Mundial Qatar 2022. Bono, el arquero de Marruecos que es fanático de River, tiene de ídolo a Ariel Ortega y sacó de la Copa a España

El arquero marroquí Yassine Bounou atajó dos penales en la definición ante España en el Mundial Qatar 2022; es fanático de River.
El arquero marroquí Yassine Bounou atajó dos penales en la definición ante España en el Mundial Qatar 2022; es fanático de River. - Créditos: @Francisco Seco

Se llama Yassine Bounou y nació hace 31 años en Canadá, pero se lo reconoce en el mundo del deporte como “Bono” y es el arquero de la selección de Marruecos que este martes dejó fuera del Mundial Qatar 2022 a España, justamente su tierra futbolística en lo profesional. El número 1 del conjunto africano contuvo dos penales en la definición por los octavos de final y, de esa manera, pareció rendir homenaje a tres de sus referentes argentinos, Amadeo Carrizo, Ubaldo Fillol y Germán Burgos. Porque es fanático de River.

El verdugo de la Roja estaba del otro lado del Estrecho de Gibraltar, esos 14 kilómetros de agua que separan las orillas de ambos países. Y su corazón bombea sangre riverplatense. Hijo de marroquíes, vivió hasta los 3 años en Quebec, Montreal, y tras la mudanza en familia se incorporó rápidamente a Wydad Casablanca, en el que jugó en las divisiones menores hasta su debut en la primera, en 2010, después de un paso frustrado por Niza. Problemas burocráticos lo obligaron a regresar a su casa sin defender el arco del club local francés.

A Bono siempre le gustó jugar con los pies pero terminó siendo arquero, y fue la figura de Marruecos en la eliminación a España en Qatar 2022.
A Bono siempre le gustó jugar con los pies pero terminó siendo arquero, y fue la figura de Marruecos en la eliminación a España en Qatar 2022. - Créditos: @JAVIER SORIANO

“No quiero que dediques tanto tiempo al fútbol”, escuchaba en forma repetida de su padre mientras crecía feliz pateando la pelota y gritando goles en las calles de tierra de Casablanca. Sin embargo, su progenitor, terminó regalándole una camiseta de Argentina, la primera que tuvo en su vida, y uno de sus primeros entrenadores le alteró los planes, en virtud de su elevada estatura, y le rediseñó el futuro: “Vas a ir al arco”. Bono aceptó el reto y con el tiempo, por una lesión del arquero titular, terminó debutando en una final de la Champions League africana en Túnez, ante 60.000 personas. Más allá de la derrota por 1-0 contra Esperance Sportive de Tunis, jugó 15 partidos seguidos antes de retomar su travesía europea.

En España sí se le abrieron las puertas. Pese a ganar menos dinero que el que le ofrecía Wydad por la renovación de su contrato, Bono optó por Atlético de Madrid, aunque eso implicara pasar dos años en la filial colchonera –sin arrepentimiento–, a la sombra del esloveno Jan Oblak y del mallorquín Miguel Moyá, que se alternaban en los torneos que afrontaba Aleti a las órdenes de Diego Simeone. Pese a la renovación por cuatro años, no tuvo oportunidades de darles pelea, ya que fue cedido a Zaragoza por dos temporadas. No obstante, se afirmó en el puesto cuando llegó a Girona, en su paso previo a incorporarse, por cuatro millones de euros, a Sevilla, en el que fue campeón de la Europa League y reconocido como el mejor en su puesto. Actualmente comparte el equipo con Marcos Acuña, Gonzalo Montiel y Alejandro “Papu” Gómez. Además, convivió allí con Lucas Ocampos y Erik Lamela.

De ellos, sobre todo de Montiel, habrá escuchado una y mil historias. En especial de “su” River, el club en el que jugó su ídolo, el Burrito Ortega. En homenaje al habilidoso emblema millonario bautizó “Ariel” a su perro. Popularizada esa situación, en pleno Mundial llegó a sus manos una camiseta de River con el número 10, el apellido del jujeño y su firma. Habían intercambiado mensajes y Orteguita le pidió un buzo suyo a cambio. Tendrá el que utilizó frente a España. “Pronto te voy a ir a ver a la Argentina para sacarme una foto con vos. Muchas gracias por la onda y por todo”, le dijo al arquero, que habla perfectamente español. No le cabía en el cuerpo tanta alegría.

Algo similar sucedió en la final de la Copa Libertadores 2018, cuando River se consagró ante Boca en Madrid. Fue uno de los hinchas que estuvieron en las tribunas. “Una semana antes de ese partido me lesioné y le pregunté al Mono Burgos [por entonces, ayudante de Simeone en Atlético] si tenía entradas para ir a ver el partido. Me dijo que era un hijo de p..., que me había hecho el lesionado, pero le dije que no, que era verdad y que por eso podía ir a Madrid a ver a River”, recordó en TyC Sports durante la pandemia de Covid-19.

Finalmente, un colega le allanó el camino: Leandro Chichizola, ex jugador del equipo argentino, por entonces en Getafe (y actualmente, en Parma). “Es amigo mío y me consiguió. Pude ir con mi mujer y con amigos, que se sentaron con la gente de Boca. Pude tomar el último tren que salía para Madrid y cuando llegué al Santiago Bernabéu parecía que estaba en Buenos Aires”, agregó sobre aquel recuerdo, imborrable. Antes, en 2015, había viajado a Japón para ver la final del Mundial de Clubes, en la que River fue goleado por Barcelona con un 3-0.

Esta Copa el Mundo está generándole situaciones inolvidables. Una, por supuesto, es esta clasificación para los cuartos de final. Otra, menos agradable: no pudo jugar contra Bélgica en la etapa de grupos pese a que formó con sus 10 compañeros de campo durante la ejecución del himno. En ese instante, terminó de cantar, cabizbajo, y corrió hacia el vestuario. Por un golpe en la cadera, el médico le había dado un calmante, pero éste le cayó mal y Bono se descompuso. Un breve intercambio de palabras con el DT Walid Regragui bastó para el rápido reemplazo.

Resumen de Marruecos vs España

En Qatar, donde Canadá volvió a jugar un mundial luego de 36 años, Bono se luce en el arco marroquí, en el seleccionado que representa a la tierra de sus padres. Y eso lo llena de felicidad. “En el momento no te das cuenta de lo que terminas de lograr. Ahora tenemos que pensar en lo que tenemos por delante. Es una cuestión de sentimiento, de sensaciones. No hay mucho que pueda decir por el momento. Los penales son así. Es un poco de intuición y es un poco de suerte. Hemos ganado y eso es lo importante. En cuanto pase el tiempo nos daremos cuenta de lo que hemos logrado”, sintetizó el arquero. Lo celebran en Marruecos... y en el mundo River. El mejor Bono llegó a fin de año.