Muñeco Eterno: el homenaje a Marcelo Gallardo llegó hasta un haras con el último nacimiento del año y el bautismo con un nombre muy especial

It's a Gift se alimenta en la cabaña de San Antonio de Areco; su cría, Muñeco Eterno, no se despega de su lado
It's a Gift se alimenta en la cabaña de San Antonio de Areco; su cría, Muñeco Eterno, no se despega de su lado - Créditos: @@HarasLaNotra

La noche del último domingo fue muy especial para los hinchas de River, con la emotiva despedida que le hicieron a Marcelo Gallardo luego de su último partido en el Monumental como entrenador del equipo en un ciclo formidable de ocho años. Rápido quedó atrás la derrota por 2-1 con Rosario Central y desde el medio del campo afloraron las emociones en un tributo que incluyó videos, cantos, recuerdos, nostalgia, abrazos, lágrimas y una ola de afecto que llegó, en simultáneo, hasta San Antonio de Areco.

Allí, en el haras La Nora, una cabaña que cría caballos de carrera y donde se combinan varias pasiones, el turf y el fútbol quedaron hermanados por un bautismo a la última cría de la temporada: “Muñeco Eterno”. Lo cuenta Silvestre Blousson, que relanzó el proyecto ideado por un ilustre de la industria: “Heredé la pasión de mi abuelo paterno y de mi padre, y es un orgullo continuar con el haras que mi abuelo soñó hace más de 70 años. Él, Eduardo, fue el fundador y además de lo que siento por los caballos de chiquito me hizo de River, un orgullo que llevo a todas partes y comparto con mis hijos. Por eso, cuando comenzamos con unas pocas yeguas buscamos unir ambos deportes”.

“Recuerdo que, en 2015, el año que ganamos la primera Copa Libertadores con Gallardo, en esa generación le pusimos a un potrillo Te Vi Campeón. A otro, Gracias Muñeco. Después de la final de Madrid en la que le ganamos a Boca a una hembra la llamamos Final Soñada”, repasa el criador, entusiasta por los colores que lleva en la sangre y el corazón. “La verdad es que con los dos primeros muy bien no nos fue... Ahora estamos esperando por Final Soñada”, agrega. Te Vi Campeón ganó dos carreras en el césped de Palermo antes de que lo vendieran y Gracias Muñeco no les dio ninguna alegría, pero luego obtuvo un éxito con sus nuevos dueños en La Plata. Final Soñada, que tiene 2 años, podrá empezar a competir en los próximos meses.

La yegua It's a Gift junto a su última cría, bautizada Muñeco Eterno
La yegua It's a Gift junto a su última cría, bautizada Muñeco Eterno - Créditos: @@harasLaNora

“Este año, y con 36 nacimientos, ya se acababa la temporada, que por suerte fue muy buena para nosotros. Nos quedaba una sola parición, de una madre hija de Bernstein que se llama It’s a Gift y estaba preñada por Gouverneur Morris, un padrillo por el cual hemos apostado mucho junto con La Pasión y Las Raíces. El domingo nos pusimos a ver la despedida de Gallardo con la tristeza y el orgullo que todos sentimos, vi un cartel que decía Muñeco Eterno y lo primero que hice fue entrar al Stud Book para ver si podía reservar ese nombre”, confiesa Blousson. “Para mi alegría, pude reservar el nombre. Pero faltaba que ese último nacimiento fuera un macho”, amplía.

Y el destino jugó su carta. “Cuando terminaba el primer tiempo me llamaron del haras para avisarme que había sucedido el parto y fuimos a ver a la cría. No puedo explicar en palabras la alegría que tuvimos cuando vimos que era un macho. No quedaba otra que ponerle el nombre de Muñeco Eterno”, describe, casi con una humorada final. Es muy vistoso el alazán, con blancos pronunciados en su cabeza, sus patas y una mano.

Muñeco Eterno junto a su madre, en el haras La Nora; nació el domingo cuando se jugaba el partido entre River y Rosario Central, en la despedida de Gallardo.
Muñeco Eterno junto a su madre, en el haras La Nora; nació el domingo cuando se jugaba el partido entre River y Rosario Central, en la despedida de Gallardo. - Créditos: @@HarasLaNora

“Esto es en reconocimiento a todas las alegrías que nos regaló Gallardo, además de enseñarnos el camino y las formas cuando se quieren hacer las cosas bien. Ojalá Muñeco Eterno pueda darnos en las pistas las mismas alegrías que nos dio el entrenador”, se ilusiona quien desde el relanzamiento de la cabaña no ha podido lograr grandes premios con crías propias, aunque sí tuvo una campeona en el stud, Joy Epífora, a la que compró en una de las últimas ventas del desaparecido haras La Biznaga y llevó a competir a Estados Unidos, donde concluyó su campaña el año pasado para luego pasar por una de las subastas más importante del mundo, en Keeneland, y ser exportada a Japón.

Eso permitió renovar el plantel de la cabaña. En el turf se podrán perder carreras, pero la pasión y la esperanza, jamás. Y en La Nora menos todavía... si llevan la impronta del Muñeco.