Mónica Seles: la puñalada en la cancha que le robó al tenis la mejor racha de la historia

La entonces adolescente de 16 años de edad Monica Seles gana su primer Grand Slam, el Abierto de Francia. (Foto: Getty Images)
La entonces adolescente de 16 años de edad Monica Seles gana en 1990 su primer Grand Slam, el Abierto de Francia. (Foto: Getty Images)

En el año 1993 Monica Seles era intocable. Tenía 19 años y estaba en medio de una extraordinaria racha de tenis, superaba incluso a la alemana Steffi Graf. Iba firme a convertirse en la mejor de todos los tiempos, pero todo cambió el 30 de abril de ese año. Un aficionado le robó su salud, su seguridad y la confianza en la cancha.

Los fanáticos del tenis también se perdieron del espectáculo que brindaba la tenista nacida en 1973 en la antigua Yugoslavia, en el área que hoy es Serbia, y de la rivalidad icónica de Seles con Graff, cuyos 22 Grand Slam dan cuenta de su grandeza.

Seles obtuvo su primer Grand Slam en Francia en 1990, cuando solo tenía 16 años de edad, y desde entonces dominaba completamente la arcilla. Aunque no solo ganaba el torneo francés, de hecho antes de que fuera atacada ganó siete de los nueve Grand Slam que disputó: tres victorias consecutivas en el Abierto de Australia y dos en el Abierto de Estados Unidos, además de sus victorias en el Abierto de Francia.

Su tarea pendiente era las canchas de césped de Wimbledon, en las que no podía brillar plenamente.

Había derrotado a Graf en tres de los cuatro enfrentamientos finales importantes y se apoderó del No. 1 del ranking que tenía la alemana, en ese entonces 11 veces campeona de Grand Slam.

Era la época de Seles y no tenía rival que pudiera con ella.

El ataque en la cancha

Seles se debía enfrentar a Magdalena Maleeva en los cuartos de final de la Copa Citizen en Hamburgo, Alemania, un evento de preparación para el casi seguro triunfo en Roland Garros.

Tenía dominada a Maleeva por 6-4, 4-3 cuando las jugadoras se tomaron un descanso. Entonces sucedió lo impensable, un momento que conmocionó al mundo del tenis y quedó grabado en las mentes de los fanáticos que miraban el juego.

A sus 19 años fue apuñalada por un fanático durante un partido en el torneo femenino de Hamburgo. (Foto: Reuters)
A sus 19 años fue apuñalada por un fanático durante un partido en el torneo femenino de Hamburgo. (Foto: Reuters)

No era claro lo que estaba pasando en el "court" de tenis: un grito y luego los murmullos se escuchaban en la transmisión del torneo. Las cámaras mostraban a un hombre que era agarrado por los espectadores en las gradas.

La cámara enfocó a Seles de pie agarrándose la parte superior de la espalda con la mano derecha antes de car el suelo. Varios corrieron a atenderla, mientras Maleeva sostenía una toalla sobre su rostro y miraba con miedo a Seles.

La yugoslava logró ponerse de pie y la sacaron de la cancha en una camilla.

La habían apuñalado.

Y su atacante intentó hacerlo por segunda vez, pero no pudo.

Seles relató en su libro "Getting a Grip" de 2009 que estaba sentada secándose con la toalla y cuando se inclinó a tomar un sorbo de agua sucedió: "La taza apenas había tocado mis labios cuando sentí un dolor horrible en la espalda".

“Mi cabeza giró hacia donde me dolía y vi a un hombre con una gorra de béisbol, con una mueca de desdén en su rostro. Sus brazos estaban levantados por encima de su cabeza y sus manos estaban agarrando un cuchillo largo. Empezó a abalanzarse sobre mí de nuevo. No entendía lo que estaba pasando”, escribió.

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El agresor era el alemán Gunter Parche, de 38 años y su ataque no tenía ninguna motivación terrorista o era políticamente motivado. Simplemente era un fanático del tenis que llevó las cosas demasiado lejos.

Parche era fanático de Graf y durante su confesión admitió que simplemente quería ver a la tenista alemana regresar al número 1 del ranking mundial. Seles se interponía en su camino.

Las secuelas para Seles

La herida causada no alcanzó órganos vitales ni la columna vertebral. El cuchillo se clavó una pulgada en su espalda y requirió puntos de sutura en una hospitalización breve.

Sin embargo, el dolor físico se prolongó durante varios meses y la angustia mental se exacerbó durante mucho tiempo. No volvió a jugar tenis durante dos años y medio mientras buscaba tratamiento para el trastorno de estrés postraumático. Su padre, Karolj, fue diagnosticado con cáncer meses después del apuñalamiento, lo que aumentó el costo mental.

"Estuve tanto tiempo en un lugar tan oscuro", dijo Seles a Los Angeles Times en 1995. "Tan infeliz. Pensé que no había forma de subir, no sabía cómo subir. Sentí que estaba en un agujero profundo y cada vez más profundo".

Agresor evita ir a prisión

El alemán Gunter Parche, de 38 años, fue detenido por los espectadores en la tribuna después de apuñalar a la Serbia Monica Seles. (Foto: Reuters)
El alemán Gunter Parche, de 38 años, fue detenido por los espectadores en la tribuna después de apuñalar a la Serbia Monica Seles. (Foto: Reuters)

Parche escapó de un cargo de intento de asesinato. Un tribunal alemán dictó una sentencia suspendida de dos años por agresión con agravantes, decisión que confirmó en apelación. Nunca cumplió un día en prisión.

Seles finalmente regresó al tenis. Pero las cosas nunca fueron iguales. Llegó a la final del Abierto de Estados Unidos de 1995, pero perdió ante Graf en dos sets. Derrotó a Anke Huber en la final del Abierto de Australia de 1996 para reclamar su novena y última victoria de Grand Slam.

Compitió profesionalmente hasta 2003 y nunca volvió a ganar un Grand Slam después de su victoria de 1996 en Melbourne.

Con su principal rival despojada de su mejor momento y sus habilidades máximas, Graf volvió a reclamar el ranking No. 1 y dominó el circuito con 11 victorias más de Grand Slam después de que Seles fuera apuñalada. Sus 22 victorias importantes ahora solo están detrás de Margaret Court (24) y Serena Williams (23).

Graf es una de las más grandes campeonas de los deportes y con razón merece su lugar en los anales del tenis. Pero, ¿habría ganado 22 Grand Slams si no hubiera sido por ese terrible día en Hamburgo en 1993? Casi seguro que no.

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