbable conexión argentina

Aquel partido previo en Sharjah no es el único nexo que une a la Argentina con Uzbekistán, sino que una clave estará nada menos en la camiseta que llevarán puesta los jugadores rivales en la tarde del sábado. La indumentaria llevará el logo de la fabricante alemana Jako, pero el diseño estuvo a cargo nada menos que de un argentino, Gustavo Psonkevich, que también hizo lo propio con otra selección asiática participante de la Copa del Mundo, Irak. “El diseño se inspira en los famosos y muy antiguos azulejos con motivos islámicos que adornan la arquitectura local, destacándose en las mezquitas de las ciudades de Jiva, Bujará y, sobre todo, Samarcanda”, apunta el también coleccionista sobre el complejo patrón que adorna el frente de la casaca.

A pesar del fuerte significado que aporta el vestir a una selección mundialista, el argentino señaló que aún no pudo contactarse con los futbolistas uzbekos para saber cuál es su opinión sobre su diseño: “Recién este jueves recibieron las camisetas en el hotel y las vieron por primera vez. Mi contacto en Jako me dijo que les gustaron, pero nada más. Por eso me ilusiona acercarme a la delegación para poder tener un feedback más directo y, si se puede, conseguir alguna camiseta”, manifiesta Psonkevich, que también afirmó sentirse eufórico por ver sus camisetas por primera vez en la cancha nada menos que contra la albiceleste: “Me emociona mucho. El hecho de que un diseño mío debute en un mundial me llena de orgullo y alegría; y que justo sea contra la selección argentina sin dudas lo potencia”.

Las camisetas de Uzbekistán para el Mundial Sub 20, diseñadas por el argentino Gustavo Psonkevich
Las camisetas de Uzbekistán para el Mundial Sub 20, diseñadas por el argentino Gustavo Psonkevich - Créditos: @Gustavo Psonkevich