Mundial Sub 20: una Argentina “alternativa” aplastó a Nueva Zelanda y se quedó con el grupo A

Inicio de la fiesta en San Juan: Ignacio Maestro Puch pone en marcha la goleada de la Argentina a Nueva Zelanda en el Mundial Sub 20.
Inicio de la fiesta en San Juan: Ignacio Maestro Puch pone en marcha la goleada de la Argentina a Nueva Zelanda en el Mundial Sub 20. - Créditos: @Marcelo Aguilar

SAN JUAN (de un enviado especial).– La selección argentina se despidió del grupo A del Mundial Sub 20 con un partido en el que, de antemano, ponía el foco principalmente en los octavos de final, como lo dejaron en claro los ocho cambios en la alineación titular con los que Javier Mascherano puso a prueba la profundidad del plantel. El resultado fue mucho más exitoso que lo imaginado: un aplastante 5-0 a Nueva Zelanda, con el más alto nivel en lo que va del torneo y múltiples jugadores ofreciendo argumentos sólidos para meterse en la formación inicial de forma permanente.

El conjunto oceánico había llegado en una posición favorable, incluso en el caso de finalizar tercero en la zona, por lo que el entrenador Darren Bazeley repitió la disposición de partidos anteriores: ceder la pelota y defender cerca del área. Su plan quedó desbaratado en cinco minutos gracias a la voracidad de los “suplentes” argentinos, que repitieron el esquema usado contra Guatemala pero con intérpretes mucho más directos. Juan Gauto, Brian Aguirre y Luka Romero deslumbraron al público en el estadio San Juan del Bicentenario con gambetas constantes que los defensores no lograban descifrar, y todo intento de avance fue interrumpido por el doble cinco de Ignacio Miramón y Federico Redondo.

El primer tanto, de Maestro Puch

Frente a este ritmo frenético que impusieron los locales, apenas 13 minutos tardó en llegar el primer gol, originado por un córner corto de Gino Infantino y un centro preciso de Aguirre para Ignacio Maestro Puch, que cabeceó con comodidad al segundo palo. Apenas tres minutos más tarde, Romero interrumpió una tímida salida neozelandesa sobre la izquierda y cedió la pelota a Infantino, que apareció por dentro y estableció el 2-0. Para entonces, los “oles” ya bajaban regularmente desde las tribunas.

El segundo, de Infantino

Y la explosión llegó a los 34 minutos, cuando la presión del delantero de Lazio volvió a surtir efecto, pero atrás de la mitad de la cancha. Recuperó ante Fin Conchie, giró para deshacerse de él y otros dos contrincantes, avanzó varios metros y sacó un zurdazo de media distancia inalcanzable para el arquero Kees Sims. El golazo inclinó la balanza definitivamente.

El tercero, golazo de Romero

La importancia del partido no era la misma que la de los dos primeros, y al principio el clima en el estadio era más bien ameno. Pero para el final de la primera mitad, en la que la selección disparó 21 veces al arco, según Opta (un récord desde que nació esa estadística), la fiesta ya era total. Comenzaron los pedidos de los hinchas por algunos de los habituales titulares, particularmente Valentín Barco y Matías Soulé, que fueron concedidos por el DT en el inicio de la segunda etapa. Y también hubo lugar para un cuarto gol, tras un penal que ejecutó Aguirre por una mano de Aaryan Raj, y hasta para que Mascherano le diera minutos a uno de los arqueros suplentes, Nicolás Cláa.

El cuarto, un penal de Aguirre

A lo largo del encuentro se mantuvo la insistencia en procurar más goles, golpear aun más al adversario y hacer valer la diferencia de nivel. El trabajo defensivo fue apenas necesario, y entonces Miramón se destacó por sus giros y sus pases para salir desde el fondo, mientras cada uno de los jugadores de ataque manifestó estar dispuesto a luchar por un sitio en la alineación en el cruce de octavos, del próximo miércoles contra el tercero del grupo C, del D o del E. Y cuando ingresaron los titulares usuales, mostraron por qué lo son, como se comprobó en el quinto tanto: un enganche y un desborde de Máximo Perrone asistieron a la cabeza de Alejo Véliz, que convirtió en los tres partidos.

El quinto, de Véliz

Todas las conclusiones de la tarde sanjuanina son superavitarias. El seleccionado se debía un desempeño así en el ciclo de Mascherano, con un dominio evidente expresado en el resultado, en el que los cambios de nombres no generaran retroceso en el desarrollo y que le abrieran dudas “positivas” al entrenador con miras a los playoffs. El más fiel reflejo del éxito llegó en el mensaje que envió el público sobre el final del encuentro. Una canción que se escuchó por primera vez en el certamen: “Que de la mano, de Mascherano, toda la vuelta vamos a dar”.

Compacto de Argentina 5 vs. Nueva Zelanda 0