Miguel Rico arroja en COPE el despropósito moral del Barça con Lewandowski

En COPE ha sido noticia el fichaje que está a punto de cerrarse de Raphinha por el Barça. En torno a 60 millones de euros van a desembolsar por el futbolista que militaba hasta ahora en el Leeds, lo cual no deja de sorprender dada la delicada situación económica que se supone que atraviesa el club catalán.

Más allá de lo que puede aportar el futbolista brasileño sobre el terreno de juego (hay quien se viene demasiado arriba y lo compara incluso con Neymar), lo cierto es que su llegada a Barcelona abre un interrogante: ¿y ahora, qué pasa con Robert Lewandowski?

El polaco, que está haciendo lo imposible por vestir la camiseta blaugrana, se ha tenido que unir, en contra de su voluntad, a la pretemporada del Bayern Munich, ya que su traspaso no llega a completarse. Y lo peor, está teniendo que aguantar los ataques de muchos hinchas, que le consideran poco menos que un traidor por querer abandonar el club bávaro. Nada que ver con el trato que reciben otras leyendas como Bastian Schweinsteiger.

Para más inri, este próximo sábado es la presentación del equipo alemán ante sus aficionados en el Allianz Arena. No parece que se vaya a alcanzar una solución para entonces, y el trago que le va a tocar pasar a Lewandowski es de aúpa. Tiene un papelón encima, desde luego.

Esta candente situación es precisamente la que quiso poner encima de la mesa Miguel Rico en 'El Partidazo'.

"Yo, desde que esta tarde he sabido lo de Raphinha, me he preguntado qué estaría pensando en ese momento Lewandowski, que se ha tenido que comer el marrón de volver a Munich, y que a lo mejor se está preguntando cómo es posible que el primer dinero de verdad que se haya gastado el Barça por mí no, después del verano que les he dado al del Bayern", señalaba el veterano periodista.

Una verdad como un templo, que remataba José Luis Corrochano: "Y la diferencia es solo de 10 millones". Aquí está precisamente el quid de la cuestión. El Bayern está en modo cabezón y no se va a mover de la cifra de 50 millones que lleva pidiendo por su delantero estrella desde que este hizo pública por activa y por pasiva su intención de fichar por el Barça, y si el club catalán no alcanza esa cifra, todo hace indicar que no habrá final feliz.

Por tanto, parece bastante egoísta por parte de Laporta no hacer el esfuerzo por un jugador que se está partiendo la cara por vestir de culé, mientras que suelta 60 millones de euros un plumazo por Raphinha. Si bien es cierto que no está obligado a nada, desde luego moralmente es reprochable. Y cuidado que este tipo de comportamiento suelen volverse en contra de uno.

Así que habrá que ver si finalmente se cierra la operación, porque si no es así, la palabra traición empezará a sonar fuerte.

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