Lo que no se vio de los penales de Argentina vs. Países Bajos: el “ole” de Noppert a Messi y la obsesiva pelea de Dibu Martínez por la pelota

Emiliano Martínez forcejea con Wout Weghorst después de que el goleador convirtiera en la serie de penales, para entregarle la pelota a su compatriota Enzo Fernández; el arquero Andries Noppert y el árbitro Antonio Mateus Lahoz observan durante la resolución del segundo cuarto de final del Mundial Qatar 2022.
Emiliano Martínez forcejea con Wout Weghorst después de que el goleador convirtiera en la serie de penales, para entregarle la pelota a su compatriota Enzo Fernández; el arquero Andries Noppert y el árbitro Antonio Mateus Lahoz observan durante la resolución del segundo cuarto de final del Mundial Qatar 2022. - Créditos: @Captura

El partido de cuartos de final del Mundial de Qatar entre la selección argentina y Países Bajos quedará en el recuerdo no sólo por la ventaja de 2-0 que se disipó en los últimos segundos del tiempo regular y la definición por penales, sino también por las repercusiones que generó a raíz de las provaciones, las declaraciones cruzadas, las dedicatorias y los expedientes disciplinarios. Uno de los momentos que dieron que hablar fue la tanda de penales, de la que varias cosas no fueron notadas en el momento y resultaron descubiertas más adelante, gracias a las cámaras televisivas y lo que grabaron los hinchas en el estadio de Lusail.

La serie comenzó con el remate de Virgil van Dijk, notable por su eficiencia al ejecutar penales en Liverpool con muchísima potencia. El arquero Emiliano Martínez intentó distraerlo moviéndose constantemente de un lado al otro casi sin levantar los pies del piso. El defensor neerlandés disparó con la fuerza de siempre, pero “Dibu” voló a su derecha, despejó y fue a celebrar con la hinchada ubicada detrás del arco. Tiempo más tarde, Van Dijk reconoció la influencia de los simpatizantes argentinos en su penal malogrado: “Practicamos, pero no se puede simular una situación de 80.000 argentinos silbando”.

Lionel Messi fue el primer pateador argentino. Al momento de que buscara la pelota, el arquero Andries Noppert se acercó y en vez de entregársela, la movió hacia otro lado, para fastidiar al rosarino. Una especie de “ole” silencioso, porque no se hablaron en ningún momento. No tuvo éxito: el número 10 engañó al gigante y pateó suave y al medio. La Argentina se adelantaba a 1-0. Fue el segundo engaño, en realidad: durante el partido, Messi había anotado un gol de penal cruzando el remate, mientras Noppert permanecía parado en el medio del arco.

El siguiente ejecutor neerlandés fue Steven Berghuis. Martínez tomó nota de lo que hizo Noppert con Messi y redobló la apuesta: tomó el balón como haciendo parecer que no tendría la misma actitud que su par neerlandés, pero cuando llegó el pateador, se lo movió. En este caso el juego mental dio la impresión de surtir efecto: el jugador de Ajax no remató con la misma fuerza que Van Dijk, Dibu atajó el tiro y festejó con un baile que remitió a uno que hizo en la Copa América de 2021.

Llegó luego el momento de Leandro Paredes, que podía duplicar la ventaja argentina, y lo hizo con una de las mejores ejecuciones. El volante pateó muy fuerte y muy preciso, y a pesar de que Noppert adivinó el lado, la pelota pasó al lado del palo derecho del arco. El festejo del 5 fue enérgico.

Teun Koopmeiners tuvo la responsabilidad, después, de anotar el primer gol de Países Bajos, con el riesgo de servirle la clasificación a la Argentina. Cuando se arrimó, Martínez le extendió la mano esperando un saludo, pero el volante nunca respondió. Luego se reacomodaron, y el jugador de Atalanta concretó su intento ante una respuesta tardía del arquero argentino; 1-2.

Teun Koopmeiners le niega el saludo a Emiliano Martínez antes de ejecutar su penal
Teun Koopmeiners le niega el saludo a Emiliano Martínez antes de ejecutar su penal

El siguiente fue Gonzalo Montiel, que había ingresado en el tiempo suplementario y era considerado un especialista desde los 11 metros en su etapa en River. El defensor lateral derecho hizo valer su reputación con una carrera veloz y una definición que dejó a Noppert del lado contrario. En su festejo se acordó del árbitro Antonio Mateu Lahoz, al que miró fijamente y ante quien asintió con la cara, como dedicándole el gol.

Para el cuarto penal neerlandés, Martínez volvió a hacer de las suyas. Mientras el referí español discutía con Noppert, el marplatense aprovechó la desatención para patear la pelota de nuevo hacia la mitad de la cancha, donde estaban agrupados los demás jugadores. El encargado de ejecutar, Wout Weghorst, finalmente se hizo del balón y dejó a Martínez del lado contrario: 2-3.

Cuando Weghorst marcó su gol, Martínez fue a buscar la pelota y el delantero, que había logrado un doblete para empatar en el tiempo regular y sería insultado (”bobo”) por Messi en la zona mixta, protagonizó un forcejeo con el arquero al intentando apurar el desarrollo. Sus compañeros explotaron en el círculo central y así se propició la expulsión, por segunda tarjeta amarilla, a Denzel Dumfries, que terminaría por demorar el tiro de Enzo Fernández.

Podía ser el definitivo ese disparo. El propio Martínez entregó el balón al volante de Benfica, como para evitar inconvenientes. Pero el joven mediocampista falló: su tiro se fue desviado a la derecha de Noppert. Más tarde, el arquero le reprochó con buena onda su decisión: “¡Al medio, pel...! ¡Al medio!”.

La sugerencia del
La sugerencia del "Dibu" Martínez a Enzo Fernández tras la definición por penales

El arquero de Heerenveen repitió entonces la acción de Martínez de conseguir la pelota rápidamente para dársela al siguiente compatriota, que en este caso fue Luuk de Jong. El delantero le dio una esperanza a su país al cruzar su tiro de derecha, engañar a Dibu y empatar en 3, pero a la Argentina le quedaba un intento en la rueda de 5.

Lautaro Martínez, en un Mundial por debajo de las expectativas en lo personal, debía convertir para poner a la Argentina en una semifinal. En el camino fue rodeado por varios neerlandeses. Entre ellos, Dumfries como principal provocador, que lo interceptó en el camino, mientras Lautaro miraba el piso. Luego, el árbitro expulsaría al defensor. Y Lautaro siguió su recorrido hacia el penal más importante de su vida...

Lautaro Martínez camina hacia el área, a ejecutar el penal decisivo. Dumfries, compañero suyo en Inter, se acerca a molestarlo. Luego sería expulsado
Lautaro Martínez camina hacia el área, a ejecutar el penal decisivo. Dumfries, compañero suyo en Inter, se acerca a molestarlo. Luego sería expulsado - Créditos: @Age

Cuando el delantero llegó al área, Noppert se acercó con la pelota y quiso decirle algo al oído, pero el bahiense se la arrebató y lo empujó, ordenándole que volviera al arco. El Toro cruzó su remate y cumplió la misión. Los jugadores argentinos corrieron hacia él excepto Messi, que fue a abrazar al arquero. Dibu Martínez estaba desparramado en el césped, emocionado.

Y en medio de los festejos y la conexión con los hinchas, Messi y Martínez fueron felicitados en el campo de juego por el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia. Y mientras estaban los tres fundidos en un abrazo, el arquero pareció dirigirse confianzudamente al directivo: “Disfrutalo, gordo. Disfrutalo”.

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