Movistar+ LaLiga de marca blanca

Presentación del acuerdo entre Movistar+ y LaLiga, en 2019.
Presentación del acuerdo entre Movistar+ y LaLiga, en 2019.

Espero que no hayan hecho click en esta columna creyendo que vamos a hablar del Real Madrid. Hace unos días saltó a la prensa una noticia que llevaba un par de semanas alimentando los corrillos periodísticos: puesto a pagar una pasta por el fútbol, Movistar+ prefiere que sea LaLiga quien se encargue de producir todo, incluido lo de poner narradores, comentaristas y reporteros. De ahí lo de la marca blanca. Con este nuevo tipo de acuerdo ‘llave en mano’, los profesionales del ‘Plus’ desaparecerán de escena en la Liga tantos años después, empezando por los 32 que lleva Carlos Martínez cantando goles, ya sea en codificado, por satélite o por fibra.

Unos descorcharán champán. Otros llorarán la ausencia de Martínez, la de Maldini o la de tantos otros. A la mayoría, probablemente, le dará igual porque lo único que quiere es ver el partido de su equipo. A mí, que a veces peco de ingenuo, me parece una mala noticia porque, pese a todo, sigo prefiriendo que las cosas me las cuente alguien a quien, en principio, no le va nada en ellas. Mejor el periodismo, con sus defectos, que la pura propaganda, aunque se den la mano demasiadas veces.

Tampoco nos engañemos: esto es sólo un paso más, porque desde que Movistar+ y LaLiga crearon una marca conjunta, hace tres años, las retransmisiones tienen un sesgo por contrato. Uno vende los derechos y el otro vende su alma. Cuando un comentarista de Movistar+ LaLiga nos insiste en que estamos disfrutando de la mejor liga del mundo, quizá lo piense. Lo seguro es que, en caso de tener otra opinión, difícilmente se la escucharemos.

Como explicó en su día Javier Tebas, durante una entrevista en ‘El partidazo de Cope’, los entrevistadores que llevan en su micrófono el logo de LaLiga deben seguir “la línea editorial que marca LaLiga”. Y si no, no volverán a preguntar. En su momento hubo periodistas que se llenaron la boca hablando de “censura”, sin atender a que Movistar+ ya no era un medio de comunicación más sino un partner de la patronal del fútbol.

No se puede reprochar a LaLiga que quiera estrechar el control sobre su producto pero sí podemos preguntarnos si los operadores, en este caso Movistar+, no pueden hacer algo más que aceptar ese papel de pregoneros. Suponemos que la jugada de la gran compañía española de telecomunicaciones será comentada en breve, y con la misma beligerancia, por los mismos que en los últimos años han insistido en alertarnos de que youtubers y streamers están laminando el periodismo deportivo español. A veces peco de ingenuo, ya lo he dicho.