Mundial Qatar 2022: Jeong Woo-Yeong, del taekwondo al fútbol, la transformación de un jugador que rompe lo establecido

Jeong Woo-Yeong, la nueva joya de Corea del Sur
Jeong Woo-Yeong, la nueva joya de Corea del Sur - Créditos: @Chung Sung-Jun

En el imaginario argentino, un deportista coreano tiene muchas más probabilidades de practicar taekwondo que fútbol. No importa que en la cita qatarí Corea del Sur esté cumpliendo su 11ª participación en una Copa del Mundo (las últimas diez de manera consecutiva), o que haya alcanzado las semifinales en la que fue local en 2002. Cuesta asimilar que en los países orientales el juego lleva muchas décadas de evolución y que la presencia de futbolistas con ojos rasgados hace tiempo que es un hecho cotidiano en clubes de otras latitudes.

Sin embargo, todavía hay casos en los que la norma se cumple, aunque sea solo a medias. Hasta que cumplió los diez años, Jeong Woo-Yeong no se apartó de los cánones esperados. Practicaba taekwondo en Ulsan, su ciudad natal, y la pelota no era más que un pasatiempo para divertirse con los amigos. Nadie podía imaginar entonces que ocho años más tarde iba a convertirse en el primer jugador de su país en ingresar nada menos que en Bayern Munich.

EXCLUSIVO PARA SUSCRIPTORES: sumate a Qatar al día, el newsletter con el resumen más completo de cada jornada mundialista

Allá por 2002, cuando conducía a la selección coreana, el entrenador holandés Guus Hiddink comentaba que su mayor problema era conseguir que sus jugadores improvisaran, que rompieran la mecánica de los ejercicios repetidos en los ensayos y sacaran algún conejo de la galera. En esa fecha, Woo-Yeong contaba apenas con tres años y las dos décadas transcurridas hasta ahora modificaron mucho los hábitos y las costumbres.

Jeong Woo-Yeong, uno de los créditos de Corea del Sur
Jeong Woo-Yeong, uno de los créditos de Corea del Sur - Créditos: @Koji Watanabe

“Si fichamos a un jugador de tan lejos es porque vemos que tiene potencial para desarrollarse”, afirmó en enero de 2018 Jochen Sauer, el jefe de la cantera del multicampeón club bávaro. El Bayern le había pagado 700.000 euros al Incheon United, la entidad que representa a la tercera ciudad más poblada de Corea, para incorporarlo a sus divisiones inferiores y resulta fácil suponer que si lo hizo fue porque descubrió en él habilidades que nada tienen que ver con el respeto a ultranza de los esquemas dibujados en un pizarrón. Se diría que en el caso de Woo-Yeong es todo lo contrario. Si algo lo caracteriza es su agilidad, sus movimientos eléctricos en los que mezcla la gambeta corta con la pelota pegada al pie derecho (tampoco maneja mal la zurda), con la visión suficiente para jugar a un toque o para meter la cortada profunda que deja al compañero mano a mano con el arquero rival.

La evolución de Woo-Yeong durante su primer semestre en Munich se vio interrumpida por una lesión que, al menos, le brindó más tiempo para estirar sus prácticas del idioma alemán a cinco clases por semana, pero la espera valió la pena.

En la temporada 2018/19, enrolado en las filas del segundo equipo del Bayern sus cifras se dispararon tanto -marcó 13 goles y dio 6 asistencias en 29 partidos- que Nico Kovac, el técnico de los mayores, lo subió de categoría y el 29 de noviembre de 2018 pasó a ser el jugador surcoreano más joven en debutar en la Champions League cuando sustituyó a Thomas Müller en los últimos 10 minutos de una goleada 5-1 sobre el Benfica. Cuatro meses después repitió la maniobra casi con exactitud: reemplazó al veterano crack y el equipo le ganó por 5-1 al Borussia Moenchengladbach, en lo que significó su estreno en la Bundesliga.

En Corea seguían sus progresos paso a paso. Integrante de las selecciones juveniles desde los 13 años, Woo-Jeong fue atravesando todas las categorías y comenzaron a preocuparse cuando notaron que las grandes figuras de la superpotencia del fútbol alemán le cerraban su ascenso definitivo al primer equipo. Por eso sonrieron aliviados cuando, en junio de 2019, el mismo jugador solicitó ir cedido a otro club para tener más continuidad.

El Friburgo lo recibió con los brazos abiertos. “La alegría con la que juega y la astucia que tiene para resolver situaciones complicadas no son habituales en chicos de su edad. Aquí tendrá el tiempo que necesita para convertirse en un futbolista completo”, aventuró Jochen Saier, director deportivo del club. No se equivocó. Sus prestaciones fueron creciendo sin pausa, al mismo tiempo que completaba su adaptación a la vida de su país adoptivo. Tanto que ya se atreve a dar entrevistas habladas en alemán. Disputó 28 partidos con 4 goles en la temporada 20/21; 37 encuentros con 5 tantos y 2 asistencias en la 21/22, y otros 20 con 2 goles y 3 asistencias en los meses transcurridos del presente curso tapizaron el camino rumbo a la selección surcoreana.

El técnico Paulo Bento le dio la ocasión de debutar con el equipo nacional en un amistoso ante Japón en marzo del año pasado, probándolo en un puesto que no era el que acostumbraba a ocupar en el Friburgo. Si en Alemania solía moverse por las bandas, el entrenador portugués lo ubicó como enganche, y el experimento funcionó, sobre todo cuando empezó a coincidir con Heung-Min Son en el equipo. El delantero del Tottenham encontró en Woo-Yeong un socio ideal y el chico que practicaba taekwondo, un apoyo imprescindible para sentir que su juego gana en eficacia. Habrá que comprobar si el cóctel le alcanza a Corea para seguir rompiendo esquemas y estereotipos.